La obra maestra de Leonardo Da Vinci, conocida con los nombres de La Gioconda o la Mona Lisa, cada día atrae a cientos de visitantes en el Museo Louvre, en París. La pintura, que se encuentra allí desde 1797, debe ser apreciada a varios metros de distancia. Esto, por su incalculable valor y para reducir toda posibilidad de desgaste.
Recientemente, la ministra de Cultura francesa, Françoise Nyssen, expresó su intención de sacar la Mona Lisa del Louvre para llevarla en una gira por varias ciudades del país, junto con otras de las obras más prestigiosas que poseen para “luchar contra la segregación cultural”. Sin embargo, el director del museo que alberga la obra rechazó la propuesta.
“Hacerlo podría causar daños irreversibles”, expresó Jean-Luc Martínez a The Arts Newspaper. El director del Louvre detalló que la creación de Da Vinci permanece colgada en una pared de concreto, dentro de una caja sellada, con control de temperatura y detrás de un vidrio a prueba de balas. Condiciones de seguridad que serían imposibles de replicar para viajar con la pintura.
La última vez que la Mona Lisa viajó fue para una gira por Japón en 1974. Doce años antes, dejó el Louvre para ser exhibida en Washington D. C. y Nueva York.
Una grieta en el lado superior del lienzo, casi llegando al cabello de la enigmática mujer, es la principal preocupación en términos de conservación. “Hay un riesgo de degradación de la capa de pintura por expansión y contracción repetida del papel, lo que ocurre con los cambios de temperatura”, arrojó un examen en 2006.
Los expertos temen que la grieta pueda extenderse a la cara de la Mona Lisa. “Cada año notamos que la grieta se está ensanchando ligeramente. Entonces viajar está realmente fuera de discusión”, expresó Vincent Pomarède, quien dirigió el departamento de pinturas de Louvre desde 2003 a 2014.
El Ministerio de Cultura galo afirmó que la idea “todavía está en consideración”. Sin embargo, el Louvre descarta que la Mona Lisa se mueva de su lugar, ni siquiera para la exposición que planean hacer próximamente en la planta baja del museo en honor a Leonardo Da Vinci, donde la pieza protagonista será Salvatore Mundi, obra que recientemente se convirtió en la más cara de la historia.