«Amo la literatura, no las opiniones», declaró este viernes el escritor austriaco Peter Handke en Estocolmo, donde recibirá el Premio Nobel de Literatura el 10 de diciembre.
Handke fue interrogado sobre su postura favorable a Serbia, sin renegar de sus posiciones. El escritor respondió con tono destemplado cuando le preguntaron si cambió de opinión ante lo que sucedió en los Balcanes en los años 90. En esa época una sangrienta guerra civil devastó lo que fue durante décadas Yugoslavia. «Aborrezco las opiniones», insistió Handke ante las preguntas, con un inglés algo errático.
El escritor aseguró que intentó gestos de reconciliación que no funcionaron. «Le pedí a un amigo en Bosnia-Herzegovina, pero me dijo que por el momento no es posible. Quería reunirme con dos madres que perdieron a sus hijos en la guerra, una del lado serbio, otra del lado musulmán, pero no es posible”, aseguró.
Un grupo de periodistas cuestionó al escritor sobre porqué en sus libros no integra el hecho de que el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) calificó de genocidio la matanza de la ciudad serbia de Srebrenica.
«Siga preguntando, me encantan sus preguntas», ironizó Handke, que a continuación leyó una carta hostil que recibió recientemente, escrita en papel higiénico. «Prefiero una carta anónima en papel higiénico que sus preguntas vacías e ignorantes», declaró el escritor. También aseguró que ha recibido muchas cartas de apoyo.
El comité del Nobel suscitó una ola de indignación en el mundo cuando anunció en octubre su decisión de otorgar el premio al escritor austriaco.
Después de que una integrante del comité Nobel de Literatura dimitiera por el premio concedido a Handke, el académico sueco Peter Englund anunció que no asistirá a la ceremonia de entrega del galardón.