Museo Británico

El Museo Británico anunció la semana pasada el robo «muy inusual» de objetos de su colección, incluyendo piezas de orfebrería y piedras semipreciosas, que llevó a la institución londinense institución a despedir a un empleado.

«Los administradores del Museo Británico quedaron sumamente preocupados al enterarse, este año, de que objetos de su colección habían sido robados», declaró en un comunicado Georges Osborne, presidente del «British», conocido por albergar la Piedra de Rosetta o partes del Friso del Partenón.

Según Osborne, se dio prioridad a «hallar las piezas robadas» y se tomaron acciones concretas: «Llamamos a la policía, impusimos medidas de emergencia para reforzar la seguridad, se abrió una investigación independiente para averiguar qué había ocurrido y aprender de ello y utilizamos todos los poderes desciplinarios a nuestro alcance con la persona que consideramos responsable».

Según la institución, la mayoría de los objetos que «desaparecidos, robados o dañados» son «piezas pequeñas» que estaban almacenadas en depósitos. No habían sido expuestas al público recientemente y se conservaban «principalmente con fines de investigación».

Entre ellas hay «alhajas de oro, piedras semipreciosas o cristalería», creadas entre el siglo XV antes de la era cristiana y el siglo XIX d.C., precisó.

Pedidos de restitución

«Este es un incidente altamente inusual», declaró Hartwig Fischer, director del Museo, citado en el comunicado. «El museo se disculpa por lo ocurrido pero ahora hemos puesto fin a esto y estamos decididos a poner orden», agregó.

Según explicó Fischer, el Museo recurrió a expertos externos para establecer una «lista definitiva» de todas las piezas desaparecidas, dañadas o robadas.

«Esto nos permitirá desplegar todos los esfuerzos posibles para encontrarlas», aseguró.

El Museo Británico indicó que emprendió acciones legales contra el exempleado. Además de la investigación independiente sobre el incidente, la unidad de delitos económicos de la Policía Metropolitana de Londres también se hizo cargo del caso.

Fundado en 1753, el Museo Británico es uno de los más prestigiosos del mundo y uno de los espacios más visitados del Reino Unido.

En sus colecciones, de ocho millones de obras, figuran momias egipcias, esculturas africanas y piezas de alfarería del Imperio Romano.

En los últimos años, se vio en el centro de una polémica por el origen de algunas de sus piezas, que el Reino Unido consiguió (o saqueó, según los críticos) durante la época colonial y cuya restitución reclaman varios países. Es el caso de los fragmentos del Friso del Partenón, que Grecia quiere recuperar, o de los bronces de Benín.

La dirección del museo manifestó su voluntad de llegar a un acuerdo con las autoridades griegas, pero el gobierno británico se opone tajantemente a devolver los mármoles (75 metros en total) sacados del Partenón y que, según el Ejecutivo británico, fueron adquiridos legalmente por el diplomático Lord Elgin.

La ley regula estrictamente cualquier cesión de piezas del Museo Británico.


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