Mayré Martinez

Si la victoria en Latin American Idol en 2006 catapultó la carrera de la venezolana Mayré Martínez, el segundo lugar en La Voz en Estados Unidos la llevó a otro nivel.

La visibilidad que le dio el reality estadounidense aún le sorprende. «Se cuadriplicaron mis seguidores», dice. No solo eso. Su interpretación de «Mi tierra» de Gloria Estefan la llevó a que el productor Emilio Estefan -responsable del éxito de artistas como Shakira, Ricky Martin, Natalia Jiménez y Carlos Vives, entre muchos otros- conociera su voz, cuenta. Así como también que el director de la Orquesta Sinfónica de Miami desde 2006, el venezolano Eduardo Marturet, confiara en su talento para invitarla a uno de los conciertos de la temporada de la agrupación.

El concierto forma parte del evento Performance Series producido por Estefan con la orquesta en el Desing District de Miami. Se realizó por primera vez en 2017 y, desde entonces, lleva artistas populares  para brindar una experiencia musical gratuita. Empezó el 18 de octubre y se extenderá hasta el 20 de diciembre.

El repertorio estará conformado por clásicos del cine que forman parte de la banda sonora de películas como Star Wars, Tiburón, Superman, Jurassic Park E.T. Además, Martínez tendrá espacio para interpretar tres canciones: «Alguien más», que forma parte de su disco My Black & Blanco (2015); «Soy mi destino», de Jon Secada, y «Amorfoda», de Bad Bunny. La selección de las canciones se realizó de la mano con Marturet.

«Siempre fue un sueño cantar con una orquesta. Ando por las nubes de la emoción. Será una de las presentaciones más importantes de mi vida. Para mí estar junto a una sinfónica es la manera más majestuosa de estar frente a una audiencia. Es una percepción personal. Es tan hermoso cantar con todos esos músicos detrás y que son solo tres canciones. El concierto realmente es de ellos», cuenta la cantante de 40 años de edad.

A Emilio Estefan lo conoció formalmente en abril. El productor la invitó junto con otras participantes de La Voz a su estudio. «Nos dio la bienvenida y nos ofreció el espacio», detalló.

Y añade: «Él es como una enciclopedia humana. Me siento tan agradecida de haber compartido con él. Cuando está contigo, es como si tuviera un impulso, una inspiración de contarle a todo aquel que lo rodea, toda la información que pueda. Es una persona sumamente generosa, con amor por la vida y una pasión por entretener, de traer cosas al mundo. Hace tantos proyectos y no se cansa, es como si nada lo venciera. Tengo entendido que no está firmando a nadie, por eso me siento tan honrada de haber compartido con él».

En mayo, Mayré Martínez participó en una vigilia organizada por el alcalde de Miami, Francis Suárez, Emilio Estefan y Eduardo Marturet para mantener la atención del mundo sobre la crisis humanitaria venezolana. En un principio el evento estaba programado para realizarse en una plaza al aire libre en el Design District, pero una fuerte lluvia obligó a cambiar de locación y los presentes fueron invitados al interior del restaurante Estefan Kitchen. Martínez interpretó su canción «Mi amada Venezuela» y el Himno Nacional. Esa fue la primera vez que trabajó con el cubano y el director de orquestas venezolano.

A pesar de que considera que es el concierto «más importante de su vida», Mayré Martínez no se hace ilusiones. «Yo he aprendido a no esperar nada. Doy todo lo que puedo dar con la mejor actitud, como si fuese lo último que haré en mi vida. Cuando espero algo, lo más seguro es que haya una decepción».

Al preguntarle si participaría de nuevo en un concurso de canto, no lo piensa mucho: «100% sí», afirma. Pero lo haría con el objetivo de promocionarse como marca: «Uno como artista es su marca y, para mí, los concursos de televisión son una oportunidad de ser una especie de infomercial de 15 minutos, que te vean millones de personas y te escuchen cantar», explica.

La primera vez que Mayré Martínez estuvo en un reality de canto fue en Fama, sudor y lágrimas, de RCTV, que se transmitió en 2005. Un año después participó en la primera edición de Latin American Idol, en Buenos Aires, donde resultó ganadora. En 2007 lanzó su primera producción discográfica Soy mi destino. Le siguió La reina de la noche (2009) y My Black and Blanco (2015).

«Sé que muchas personas esperan de mi carrera mucho más que lo que ha pasado y algunos consideran que he hecho más de lo que ellos esperaban de mí. A mí me parece que he hecho más de lo que esperaba», confiesa Martínez.

Su futuro inmediato lo tiene claro: música con sello propio es su prioridad. Asegura que tiene material grabado y que trabaja para poder lanzarlo. Dice que está a la expectativa: si lanza su trabajo de la mano de un «grande» o lo algo más modesto, con dinero proveniente de un kickstarter, una campaña de mecenazgo. Pero que del año que viene no pasa.


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