Paul McCartney
Kamil Krzaczynski / AFP

En la canción «When I’m Sixty Four«, un jovencísimo Paul McCartney se imaginaba tranquilamente jubilado a los 64 años. Pero la leyenda del pop británico soplará 80 velas el sábado, una semana antes de actuar en Glastonbury, y sigue muy activo.

El exbeatle se convertirá el 25 de junio en el cabeza de cartel más viejo de la historia de ese legendario festival de música británico, que cada año atrae a decenas de miles de personas al suroeste de Inglaterra.

«La multitud de Glastonbury siempre me ha recordado una escena de batalla medieval», tuiteó a finales de marzo.

El concierto tendrá lugar diez días después del fin de su gira Got Back Tour, en la que ha estado llenando estadios en Estados Unidos durante mes y medio.

Reticente a alejarse de los escenarios, McCartney, que lleva más de 50 años actuando en solitario, tuvo que tomarse un descanso durante la pandemia de covid-19.

Se retiró entonces a su granja en el sureste de Inglaterra con su hija Mary y cuatro de sus ocho nietos. Pero no perdió el tiempo, sino que aprovechó para grabar en casa el álbum McCartney III, que salió en diciembre de 2020 y alcanzó el número uno en las listas británicas.

El año siguiente, lo volvió a grabar acompañado de una constelación de estrellas de la música, publicó un libro que recuerda toda su carrera –The Lyrics– y escribió un libro de recetas veganas con sus hijas Mary y Stella, además de un cuento infantil.

Mientras tanto, Disney+ estrenaban McCartney 3,2,1 -una serie de entrevistas con el productor Rick Rubin- y el documental de Peter Jackson The Beatles: Get Back.

El sábado cumple 80 años, pero su agenda está más repleta que nunca.

Pese a los años y los dramas que han salpicado su vida, conserva la figura esbelta y la mirada traviesa del «Macca» que se hizo famoso con los Beatles.

¿Pronto será Lord?

James Paul McCartney nació en Liverpool en 1942, en el seno de una familia modesta. Su madre, una comadrona, murió cuando él tenía 14 años.

Al año siguiente conoció a John Lennon y tocó con él en los Quarrymen, que luego se convirtieron en los Beatles, con la llegada de George Harrison y Ringo Starr.

Los cuatro, con sus icónicos cortes de pelo, provocaron la histeria entre sus fans. La «Beatlemanía» arrasó en todo el mundo.

Junto a Lennon, McCartney escribió grandes éxitos, como «Hey Jude», «Penny Lane» y, por supuesto, «Yesterday», grabado en 1.600 versiones diferentes.

Pero la amistad de la infancia se rompió. El rodaje de «Let It Be», en torno al álbum homónimo, supuso la muerte de los «Fab Four» el 10 de abril de 1970, para gran desesperación de sus admiradores.

McCartney formó el grupo Wings con su esposa, la fotógrafa Linda Eastman, al teclado. Anteriormente aficionado al LSD, se convirtió con ella en un padre de familia vegetariano. La pareja crió a cuatro hijos, Mary, Stella -ahora diseñadora de moda-, James y Heather, del anterior matrimonio de Linda.

Tras 29 años casados, Linda murió en 1998 de cáncer de mama. Con el corazón roto, McCartney se dedicó a las buenas causas: el medioambiente, los animales, los derechos humanos. Probó con la música clásica, la pintura y la escultura.

Conoció a Heather Mills, una exmodelo a la que se le amputó una pierna tras un accidente, y se casó con ella en 2002. Tuvieron una hija, Beatrice, antes de divorciarse en 2008.

En octubre de 2011, McCartney se casó con la estadounidense Nancy Shevell, heredera de un rico empresario estadounidense. El Sunday Times estima la riqueza de la pareja en 865 millones de libras (más de mil millones de dólares).

A lo largo de su exitosa carrera, ha recibido numerosos premios, incluidos 18 Grammy, y fue nombrado «Sir» por la reina Isabel II en 1997.

Ahora se rumorea que pronto podría ser hecho «Lord», en un nuevo reconocimiento de la impronta cultural del prolífico músico. De los cuatro Beatles, sólo siguen vivos él y Ringo Starr, que a sus 81 años también sigue de gira.


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