La campaña para promocionar Parasite en los Oscar fue «una guerra de guerrillas» en comparación con las realizadas por grandes estudios de Hollywood, dijo el director Bong Joon-ho.
«Todas las candidatas hicieron lo posible para ganar un Oscar. Pero nuestro equipo tuvo que librar una guerra de guerrillas con un presupuesto menor, en comparación con los estudios de renombre y Netflix», afirmó Bong.
En declaraciones recogidas por la agencia Yonhap, el director explicó cómo él y el actor Song Kang-ho tuvieron que realizar cientos de entrevistas. Para promocionar Parasite tuvieron, además, que prescindir de proyecciones durante los meses que duró la campaña.
El director dijo que hacia el final de la promoción comprendió que así funciona la industria cinematográfica estadounidense. El resultado, más allá de los premios, bien lo vale.
«A cinéfilos en Corea del Sur, Europa y América del Norte les gustó mucho mi película», resumió Bong.
El largometraje, que costó alrededor de 11 millones de dólares, ha sido la primera cinta en lengua no inglesa en llevarse el Oscar a la Mejor Película en 92 años de historia. Hasta ahora, el filme ha recaudado en taquilla más de 165 millones de dólares.
«Tenemos que pensar en la forma de revivir esa energía y de no tener miedo de incurrir en riesgos», dijo Bong refiriéndose al panorama actual de la industria en su país. En su opinión, este carece de las «dinámicas rivalidades» de principios de la pasada década, cuando realizadores como él o Park Chan-wook estaban dirigiendo sus primeras películas.
No obstante, consideró que hay «muchos nuevos talentos listos para florecer», al tener en cuenta la calidad de muchos títulos independientes recientemente estrenados. Esta condición podría ayudar a revitalizar el panorama.