«Hacer una buena película es la sensación más hermosa que puede tener uno, y a mí me encanta compartir esas sensaciones con los demás», señaló el director australiano Peter Weir, quien considera que la manera de hacer cine está cambiando, al igual que la audiencia.
«Hacer cine es la manera de comunicar que tenemos los cineastas nuestras ideas, sensaciones y sentimientos a los demás. Como lo hacen los pintores y los músicos, y muchas veces esas experiencias nos dejan sin aliento», afirmó el director, que se encuentra en Madrid para presentar la retrospectiva de su filmografía.
Weir, director de películas como La sociedad de los poetas muertos (1989), El show de Truman (1998) y Master and Comander (2003), confesó que siente cierta nostalgia por el cine que se hacía antes.
«La manera de hacer cine está cambiando, y lo seguirá haciendo con el paso del tiempo. No me queda más remedio que aceptar el cambio. Aunque echo de menos la manera en la que se rodaba antes y las películas que se hacían», expresó el cineasta.
Sobre la audiencia, agregó: «Hay muchos jóvenes que encuentran su estímulo y entretenimiento en la televisión y perdieron el hábito que tenían sus padres de ir al cine. Los jóvenes hoy ven cine en casa, por televisión en las nuevas plataformas. Por lo que ahora las nuevas generaciones de cineastas hacen películas para esos contenidos».
Un historial poco reconocido
Las películas de Weir tocan casi todos los géneros cinematográficos, desde el romántico hasta el thriller, bélico y político.
Sin embargo, luego de 13 filmes, no ha ganado un Oscar aunque ha conseguido 6 nominaciones.
Tampoco tuvo mucha suerte con los Globos de Oro. Luego de cinco postulaciones, solo obtuvo uno en 1990 por Matrimonio de convivencia.
Después de varios años sin rodar una película, al realizador le dio tiempo de ver una buena parte de las suyas, de las que cambiaría muchas cosas, dijo. «Muchas veces veo una escena y pienso que lo tendría que haber hecho de otra manera. Visualizando la película original me doy cuenta de que de cada una de ellas podía hacer entre 8 y 10 cambios», dijo.