Rafael Cadenas es un férreo defensor del lenguaje | Foto: Abraham Tovar

Ha sido larga la espera por el Premio Cervantes para Rafael Cadenas.

Por varios años, sus fieles seguidores atendieron al anuncio del Ministerio de Cultura y Deportes de España, la institución que concede el reconocimiento. Sobre todo en el último lustro se leyeron cientos de comentarios en las redes en apoyo al poeta, pero en la boleta aparecían nombres como el de la uruguaya Ida Vitale o el del español Francisco Brines.

La esperanza, sin embargo, seguía ahí, y en noviembre del año pasado, el ministro de Cultura y Deportes español, Miguel Iceta, anunció que el Premio Cervantes 2022 era para Rafael Cadenas, que lo recibirá este lunes en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, Madrid.

Para el poeta, como ha dicho, fue una sorpresa.

No hay que olvidar la importancia que le da Cadenas a la aceptación y la resistencia, en detrimento de los éxitos y los logros. Lo decía en diciembre en la UCAB, donde fue homenajeado: citando a Ósip Mandelshtam, recordaba que en momentos de calamidad cada quien debe dedicarse a lo suyo, por eso para él el verdadero significado del Cervantes es que es una enorme responsabilidad.

“Yo siempre he sido serio en lo tocante al lenguaje. Pero este premio es más exigente en este sentido. Una vez alguien me preguntó qué estaba haciendo, y entonces yo le dije, serio, que estaba estudiando español. Yo, por ejemplo, anoto palabras. Me fascina la etimología y copio muchas frases que son importantísimas, también de otros idiomas”, dijo en una entrevista con El Nacional.

El barquisimetano de 93 años de edad ha asumido entonces una posición cívica en la que ha defendido la educación, la universidad, la democracia y, sobre todo, el lenguaje. Así lo hizo, una vez más, en el mencionado acto de la UCAB, donde fue escuchado por casi 300 personas: “Usar la palabra crisis para referirnos a las universidades públicas sería un eufemismo, el problema es mucho más profundo. Cada vez que tengo oportunidad de hablar, las defiendo y eso es inseparable de la defensa de la democracia”.

Mientras que en su libro Contestaciones algunas de sus reflexiones son de carácter político o filosófico. Por ejemplo, a la frase de Mao Zedong “Para encontrar verdaderos héroes hay / que buscar en el presente” le responde: “Es de lamentar que todavía existan si se parecen a ti”. A la afirmación de Socrátes “Yo soy un ciudadano, no de Atenas o de Grecia, sino del mundo” le dice: “El tiempo le ha dado la razón”.

El escritor y gestor cultural Antonio López Ortega, en un ensayo en Prodavinci, comenta: “La obra poética de Rafael Cadenas ha representado, por qué no decirlo, la más importante aventura textual de nuestros tiempos”.

Para el también crítico, los poemas de Cadenas “nos acompañan como talismanes desde 1958, con la aparición de Una isla, y ya son seis décadas de cercanías, revelaciones, renuncias, lecciones o aprendizajes”.

EFE/ J.J.Guillen

Y además es una obra que ha acompañado a toda una generación y, por como soplan los vientos, pasará a más generaciones de escritores venezolanos. “Mi generación, particularmente, ha crecido con esta poesía, ha bebido de ella, ha hecho suya todas las sonoridades. Es nuestro poeta por antonomasia, nuestra secreta compañía, nuestro mascarón de proa”, asegura López Ortega.

Guillermo Sucre afirmó en una entrevista con el portal que el legado más importante de su generación era Rafael Cadenas. Dos años menor que el autor de Falsas maniobras, Sucre, fallecido en 2021, elogió la obra de Cadenas: “Es un magnifico prosista, ha escrito libros en defensa del lenguaje, pero también libros de ensayo y su poesía. Quizás a excepción de su primer libro. Soto hacía penetrables, pero la mitad de ese libro es impenetrable”.

María Antonieta Flores, que pertenece a la misma generación de López Ortega, compartió en una entrevista a El Nacional el año pasado que la obra de Cadenas había “trascendido por la presencia discreta y firme de su voz. Por su mirada solitaria que escruta el mundo sin complacencia para ofrecernos una alternativa digna para estar en el mundo”.

La poeta percibe los libros de Cadenas como un lugar seguro, “una zona libre de ironías, de adornos y de retóricas. Se construye en busca de verdades y de lo esencial”.

Se podría añadir a la reflexión lo que señala Arturo Gutiérrez Plaza en el prólogo de la antología bilingüe Select Poems. El poeta y profesor afirma que toda la obra de Cadenas tiene el aspecto fundamental de la “búsqueda de un lenguaje cada vez más sereno y aplomado, debajo del cual podamos sentir el latido de un estado de gracia, de una sabiduría vital en la que el ser alcance el contacto pleno con lo real”.

EFE/ J.J.Guillen

Autor de una obra vasta, que incluye clásicos como Los cuadernos del destierro (1960), Intemperie (1977), Amante (1983) o Gestiones (1992), ganador de los premios más importantes de la literatura en español —además del Cervantes, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca y el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances—, Cadenas no cambia un ápice de su personalidad prudente y silenciosa, siempre rigurosamente selectivo con las palabras que usa para hablar.

Este lunes recibe el Cervantes de manos del rey Felipe VI de España y el martes estará de vuelta a sus manuscritos, sus carpetas y sus libros. Porque a los 93 años Cadenas todavía tiene mucho que escribir.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!