Foto Bacanal Argentina

La banda californiana Red Hot Chili Peppers cumplió todas las expectativas en su tercer Rock in Rio consecutivo en Río de Janeiro. Brilló como la principal atracción de la cuarta jornada de conciertos en la nueva edición del festival.

El grupo nacido en 1983 y liderado por el vocalista Anthony Kiedis hizo en esta ciudad brasileña un repaso de algunas de las mejores canciones de sus 11 discos, el último grabado en 2016. No tuvo problemas para animar un público incondicional y que conocía de memoria todo el repertorio.

El grupo, que cerró el Rock in Rio de 2017, fue igualmente uno de los más aplaudidos en 2015. Esta vez, inició su concierto con una larga introducción de guitarras y con elogios a Brasil. Luego arrancó con «Can’t stop», «The Zephyr Song» y «Dark Necessities». Rápidamente puso a los 100.000 espectadores a cantar, bailar y saltar con sus composiciones.

La banda llevó al público al delirio con «Californication», «Right on Time» y «I Wanna Be Your Dog» (de los Stooges) en medio de la presentación. Abundaron los solos de guitarra, bajo o batería, y se despidió con «Goodbye Angels» y «Give it Away», coreada a retumbar por toda la Ciudad del Rock.

Red Hot Chili Peppers sorprendió por dejar por fuera del concierto a «Under the bridge» y por dejar la interpretación de «Pea» en el bajo de Flea. Sin embargo, ganó elogios por el homenaje que le hizo a Ric Ocasek, el vocalista de The Cars fallecido el 15 de septiembre, con «Just what I needed».

Otras atracciones de la noche

Panic at the Disco, la segunda gran atracción de la noche y debutante en el Rock in Rio, aprovechó su primera vez en Río para presentar sus últimos trabajos. Dejó por fuera del concierto varias de las canciones de sus inicios, que son las más recordadas por el público brasileño.

Pese a que tocó algunas de sus canciones de la década pasada cuando surgió como banda emo, como «Nine in the Afternoon» y «I Write Sins Not Tragedies», el concierto de este jueves estuvo centrado en los discos más nuevos y comenzó con enérgicas interpretaciones de «Victorius» y «Silver Lining».

La banda sorprendió por incluir violines y trompetas y por el vozarrón del líder y cantante Brendon Urie, capaz de altos tonos y agudos. El artista demostró su gran capacidad al interpretar una versión muy próxima de la «Bohemian Rhapsody» de Queen casi al final de su presentación.

Pero los aficionados tuvieron que esperar hasta el final para escuchar «High Hopes», uno de los mayores éxitos del grupo.

La banda Nile Rodgers & Chic, en 2017, se presentó en un palco secundario del Rock in Rio. Este año la ascendieron al principal y repasó varios clásicos de la música disco de varias décadas con los que puso a bailar en Río a rockeros de varias generaciones.

Con una numerosa banda de metálicos y dos poderosas cantantes en el palco, Nile Rodgers, de 66 años de edad, y que ha sido guitarrista de varias estrellas, interpretó clásicos como «We are family», «Good times», «Dance, dance, dance», «Le Freak» o «I’m Coming Out». Estos temas son comunes en fiestas de disco en todo el mundo y el público carioca los sabía de memoria.

Tonos políticos

Los conciertos en el Palco Sunset, un escenario secundario que los organizadores usan para promover experimentos musicales, se caracterizaron este jueves por su elevado tono político.

La banda colombiana Monsieur Periné y la mexicano-brasileña «Francisco, el hombre», encargadas de darle el ritmo latinoamericano al festival, fueron las responsables de abrir la cuarta jornada de conciertos. Pese a que se desconocían antes de ser invitados a ofrecer un inédito concierto juntas, demostraron estar muy afinadas.

En medio de un rock típicamente latinoamericano, ambos grupos se ganaron al público. Criticaron insistentemente al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y pidieron la libertad del ex presidente Luiz Ignácio Lula da Silva.

En la presentación no faltaron homenajes a las víctimas de la violencia en Río de Janeiro. Entre ellos la niña de 8 años de edad Ágatha Félix, que murió el mes pasado en una operación policial.

En el mismo palco, el rapero brasileño Emicida y las gemelas franco-cubanas Lisa-Kaindé y Naomi Díaz, integrantes del grupo Ibeyi, llevaron al Rock in Rio sus letras contra la violencia y en defensa de las minorías.

Emicida e Ibeyi ya lanzaron dos canciones juntos a pesar de sus carreras artísticas independientes. Cantaron una versión en inglés de «Deathless», en que las gemelas abordan la violencia policial y defienden un mundo con menos muertes. En ese momento las pantallas gigantes en el escenario exhibieron la imagen de Ágatha Félix, en otro homenaje a la menor asesinada.

Rock in Rio es considerado el mayor evento de música y entretenimiento del mundo. Ha ofrecido, en 34 años de vida y 20 ediciones en Río, Lisboa, Madrid y Las Vegas, 119 días de conciertos y 2.338 atracciones musicales, vistas por unos 10,2 millones de espectadores.

La actual edición comenzó el pasado final de semana con tres jornadas en que se presentaron grupos o cantantes como Bon Jovi, Drake, Weezer y Goo Goo Dolls. Culmina el próximo domingo, tras otras cuatro jornadas, con los conciertos de la banda estadounidense Imagine Dragons y del trío inglés Muse.


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