La música no bajó el volumen; al contrario, lo subió. Los artistas venezolanos, trabajando dentro y fuera del país, continuaron componiendo melodías, escribiendo canciones, reconquistando escenarios locales y abriéndose paso en el mercado internacional.
Los periodistas William Padrón, Humberto Sánchez Amaya, Gregorio Montiel Cupello y la productora de espectáculos Ana María Díaz se animan a resumir los momentos más importantes de la movida musical del año que termina. Un año que si bien se caracterizó por la agudización de la crisis, la dolarización de la economía y por las constantes fallas en los servicios básicos, especialmente en la electricidad, sorprendió con una oferta de espectáculos que, para muchos, durante el primer semestre hubiera parecido imposible de realizar.
El Cusica Fest fue el evento más importante del año. En eso coinciden Díaz, Montiel Cupello, Padrón y Sánchez Amaya. Durante dos días, el 14 y 15 de diciembre, 14 bandas regalaron 12 horas de música. El festival, que reunió a tres generaciones de agrupaciones en un terreno recuperado de El Hatillo, representó un momento de sosiego para los caraqueños.
«Fue un reencuentro con agrupaciones que ahora viven en el exterior, y que han tenido que pulirse aún más para poder competir en otros mercados. Muchos jóvenes nunca habían visto en vivo a bandas como La Vida Bohème, Viniloversus o Los Mesoneros. En el mismo lugar también coincidieron distintas generaciones de espectadores. Estaban los fieles seguidores de Desorden Público, Los Amigos Invisibles o Malanga, quienes pudieron apreciar a noveles bandas como Gran Radio Riviera, LaFleur y Anakena. Un fin de semana de respiro para una juventud ávida de momentos memorables”, afirma el periodista Humberto Sánchez Amaya.
Otro momento memorable ocurrió el 14 de noviembre en Las Vegas. En la gala número 20 del Grammy Latino Nella Rojas (Mejor Nuevo Artista), C4 Trío (Mejor Álbum Folklórico por Tiempo al tiempo), Rodner Padilla, bajista de la agrupación (Mejor Arreglo por el tema «Sirena» del álbum Tiempo al tiempo), Los Amigos Invisibles (Mejor Tema Alternativo por «Tócamela») y Juan Delgado (Mejor Álbum de Música Cristiana con Todo pasa) regresaron a casa con un gramófono en mano.
Díaz, Montiel Cupello y Sánchez Amaya coincidieron en que Nella Rojas fue la revelación de 2019. La margariteña tuvo un buen año. En mayo lanzó su primer disco, Voy, con el que realizó una gira con entradas agotadas en Estados Unidos y Europa y a la que le puso fin con tres conciertos en Venezuela este mes. «Creo que ha sido un año interesante para la música y para el reconocimiento de lo nuestro. Creo que es importante destacar a Nella Rojas por todo lo que ha logrado», comenta Díaz.
Por su parte, Padrón considera que el gramófono que recibieron Los Amigos Invisibles, luego de 10 años, por el tema «Tócamela«, representa un hito importante en la carrera de la banda. Sánchez Amaya lo ve, más bien, como un impulso para la agrupación, luego de años inestables por la ausencia de José Luis Pardo, Armando Figueredo y Mauricio Arcas, integrantes fundamentales del grupo, que dejaron la banda en los últimos años.
Sánchez Amaya considera que el álbum Tiempo al tiempo de C4 Trío, con el que también están nominados al Grammy americano, es un trabajo sublime que fusiona, sutilmente, ritmos caribeños. «Llevaron la música venezolana a otros linderos. Este álbum le canta al amor, a la celebración del encuentro, pero también desgarra cuando se adentra en los sentimientos del que parte, de toda esa persona que emigra. Debería ser referencia en el futuro de la reciente música latinoamericana”, agrega Sánchez.
La empresa privada también tuvo un rol importante en la realización de espectáculos. Una prueba de esto fue la séptima edición de los Premios Pepsi Music. Díaz y Montiel Cupello coinciden en que la marca hace un enorme esfuerzo en realizar el evento años tras año.
«Este galardón es la gran fiesta de la música venezolana. Es algo así como los Grammy locales, donde se le da oportunidad y se toma en cuenta la diversidad de estilos que se cultivan en el país como pop, rock, jazz, salsa, gaita, criollo, sinfónico, reggae, ska, reggaeton, trap, entre otros», afirma Montiel Cupello.
La edición de este año se realizó por primera vez con la presencia de público y en una nueva locación. Mil fanáticos llenaron el Aula Magna de la UCV. Pero hay detalles por mejorar para ediciones futuras. Entre los artistas ganadores de la séptima entrega figuraron Corina Smith, Rawayana, Miguel Siso y La Melodía Perfecta. Nacho fue reconocido como Artista del Año.
Para el director barquisimetano Gustavo Dudamel 2019 fue un gran año. Celebró una década al frente de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles y en enero recibió su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, un hito importante en la carrera del alumno más reconocido del sistema de orquestas, considera William Padrón.
«Es el primer director hispano en recibir este homenaje. Además, a mitad de año dirigió la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles para el show que realizó Natalia Lafourcade en esa ciudad. Un hito para la música popular latinoamericana», recuerda Padrón.
El barquisimetano dedicó el reconocimiento a todos los venezolanos. «Venezuela vive una situación social y política inaceptable y debemos seguir luchando ahora más que nunca por la transformación que nuestro pueblo se merece», dijo Dudamel al develar su estrella.
Gustavo Dudamel al desvelar su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood: Venezuela vive una situación inaceptable. Mañana 23 de enero será un día crucial en el cual el clamor de las mayorías debe ser escuchado y respetado. pic.twitter.com/m6qkekCOig
— Gabriel Bastidas (@Gbastidas) January 22, 2019
El talento emergente en el país también tuvo su espacio. El Festival Nuevas Bandas celebró en octubre su edición número 28. Allí la propuesta de música country de Wilmer Franco, un joven de Acarigua, resultó ganadora. Era la primera vez que un proyecto del estado Portuguesa y solista triunfaba en la competición.
«El Festival Nuevas Bandas, pese a las circunstancias, se mantiene en pie y ha servido de plataforma y vitrina para las nuevas propuestas en cuanto a la música hecha en casa», comenta la productora de espectáculos Ana María Díaz.
El talento nacional vivió momentos importantes internacionalmente. Caramelos de Cianuro se presentó este año en el Lollapalooza Chile. Fue la primera vez que una banda venezolana formaba parte del line up del festival, donde compartieron tarima con Arctic Monkeys y Kendrick Lamar, entre muchos otros. La agrupación le abrió camino a Rawayana y Micro TDH, que participarán en la edición 2020.
«El público que se acercó a ver a los creadores de ‘Las estrellas’ captó la atención de los organizadores y se sintió el peso venezolano en Santiago de Chile», comenta el periodista William Padrón.
Para Padrón uno de los reencuentros más emotivos del año fue el de Chino y Nacho en el Venezuela Aid Live. Los artistas, en ese entonces, sorprendieron al público cantando juntos, luego de varios años separados. «El show sirvió para que decidieran apartar cualquier síntoma de ego, cantarle a sus seguidores y enviar un mensaje al mundo de unidad», indica.
El concierto, organizado por el empresario británico Richard Branson, tenía como objetivo recaudar 100 millones de dólares para ayuda humanitaria, de los cuales solo se alcanzaron $2.351.812. Hasta el momento no se sabe qué ocurrió con los fondos.
Sánchez Amaya considera que el Premio a la Trayectoria otorgado a la directora coral María Guinand por la Federación Internacional de Música Coral fue un acontecimiento importante que pasó un tanto inadvertido. La venezolana también fue nombrada miembro honorario de la organización.
El 2019 también fue año de aniversarios. El álbum de Desorden Público Canto popular de la vida y muerte cumplió 25 años, el cantautor Guillermo Carrasco celebró 5 décadas de carrera artística, el maestro Gerry Weil cumplió 80 años de edad y el ensamble Gurrufío conmemoró sus 35 años de trayectoria.
Para Díaz el concierto de Desorden Público, en el Club Táchira, fue un momento de reencuentro y una oportunidad para la banda de compartir con sus fanáticos y con colegas. «Como seguidora de la trayectoria de Desorden Público afirmo que es una de las bandas más importantes del país».
En el show la agrupación presentó nuevas versiones de las canciones, temas inéditos y algunas colaboraciones con artistas importantes en la trayectoria de la banda. Todo esto formará parte de un disco que esperan lanzar pronto.
Por su parte, Guillermo Carrasco recientemente cayó en cuenta que tenía 50 años de carrera. Para el músico el tiempo pasó volando. «Es curioso cómo de pronto despiertas un día y te das cuenta que tienes 50 años haciendo», recordó en su cuenta de Facebook.
En agosto, el maestro Gerry Weil celebró su entrada a la cuarta edad, como lo describió en una entrevista con El Nacional, con un concierto en el Centro Cultural BOD. Allí lo acompañaron el guitarrista Miguel Delgado Estévez, el baterista Miguel de Vicenzo, el bajista Jorge Ramoncini, la chelista Ivonne Carmona, el violinista José Ponce y la cantante Trina Medina.
Montiel Cupello recuerda el concierto Tres Amigos, ¡Tres Leyendas!, en el que Weil compartió escenario con Víctor Cuica y Carlos «Nené» Quintero en el Centro Cultural BOD en febrero. «Estos tres iconos del jazz venezolano desde los años 60 vienen desarrollando sus respectivas carreras. Si bien entre ellos habían tocado, Gerry con Víctor o Nené, por separado, nunca habían estado reunidos los tres en un mismo escenario. Fue una tarde de muy buena música, buen jazz y mucha camaradería musical», rememora.
Este año también fue testigo de importantes regresos musicales. Frank Quintero, Ilan Chester, Aquiles Machado y Nacho volvieron a Venezuela luego de varios años ausentes de los escenarios.
Frank Quintero se presentó en el Centro Cultural BOD para festejar sus 50 años de carrera. El cantautor Ilan Chester, que no se presentaba en el país desde hacía seis años, ofreció un concierto gratuito el 15 de diciembre en la Concha Acústica de Bello Monte.
El tenor venezolano Aquiles Machado también regresó al país para presentar un homenaje a Alfredo Sadel, como parte del festival La Venezuela de Sadel. El espectáculo conmemoró 30 años de la muerte del artista y se realizó en el Centro Cultural BOD. Allí lo acompañaron el guitarrista Aquiles Báez, el percusionista Carlos «Nené» Quintero, el bajista Carlitos Rodríguez, el violinista Aquiles Hernández y la cantante Soledad Bravo. También ofreció un show gratuito en la Concha Acústica de Bello Monte.
Uno de los regresos más esperados del año fue, quizá, el de Miguel Ignacio Mendoza, Nacho. El cantante regresó a Venezuela con la gira Nacho de vuelta a casa, con la que visitaría Caracas, Valencia, San Cristóbal, Puerto Ordaz, Mérida, Lechería y Margarita. Sin embargo, los shows fueron cancelados sin mayores explicaciones.
Para muchos fue un acto de censura por parte del régimen de Nicolás Maduro, con el que el músico ha sido crítico, aunque siempre ha insistido en que el arte no es un tema de partidos ni de posiciones. Nacho decidió realizar presentaciones en lugares públicos como el Metro de Caracas, Plaza Venezuela y Altamira.
Otro regreso importante fue el de José Luis Rodríguez, El Puma, que anunció que, luego de dos años de su doble trasplante de pulmón, volvería a los escenarios. El cantante se sometió en diciembre de 2017 a un procedimiento quirúrgico para tratar la fibrosis pulmonar idiopática que padecía desde el año 2000. Salió de gira y presentó nuevo disco. El 13 de noviembre recibió el Grammy a la Excelencia lamentando la migración forzada de los venezolanos y la destrucción del país. Al recibir el premio habló de «los más de 4 millones de venezolanos que están errantes por el mundo sufriendo la ignominia de un grupo que se tomó un país riquísimo, que está destrozando».
La diáspora de músicos venezolanos fue determinante en la creación de nuevas orquestas como la Sinfónica de la Juventud (Colombia), la Sinfónica Migrante (Perú), la Latin Vox Machine (Argentina), la Bolívar Phil (Miami) y la Orquesta Cruz Diez (España), la mayoría integrada por músicos formados en el Sistema Nacional de las Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, que emigraron producto de la crisis política, económica y social que vive el país.
A pesar de la grave crisis, Díaz, Sánchez Amaya y Padrón coinciden en que la música no bajó el volumen.
«Venezuela dejó de ser punto parada de artistas de fama mundial. Eso lo extrañan quienes vivieron mejores tiempos y lo anhelan quienes no fueron testigos de grandes conciertos. Esa ausencia no mermó la publicación de discos y conciertos por parte de los artistas que siguen en el país. Además, sirvió también para la consolidación de aquellos que emigraron y lograron adentrarse en otros mercados», concluye Humberto Sánchez Amaya.