La cicatriz de Harry Potter le ha acompañado en cada paso de su carrera, pero Daniel Radcliffe, que estrena la surrealista serie Miracle Workers, aseguró que con el paso de los años la sombra del niño mago, lejos de convertirse en un lastre para él, sigue siendo todo un regalo. “Honestamente, es encantador. Creo que la gente espera que encuentre agobiante que todavía se hable de eso, pero hay una generación que creció con nosotros y es un verdadero honor. Cuando alguien viene y me dice ‘fuiste una parte enorme de mi infancia’ (…) la idea de que pudiera ocupar ese espacio para alguien es jodidamente increíble”, explicó. “Unos amigos (de su misma edad) le pusieron el otro día la primera película de Harry Potter a su hijo. Y es increíble ver ese tipo de continuidad (…). Soy muy afortunado de ser famoso por algo que mucha gente ama”, añadió.

Radcliffe (Londres, 1989) protagoniza junto a Steve Buscemi y Geraldine Viswanathan Miracle Workers, una sorprendente comedia de humor absurdo y satírico sobre la religión y el sentido de la vida, que bebe de The Office y Life of Brian (1979), y que TNT estrenará en América Latina el 17 de mayo.

En esta serie, Dios (Buscemi) es el deprimido, alcohólico y cínico dueño del cielo, que en lugar de ser el paraíso es una empresa que dirige el destino de la Tierra entre la precariedad, la burocracia y los sinsabores del trabajo de oficina.

Cansado de que nada funcione en la humanidad, Dios decide destruir el planeta, pero en su camino aparecen dos ángeles (Radcliffe y Viswanathan) que intentarán convencerle de que su creación todavía tiene sentido y de que merece la pena evitar el apocalipsis.

“La serie ya no empieza así, pero iba a comenzar con Dios teniendo un monólogo sobre cómo se sentía: ‘¿Has sentido alguna vez que no tienes control sobre tu vida? ¿Qué estás perdido?’ Y la idea de Dios diciendo eso es la cosa más aterradora”, bromeó Radcliffe durante el pasado Festival de Sundance, donde presentó la serie.

El británico reconoció que quería probar suerte en la televisión estadounidense. “Antes, cuando firmabas por una serie de Estados Unidos, era con un contrato de cinco o siete años por el que interpretarías a un solo personaje durante ese tiempo. Ya hice eso con Harry Potter, así que no quería encerrarme con solo una cosa de nuevo”, contó. “Pero con Miracle Workers la idea es que, si somos lo suficientemente afortunados de que haya segunda temporada, serían nuevos personajes, nuevo contexto, nueva historia: todo empezaría desde cero. Básicamente, la cadena TBS (que estrenó la serie en Estados Unidos) nos permitió hacer una película muy larga”, opinó.

Radcliffe interpreta a Craig, un tímido ángel cuyo empleo consiste en escuchar las oraciones de las personas y que está rodeado de contradicciones: tiene el enorme poder de hacer milagros en la Tierra, pero no lograría hacer amigos ni con ayuda divina. “Una de las primeras preguntas que hice a Simon Rich (autor del libro que inspiró la serie) fue: ‘¿Vamos a tener alas? ¿Halos? ¿O algo así?”, dijo con una sonrisa antes de indicar que, ante todo, “son ángeles muy humanos”. “Craig tiene tanto miedo del fracaso que ha reducido el ámbito de su vida de manera que nunca tiene que arriesgar nada. Y eso no es una buena manera de vivir”, añadió.

Pero la insulsa existencia de Craig da un giro cuando aparece Eliza (Viswanathan), una idealista compañera que todavía cree que el mundo puede salvarse. “Lo que me encanta de la serie es que tiene una sensibilidad de comedia oscura a veces pero, finalmente, es realmente entrañable, hay bondad en su comedia y optimismo por el ser humano”, describió. Por otro lado, admitió que el toque “irreverente” sobre la religión pueda molestar a ciertas personas, pero señaló que la serie está hecha sin ánimo de ofender gratuitamente. “A la gente que es religiosa y que tiene sentido del humor espero que les guste”, afirmó.

Alejado de los grandes proyectos de Hollywood y más interesado en cintas de corte indie como What If (2013) o Swiss Army Man (2016), Radcliffe defendió el rumbo de su carrera ya como adulto. “Había algo muy liberador en saber con 18 años que podría trabajar un siglo y que nunca haría algo igual de grande que Harry Potter. Simplemente no sucederá”, argumentó. “Muchos de mis amigos actores matarían por estar en mi posición, en donde puedo hacer simplemente las cosas que quiero. Así que tengo la responsabilidad de aprovecharlo”, finalizó.


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