Por JOSÉ ANTONIO PARRA

La poesía de Kelly Martínez-Grandal (La Habana, 1980) está plena de preciosismo y densidad, tanto intelectual como ontológica. En efecto, son varios los tópicos que aparecen en su poemario, Medulla Oblongata (CAAW Ediciones, 2017). Así, se observa en esta obra el tema del exilio, tanto real como metafórico, al igual que una suerte de exilio temporal, referido a la vivencia de sus afectos de infancia. Adicionalmente, hay una dimensión trascendental en su trabajo y un abordaje de la imagen poética muy único y con algunos matices del surrealismo. En este trabajo saltan preciosas imágenes a la vista del lector cuando ella por ejemplo escribe: “Ahora descansa la transparencia de esta mañana de caracoles”.

Esta marca surreal, que si bien es solo una faceta de la obra de Martínez-Grandal, da cuenta de una autora cuya vivencia de juventud se dio en la icónica década de los años noventa, la década de lo alternativo y de la experimentación, así como de un vuelco de la mirada hacia lo retro, hacia la contracultura hippie y à gogo. Ese fue el tiempo en que justamente Kelly era estudiante en la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela, casa de estudios donde luego fue profesora.

Hay algo esencial en la biografía de Kelly Martínez-Grandal. Ella nació en Cuba y muy pronto, tanto ella como sus padres, se residenciaron en Venezuela. Hoy en día vive su segundo exilio en la ciudad de Miami. Este carácter trágico está presente de manera muy sutil e imbuida en una gran elaboración estética en este poemario. El mismo expresa otro aspecto mucho más interior y sublime del exilio; el exilio del tiempo que ya no es. Ello se nota en la mirada que da la autora a la constelación de su infancia y a la perspectiva de sí misma, al espejo huidizo que es reflejo de sí y que está pleno de belleza respondiendo a una profunda conciencia lírica. Ella lo expresa por ejemplo cuando escribe en su poema, “Zapatos de muñeca”:

“Nunca le sirvieron los zapatos de muñeca,

su baile pequeño.

Sus ojos no eran de cristal o plástico,

no estaban hechos solo para pestañear.

Adentro un corazón decidido

a no pactar con las fisuras del tiempo.

Afuera una estatura no apta para las cajas,

para ataúdes de Blancanieves.

Si algo hubiera que decir,

diría

una bestia es una bestia incluso cuando pierde,

en las patas yace la textura del suelo;

la voz del bosque no es algo que podamos callar

y nunca le cupieron los zapatos de muñeca,

las piras de sacrificio”.

Lo atemporal, en tanto experiencia existencial, está asimismo muy presente en la obra de Kelly Martínez-Grandal. Ello se nota desde el propio comienzo de Medulla Oblongata, con su poema “Cabeza de bronce”. En él, lo ontológico, lo existencial y todas las voces que atraviesan a la experiencia de la poeta son (re)presentados en la forma de significante lingüístico con gran potencia estética.

Hay que decir, igualmente, que este libro es hermoso, no solo desde el punto de vista de la confección de los textos, sino también desde el ámbito de lo editorial. En efecto, la edición posee delicadas ilustraciones, obra de la artista visual e ilustradora Ivette Díaz (Caracas, 1992). La participación en el diseño editorial de la legendaria Faride Mereb (Venezuela, 1989), figura de culto per se en el contexto editorial de la actualidad, contribuyó a acentuar el carácter atemporal de la edición. Además, este libro posee como atributo singular el hecho de ser bilingüe, con Margaret Randall en la traducción de textos. El trabajo impecable de Yovana Martínez como editora fue sin duda alguna un plus en esta pieza.

Asistimos con Kelly Martínez-Grandal a una de las voces latinoamericanas de gran potencia, sobriedad y preciosismo formal del presente. Ella es una de las escritoras y editoras de mayor agudeza que habitan el continente en este tiempo. Oportuno entonces cerrar esta nota con su poema III, presente en Medulla Oblongata:

“El espejo no es ya una mentira,

sino la complicidad entre mi cuerpo y el mundo.

Soy real,

tan real como estas manos o estos versos.

Ahora descansa la transparencia de esta mañana de caracoles.

Atrás todas las casas,

todas las ventanas que cerré

para que no se apagara el fuego

y no se fueran los invitados.

¿Y yo?

¿Dónde quedaba yo?”

_________________________________________________________________________

Medulla Oblongata

Kelly Martínez-Grandal

CAAW Ediciones (bajo el cuidado de Yovana Martínez)

Miami, 2017


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!