Los libros miran de frente los ojos de la muerte, se enfrentan a ella y abren las posibilidades y límites del lenguaje. En los libros, corazón palpitante de las comunidades, la sociedad puede ver retratada una parte de su rostro presente y disfrutar de un lugar seguro para el encuentro y el reencuentro. En las historias el lector es la ballena de Moby Dick pero también son sus captores; son Troya pero también son el fuego: la literatura abre las puertas de las posibilidades, permite ser y trascender al tiempo, puede intentar sanar el mundo y transformarlo con voces y palabras.
Por eso, si María Ángeles López, poeta y profesora de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Salamanca, en España, tuviera que salvar algo, salvaría los libros. “Leer es una ópera prodigiosa que consiste en ampliar el marco de visión”, aseguró. Sus palabras, a las que describió como “lamidas por otros escritores”, fueron parte de su conferencia titulada “Escribir antes y después del lenguaje”, evento central de la gala inaugural de la Feria Internacional del Libro de la Universidad de Carabobo (Filuc) realizada en Ciudad Banesco este 1 de noviembre.
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“Cuando escribo me pregunto cuál es mi lugar, choco contra los pronombres hasta que me reconozco en un nosotros precario, complejo pero real. Un nosotros de los que se encuentran aquí para celebrar el libro. Lo hago desde un yo que se sabe habitado por múltiples voces”, aseveró la experta en su discurso. A la gala acudieron las autoridades de la Filuc, la presidenta del comité organizador, Rosa María Tovar; la rectora de la Universidad de Carabobo, Jessy Divo de Romero; diplomáticos de la Unión Europea, el gobernador Rafael Lacava, el poeta Rafael Cadenas, libreros, escritores y miembros de la industria editorial venezolana.
La gala inaugural de la Filuc, que se celebra en Caracas desde 2015 para extender el alcance de la feria, estuvo marcada por la emoción del regreso. El evento cuyo lema es “Voces para el reencuentro” llevaba cuatro años sin realizarse: entre la pandemia y la crisis económica del país, la última edición fue en 2017. Este año, en su edición XIX, los organizadores y actores involucrados en su organización volvieron dispuestos a prepararse para celebrar el año que viene su 20 aniversario por todo lo alto.
“Los libros representan el mundo posible, son capaces de mostrar la magia de lo que somos posible los humanos. La escritura es el mejor invento de la humanidad y es, además, la oportunidad para reencontrarnos. La Filuc estuvo en pausa por 4 años pero ahora regresa con la fuerza de seguir adelante y ser constante”, afirmó Jessy Divo de Romero, rectora de la universidad.
La feria tendrá una duración de cuatro días del 3 al 6 de noviembre con una variada programación, talleres, actividades e invitados como el escritor, traductor y editor francés Stéphane Chaumet y el poeta y gestor cultural colombiano Jorge Valbuena.
“Una feria del libro es uno de esos pocos sucesos que nos acompañan de vez en cuando y es como una gota de aceite en la piel quemada del mundo. Los nuevos soportes de la escritura nos otorgan un espacio que lanza la historia a millones de personas en las redes. Todos escribimos pero pocos hacemos literatura. Los escritores siguen siendo los creadores de historias y los guardianes del lenguaje. Quizás el libro impreso esté condenado a desaparecer pero lo que no desaparecerá nunca serán los escritores”, aseguró Ramón Santo De Martínez, encargado de negocios de la embajada de España.
Volver a comenzar
Los años de ausencia de la Filuc no estuvieron vacíos por completo. Se celebraron tres eventos llamados “Encuentros para leer”, dos virtuales y uno presencial. Aunque fueron significativos, solo asentaron la imperiosa necesidad de volver a celebrar la Filuc como corresponde. No fue una decisión fácil decir que “sí” a un evento de tal magnitud, reconoce Rosa María Tovar, la presidenta del comité organizador. Los retos fueron muchos, empezando por la decisión de volver a hacerla.
“El tema de la pandemia nos llevó a evaluar desde el punto de vista sanitario si lo podíamos hacer en lugares cerrados o abiertos. Luego enfrentamos el reto del financiamiento, la Filuc es una feria que se autogestiona: necesitamos siempre generar los recursos porque la universidad no tiene un presupuesto para ello. Ese siempre es un tema importante al momento de decidir”, explicó.
Luego de eso, también tuvieron que evaluar el entorno editorial en Venezuela que, a su juicio, está “bastante complicado”. Desde el comité se plantearon cómo rescatar un espacio donde el libro es el centro de atención. “Queríamos que estuvieran las editoriales, las distribuidoras de libros y las librerías. Pero estábamos conscientes de las dificultades que enfrenta el sector. Fueron muchos desafíos, pero, ante todo, decidimos decir que sí”, aseguró.
La organización comenzó con una campaña de difusión bajo el lema “Voces para el encuentro”. Por medio de la difusión es que la Filuc logró las alianzas necesarias para su financiamiento, nuevos aliados que se sumaron a los de años anteriores como la que mantienen con Banesco desde 2010.
“Fuimos construyendo una plataforma que nos fue permitiendo realizar la Filuc. Otro reto es que la feria se hace en un espacio al que no estamos todavía acostumbrados”, reveló. El encuentro se hará en la galería Braulio Salazar, de la Universidad de Carabobo, donde se realizó en 1999 la primera edición. En esa época, la feria se llamaba Expolibro, era un evento que apenas estaba comenzando.
Desde entonces, la Filuc ha ido creciendo. Ahora, luego de esa ausencia de 4 años, la galería volvió a ser el lugar adecuado para la feria. “Esta edición la consideramos como una feria de transición para el año que viene. Esto es como un despertar o un volver a empezar, por eso para nosotros el lema “Voces para el reencuentro” es fundamental, simboliza estas voces que nos hemos unido para hacer posible un evento de esta naturaleza. Iba a ser una feria pequeña pero creo que el programa y la cantidad de invitados todo indica que va a ser una feria muy linda”, opinó Tovar.
Autogestionarse
La Universidad de Carabobo no tiene destinado un presupuesto para la realización de la Filuc. Tovar explicó que, ante la difícil situación económica del país, tuvieron que buscar nuevas formas para sustentar el evento y que fuera un encuentro gratuito.
“Empezamos las gestiones del evento con una columna muy importante: la venta de los stands. Nosotros alquilamos ese espacio para todos los expositores y con ese apoyo de los expositores tenemos el primer piso”, relató. En total, son aproximadamente 40 stands en los que estarán librerías, fundaciones, distribuidores de libros y el sector educativo con la Universidad de Carabobo y la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
Tras tener un primer ingreso se buscó una serie de alianzas con entidades bancarias y con los gobiernos tanto regionales como municipales que también apoyaron. Estos últimos brindaron apoyo especialmente en la remodelación y restauración del lugar en el que se hará la feria. “Luego, hay una sumatoria de empresas privadas, como Empresas Polar, librerías, BNC, Banesco que ayudaron. Creamos un plan de patrocinio que nos funcionó muy bien. También vendimos espacios de publicidad, también recibimos donaciones para resolver el tema de alimentación, traslado y hospedaje. Con la sumatoria de todo esto hemos logrado estructurar una feria que estará a la altura de lo que merecemos como público”, aseguró Tovar.
En la feria habrá homenajes, conferencias, presentaciones de obras literarias, recitales poéticos, talleres y conversatorios. También habrá stands de exposiciones y espacios gastronómicos, así como diversas manifestaciones artísticas y musicales.
La programación se desarrollará en los salones Eugenio Montejo, Juan Sánchez Peláez y Alfredo Armas Alfonzo. Además, habrá escritores venezolanos que serán homenajeados. Este año se entregará el Botón Filuc a las poetas María Clara Salas y María Antonieta Flores, al profesor Luis García y a la Fundación Empresas Polar.
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La organizadora reconoció que ha sido un esfuerzo importante. Sin embargo, han tenido una buena receptividad del sector. Agregó: “Sé que muchos otros expositores querían estar pero entendemos que es un momento difícil y estamos retomando el camino. El próximo año muchos de nuestros aliados y amigos van a ser fundamentales para la edición de la celebración”.
El libro físico irremplazable
A pesar de la fuerte crisis económica que se vive en el país y la inminente llegada del mundo digital que se aceleró con la pandemia, Tovar afirmó que el libro físico sigue teniendo mucha fuerza. “Quizás no tenemos la ventaja de tener tantas ediciones nuevas de las grandes editoriales pero tenemos un impulso importante de la editorial independiente en Venezuela que ha logrado posicionarse con ese trabajo diario para lograr seguir publicando buenos autores y libros de gran calidad. Creo que eso es fundamental para seguir fortaleciendo el sector. Para los que leemos en papel podemos leer también en digital, lo importante es que nosotros promovamos la lectura y formemos lectores”, reflexionó.
Considera que a un lector no le importa el formato sino el libro, aunque en lo personal prefiere la experiencia del libro en físico. Algo en lo que también coincide la poeta española María Ángeles López: “No creo que el libro digital pueda suplantar nunca al libro físico. Eso fue un debate que hubo y que todavía se da. Se ha visto que el libro digital tiene algunas cualidades pero el libro físico supone esa experiencia de lo que es ese objeto, su contundencia, su realidad y no creo que vayan a sustituirlo”, explicó.
La experta señaló que habrá una convivencia entre ambos formatos ya que con el libro digital se ofrece una alternativa a la crisis económica mundial, el costo del papel y los transportes. Sin embargo, insistió en la permanencia del libro como objeto: “Necesitamos la experiencia física del libro y su tipología y constitución como realidad en el mundo”.
En medio de ese torbellino adverso, la Filuc mira al futuro con ojos de esperanza y entusiasmo. Desde el comité organizador apuestan por el fortalecimiento del sector editorial en Venezuela. Desean, además, poder tener más editoriales en la edición próxima. Así como que la presentación del trabajo que se hace a favor del libro se sienta más. “Queremos que la Filuc se convierta en la feria de la ciudad. En eso hemos trabajado estos años. Es una feria impulsada por la Universidad de Carabobo pero años tras años ha trascendido esos límites. Ya no es una feria para los universitarios sino para la colectividad”, concluyó Tovar.