Rafael Cadenas
Foto Archivo

Rafael Cadenas todavía no se recupera de la noticia. No esperaba, según contó a medios de comunicación, ganar el Premio Cervantes 2022, el galardón más importante de la literatura en español, para el que fue candidato en varias ocasiones. Desde su fundación en 1976, ningún otro escritor venezolano se había hecho con el premio: Cadenas, de 92 años de edad, es el primero.

Recibió la noticia en su casa, en Caracas, donde vive desde que falleció su esposa Milena González Carvallo en 2017. El también ensayista y profesor jubilado de la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela (UCV) estaba revisando una libreta donde tiene apuntes que desea publicar cuando sonó el teléfono. Era un amigo español que llamaba para darle la noticia, contó a la agencia de noticias Efe.

“Estoy fulminado. Necesito tiempo para recuperarme porque todavía no me lo creo”, le contó Cadenas al periodista Diego Arroyo Gil para el diario español El País. En sus redes sociales, Arroyo Gil publicó una foto de Cadenas, nacido en Barquisimeto, estado Lara, el 8 de abril de 1930, donde se le ve sentado en un sofá de su casa celebrando el premio con una copa de vino. El escritor, que ha perdurado en el tiempo con la belleza de sus palabras transformadoras, no sabe cómo se siente tras ganar el galardón con el que lo dotaron con 125.000 euros (144.800 dólares). Le reveló a Arroyo Gil que sus sentimientos van desde la alegría hasta el pesar. “Pesar porque a Milena le hubiera gustado vivirlo”, le confesó.

Lo primero que hizo tras enterarse del premio fue llamar a su amiga, la también escritora y profesora de literatura María Fernanda Palacios. Luego, llamó a su hijo Silvio, quien se dispuso de inmediato a coordinar las llamadas de felicitaciones y peticiones de entrevistas. Después de que Cadenas ganara en 2018 el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, la familia aprendió cómo gestionar este tipo de noticias. El Premio Cervantes ahora significa una alegría y una “enorme responsabilidad con el idioma, con España y Venezuela”, le dijo el poeta a Efe.

Para Cadenas la poesía es el motivo de su propia existencia desde que publicó su primer poemario, Cantos iniciales, en 1946, con solo 16 años. El jurado, que publicó el fallo del premio este jueves en horas de la tarde, describió la obra de Cadenas como una de las más importantes de la literatura en español.

«Su obra demuestra el poder transformador de la palabra cuando la lengua es llevada al límite de sus posibilidades creadoras; y destila la esencia deslumbrante de las palabras, en un territorio dual de sueño y vigilia, honda expresión de la existencia y del universo, dimensión a la vez mística y terrenal», valoró el jurado.

Tras el anuncio del premio, numerosos lectores, alumnos, escritores y poetas han acudido a las redes sociales para felicitarlo y compartir la noticia.

Desde joven fue un poeta

Explicar con palabras la importancia y trascendencia de un poeta tan relevante como Rafael Cadenas puede resultar una labor fácil y difícil a la vez. Así lo considera Antonio López Ortega, escritor, crítico literario y ensayista venezolano. Al hablar de alguien que lleva más de 70 años dedicado a la literatura, López Ortega empieza destacando que Cadenas es parte de la generación del año 58. La misma generación en la que están Francisco Pérez Perdomo, Ramón Palomares, Guillermo Sucre, Juan Calzadilla, Eugenio Montejo, entre otros. “Una generación prodigiosa”, señala el escritor.

Desde joven, Cadenas estuvo involucrado en igual medida con la poesía y la política. Militó desde sus inicios en el Partido Comunista de Venezuela, motivo por el que fue encarcelado y, posteriormente, exiliado durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez desde 1952. Se refugió en la isla de Trinidad hasta 1957, donde aprendió inglés, luego viajó a Caracas, donde escribió y publicó Una isla (1958) y Los cuadernos del destierro (1960).

Rafael Cadenas
Rafael Cadenas de joven | Foto Archivo

Para María Antonieta Flores, poeta, ensayista, crítica literaria y profesora universitaria, la obra de Rafael Cadenas “ha trascendido por la presencia discreta y firme de su voz. Por su mirada solitaria que escruta el mundo sin complacencia para ofrecernos una alternativa digna para estar en el mundo”, asegura.

En 1963, Cadenas escribió el poema más emblemático de su obra, “Derrota”, unos versos que se volvieron un símbolo para muchos jóvenes en los sesenta y que se popularizaron en España y Venezuela.

“He percibido por relámpagos mi falsedad y no he podido derribarme, barrer todo y crear de mi indolencia, mi flotación, mi extravío una frescura nueva, y obstinadamente me suicido al alcance de la mano

me levantaré del suelo más ridículo todavía para seguir burlándome de los otros y de mí hasta el día del juicio final”

Cadenas tenía 32 años cuando lo escribió. Años después, aseguró que estaba en desacuerdo con que lo consideraran su poema más emblemático porque se dio cuenta de que todo lo descrito en sus versos resultó distinto a lo que parecía. Aunque la realidad, y él mismo, cambiaron desde que escribió esos versos, lo que nunca cambió fue su insistencia por encontrar en la poesía el motivo de su vida.

“La trascendencia de Cadenas está en haber mantenido una obra desde los años 50 hasta hoy en día. Es un autor consistente de la lengua castellana que ya pasó los límites”, señala López Ortega.

“Gracias es una palabra importante”

Durante esos años de juventud, Cadenas formó parte del grupo de debate político y literario Tabla redonda, junto con otros jóvenes como Manuel Caballero, Jesús Sanoja Hernández, Jacobo Borges, entre otros. Siguió escribiendo grandes títulos como Falsas maniobras (1966), Intemperie (1977), Memorial (1977) y Amante (1983). En 1985 ganó el Premio Nacional de Literatura mención Poesía y siguió escribiendo reconocidos títulos como Dichos (1992) y Gestiones (1992), que le valió el Premio Internacional Juan Antonio Pérez Bonalde.

Una amplia obra que el escritor Juan Carlos Méndez Guédez describe como personal, una voz única dentro de la literatura. “Es una voz poética que intenta descifrar el misterio del mundo, pero del mundo vivo. Intenta explorar la música más sencilla, más simple de las palabras. Es una obra que de alguna forma debate lo que ha sido la poesía moderna en cuanto a la búsqueda del retorcimiento del sentido de ciertos juegos sofisticados. Se trata de una poesía que ha intentado llegar a la almendra de la existencia a través de la expresión en el que el Yo poético se adelgaza a tal punto en una maravillosa y profunda expresión”, destacó.

Cadenas escribió títulos como El taller de al lado (2005), Sobre abierto (2012), En torno a Basho y otros asuntos (2016) y Contestaciones (2018). Se han publicado varias antologías de su obra y el Fondo de Cultura Económica publicó su Obra entera. En 2007 la Editorial Pre-Textos publicó Obra entera. Poesía y prosa. Sus ensayos son referencia indispensable del pensamiento contemporáneo. Sus libros En torno al lenguaje y los Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística son objeto de estudios e investigaciones. También ganó reconocimientos como el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca y el  Premio Andrés Bello de la Academia Venezolana de la Lengua en 2015.

Aunque los premios han sido muchos, Cadenas se mantiene fiel a su obra y a la humildad que lo caracteriza. Tras ganar el Premio Reina Sofía en 2018, el poeta empezó así su discurso en el evento: “Debo decir una vez más: gracias. Esta palabra es muy importante”. Eso ha causado que muchos lo describan como un poeta “sencillo y humilde”.

Rafael Cadenas
Cadenas recibiendo el premio Reina Sofía | Foto Archivo

Entre otros  reconocimientos, Cadenas también recibió  la Beca Guggenheim y Doctorados Honoris Causa de las Universidades Central de Venezuela y Los Andes. Ha recibido el Premio FIL de la Feria Internacional del Libro otorgado en Guadalajara y otros reconocimientos a lo largo de los años hasta llegar al Premio Cervantes, un galardón que ganó la uruguaya Cristina Peri Rossi en 2021.

“Se hablaba de este reconocimiento del Premio Cervantes desde hace al menos 4 años. Para la literatura venezolana es algo importantísimo porque es la primera vez que un autor venezolano lo gana. Se trata de un poeta, lo que significa que este premio está reivindicando la importancia de la poesía venezolana. Rafael Cadenas es nuestro poeta más importante por edad, por tener esta obra desde hace mucho tiempo, este es un premio que hay que ver como reconocimiento a la literatura del país”, asegura López Ortega.

Este mismo año, además, fue homenajeado por el Instituto Cervantes bajo el lema «Celebremos a Cadenas», por su 92 cumpleaños.

El misterioso milagro de estar vivo

Rafael Cadenas es una referencia indiscutible de la literatura venezolana, asegura López Ortega. Incluso lo define como “el escritor más importante” de Venezuela. El narrador, quien particularmente ha leído y escrito mucho sobre él, asegura que es un autor único. El también ensayista explica que Cadenas plantea una poesía muy centrada en la propia elaboración del lenguaje, cercana a una visión del mundo que no es aristotélica u occidental.

“Es una visión de mundo donde el pensamiento no es tan importante como la observación, por ejemplo. Cadenas cree mucho en el ser como entidad dominante, más importante que el Yo. En ese sentido la poesía de Cadenas es una elucubración permanente sobre la trascendencia. También es un autor que tiene una visión de la existencia como un misterio, sí, pero también puede ser un milagro. No sabemos por qué existimos, hay que verlo también como un milagro. La poesía lo que tiene es que dar cuenta de ese milagro cotidiano”, explica.

Para María Antonieta Flores, la obra de Rafael Cadenas es un lugar seguro. “Es una zona libre de ironías, de adornos y de retóricas. Se construye en busca de verdades y de lo esencial”, explica la poeta.

Méndez Guédez, por su parte, destaca el poder transformador de su pluma. “Ningún lector que se acerca a Cadenas con cierta curiosidad vuelve a ser el mismo cuando termina sus páginas. Personalmente, me ha marcado porque me ha enseñado una forma de acercarme a la realidad; una forma de entender que si existe el milagro y el misterio es el que tenemos día a día en el presente. Vivir el presente con una flor y una gratitud continua es algo que yo aprendí de Rafael Cadenas”, aseguró.

Un poeta significativo

Tanto Méndez Guédez como López Ortega y Flores aseguran que la obra de Rafael Cadenas los ha marcado, también ha significado mucho para ellos a lo largo de los años. Sus versos han sido ese acompañante fiel en el tiempo como esa voz mítica que acompaña y aconseja a lectores, poetas y escritores por igual.

A la escritora Cadenas le ha enseñado mucho a través de la poesía. “Me ha enseñado que la poesía es un tránsito donde vida y obra deben ir en armonía. También me ha demostrado la importancia de la convivencia de ética y estética en un poeta”, revela.

López Ortega, que se define a sí mismo como fundamentalmente narrador pero también lector y  editor de poesía, su convivencia con la obra de Cadenas se remonta hasta el año 77. Ese año fue temporalmente estudiante de la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde Cadenas impartía la cátedra de poesía. Sus versos los describe como una obra que ha marcado a todos los poetas venezolanos y a la literatura en general. También lo considera un gran ejemplo en el orden moral y en el orden literario. “Un ser excepcional”, asevera López Ortega.

En el caso de Méndez Guédez son tantas las cosas que significan para él la obra de Cadenas que le cuesta resumirlas. “Somos de la misma ciudad, así que siempre había ese orgullo regional de pensar que en algún momento habíamos transitado por las mismas calles”, cuenta Méndez Guédez. El escritor revela que Rafael Cadenas solía frecuentar la plaza de Altagracia con su amigo Salvador Garmendia. Allí, muy jóvenes los dos, se intercambiaban libros.

A Méndez Guédez, residenciado en España, le gustaba visitar esa plaza cada vez que iba a Barquisimeto. “Me gustaba imaginarme a esos dos grandes escritores transmitiéndose el secreto de los libros hermosos. Me acuerdo incluso que mi madre me hablaba de la poesía de Rafael Cadenas y me hablaba que en su momento cuando era un hombre más joven gustaba muchísimo a las mujeres”, relata.

En una oportunidad, continúa Méndez Guédez, su madre le contó que una vez sonó la puerta, ella la abrió y se quedó muda: el que estaba allí era el poeta Rafael Cadenas que quería visitar a un amigo. Cadenas es así, “está lleno de recuerdos entrañables. Su escritura ha sido una compañía continua perenne en la existencia. Él fue mi profesor en la UCV y fue una experiencia hermosa. Tuve la oportunidad en el año 96 de organizar una visita de Rafael Cadenas junto a Eugenio Montejo en España, fue maravilloso, lleno de poesía. Es infinito todo lo que significa este poeta para mí”, zanjó.

Rafael Cadenas
Su obra ha marcado a muchos escritores, poetas y lectores | Foto Archivo

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