Por JOSÉ ANTONIO PARRA

La muestra Huellas / Dibujos / Rastros, que recién estuvo expuesta en la Galería Espacios, posee un carácter muy sutil. En ella participaron los artistas Nadia Benatar, Isabel Cisneros y Leonardo Nieves. A través de la mirada y los medios expresivos de cada uno de ellos se dio esta propuesta donde, sobre todo, confluyen nuevas aproximaciones a la ciudad en una suerte de dimensión donde lo imaginario y lo geográfico apuntan a la realidad actual de la nación venezolana; una nación donde los habitantes se han disgregado en multiplicidad de caminos a través del planeta en lo que ha sido conocido como la “diáspora venezolana”, fenómeno inédito y sin precedentes. La exposición contó con la curaduría de Marianella Guevara Zerlin, quien además realizó el texto del catálogo.

Los nuevos contextos que surgen a partir de la ciudad se superponen dando lugar a una simbología del espacio novedosa y que en última instancia es expresión del fenómeno político social que ha experimentado el país en los últimos 20 años. De modo que a pesar de que estos creadores han tenido aproximaciones e historias distintitas en cuanto a su perspectiva de la plástica, surge de ellos un punto de confluencia en cuanto al entretejido de lo espacial.

Vistas de forma individual hay tres perspectivas en esta propuesta. Nadia Benatar expuso una serie de dibujos sobre papel de algodón en blanco que metafóricamente se articulan como una suerte de cartografía de la turbulenta actualidad de la ciudad. El formato al que ella apeló es de carácter tridimensional y en el que se da toda una experimentación con tubos de acrílicos e hilos metálicos suspendidos.

La preocupación principal de Isabel Cisneros se centra en las migraciones, un fenómeno que, como he dicho al principio, sitúa al país en un escenario absolutamente novedoso y trágico en nuestra región. En su propuesta, hay una imbricación entre la memoria y los afectos. Hay que tomar en cuenta, asimismo, que el background de esta artista está en el contexto de la cerámica. En su haber tiene una larga trayectoria en dicho formato.

Por su parte, Leonardo Nieves expresa su perspectiva de las cartografías urbanas mediante un libro objeto en el que se superponen diversidad de planos y aproximaciones a lo citadino per se. En palabras del propio Nieves, “son patrones, formas geométricas, desechos de la urbe. Que una vez recogidas y seleccionadas pasan a ser dibujos sobre el papel, una vez que comienzo en el proceso de coser, pespuntear y bordar (…) voy descubriendo que en esas tramas que se van armando, quedan las tramas de la ciudad. Y es que ese tejido termina transformándose en cartografía, que finalmente es mi propia cartografía”.

Esta muestra, sin duda alguna, es un valioso aporte en cuanto a los registros que están siendo elaborados desde la plástica en torno a este convulso período de la nación venezolana. Muy pertinente resulta entonces concluir esta nota con un fragmento del agudo texto de Marianella Guevara Zerlin para el catálogo de la misma:

“Hoy nuestra ciudad se encuentra atrapada entre sus propias diferencias y contradicciones, productos de las circunstancias históricas que desde hace casi dos décadas determinan el curso vital y cultural de sus habitantes. En reiteradas ocasiones se le ha señalado como ‘la ciudad de la furia’. Para nadie es un secreto que Caracas encabeza la lista de las ciudades más peligrosas del mundo. Sin embargo, los colores de los cielos caraqueños no han desaparecido. La naturaleza permanece inmutable, y la memoria de quienes la hemos vivido y padecido, sobrevive impoluta. Apelamos a esta ciudad como símbolo, en el entendido de que ella representa una imagen refleja de una nación en crisis. De ahí que sea en un imperativo, desde la instancia del arte, asumir una postura activa, consciente y atenta frente al entorno, coyuntura que obliga a dirigir nuestra atención al concepto ampliado del arte de Joseph Beuys; cuando considera a cada hombre el depositario de una fuerza creadora infinita, sin ignorar, y mucho menos desmerecer la incorporación del cuerpo social en su conjunto (…). Visto así, el cuerpo de trabajo que conforma la muestra Huellas / Dibujos / Rastros que compone la tríada Benatar, Cisneros, Nieves, no se desmarca de la historia urbana ni de sus propios orígenes. Empatías, coincidencias y afinidades cuyo reconocimiento parte desde los hilos, expresados bajo diferentes coloraturas y voces, agregándole el sentido, único y particular de donde parten y donde se maneja la noción de dibujo; desde el andar y el desandar, de las tramas y urdimbres. Tejido también que nace de lo urbano, transcurrir donde se teje y se desteje. Discursividad emparentada al inmanente y profundo universo de lo femenino. Desde la costura, pero también desde el bordado; así como de la noción esencial y primaria del punto y la línea. El trazado, la cuadrícula o el punto de cruz”.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!