lupita Ferrer
Lupita Ferrer vive en Miami desde hace muchos años

«He decidido casarme solo cuando me enamore locamente», decía Lupita Ferrer en mayo de 1970.

Era un gran momento para ella. Comenzaba a grabar Esmeralda, ya había estado en 13 películas en México y hasta había trabajado con Cantinflas.

«Me enamoré una vez. Pero era como lo de Romeo y Julieta, un imposible. Desde entonces he estado pensando que no debo enamorarme. Se sufre mucho», agregó en aquella entrevista para El Nacional en Caracas, luego de dos años alejada del público venezolano. Tenía 23 años de edad.

Los éxitos siguieron para Yolanda Guadalupe Ferrer Fuenmayor, nacida en Maracaibo en 1947. Estuvo en películas como Mariana de la noche (1975), Los hijos de Sánchez (1978) y Amándote.

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En la década de los setenta Ferrer ya había trabajado en varias películas | Archivo El Nacional

Pero su popularidad se ha debido a la manera histriónica con la que encara el drama en las telenovelas. Entre ellas La zulianita, Mi hermana gemela y la exitosísima Cristal, en la que interpretó a Victoria Ascanio, uno de sus personajes más recordados.

Tuvo un breve matrimonio con Hall Bartlett, director de la película Los hijos de Sánchez, en la que Lupita Ferrer también actuó. Desde entonces el amor le ha sido esquivo. Pero no es un dilema en su vida. De hecho, aún espera conocer a un compañero.

«Eso está siempre latente en la mujer», dice la actriz desde Miami.

Es una paradoja, subraya, ser una mujer exitosa y no haber compaginado esa faceta con la estabilidad emocional.

Ese es uno de los tópicos que se cuentan en Lupita Ferrer: la Drama Queen, obra dirigida por Abraham Pulido que se estrenó este miércoles en la sala Black Box del Paseo Wynwood de Miami, donde se presentará hasta el domingo.

La actriz advierte que el texto, escrito por Carlos Pérez, no es biográfico sino que narra algunos pasajes de su vida. Además del amor, en él expresa lo que piensa de la crisis venezolana.

«Prácticamente nos han robado el país. En la obra hay un monólogo en el que se habla de la situación de la mujer venezolana que sale huyendo a otras tierras con los niños a cuestas. Imagínate con la xenofobia que hay en todos esos países. Es muy duro lo que ha vivido el venezolano”, dice la artista, que no viene a Venezuela desde 2010, año en que se llevó a su madre a Estados Unidos.

La situación del país le quita a Lupita Ferrer las ganas de regresar a Venezuela: «Siempre tenía la posibilidad de volver. Ahora la podría tener, pero no la quiero. Yo creo que estoy tan en contra de lo que pasa que me pondrían en la cárcel o en una embajada», comenta entre risas.

El montaje cuenta con acompañamiento de video, fotos y música. También se verá a Lupita Ferrer bailando y cantando. «Yo siempre lo he hecho (cantar y bailar). Pero me tienen como encasillada en las telenovelas y no me quieren sacar de allí».

Hay planes, luego de la presentación en Miami, de llevar la obra a Nueva York, México, Perú y Ecuador.

“Yo sí quise tener hijos”

La actriz reconoce que se arrepiente de no haber tenido hijos en algún momento de su vida, regida por las leyes del mundo del espectáculo.

«Pienso que hubiera sido mejor, quizás después del ciclo de oro, parar un poco y dedicarme a la estabilidad de mi vida personal», confiesa. Y agrega: «Mucha gente cree que yo no quise tener hijos, pero eso no es verdad. Yo sí quise. Pero aquella vorágine que tuve en mi carrera al principio, entre el teatro, la televisión y el cine, todo eso, me impidió lograrlo».

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Lupita Ferrer y José Bardina en la novela Mariana de la noche | Archivo El Nacional

Volver al teatro representa para ella un reto. No actúa en las tablas desde hace  tres años, cuando protagonizó El último rosario de Medea en el Teatro Pregones, en Nueva York.

«El teatro no es fácil. Pero algo en mí me dice que sí lo puedo hacer. Es una cosa curiosa. Es como si surgieran todos los fantasmas del pasado, empezando por el maestro (Horacio) Peterson y todos me dijeran: ‘¡Vamos, Lupita, sí puedes, lo vas a lograr!’. Nosotros, los artistas, creo que vivimos entre el presente y el pasado. Es como un cúmulo», expresa.

Ahora que regresó al teatro espera mantenerse una buena temporada. «Voy a tratar», dice. También espera con la pieza ser ejemplo para las nuevas generaciones de actrices: «Que se vean un poco reflejadas en mí».

Manuscritos

El director Abraham Pulido contó que la idea de realizar Lupita Ferrer: la Drama Queen surgió durante un almuerzo en el que ambos compartieron.

«Nos encontramos por una serie que yo estaba haciendo y quería que ella fuera parte del elenco. Ahí me entregó unos manuscritos en los que, con su puño y letra, contaba su biografía. Me parecieron maravillosos», recuerda.

Destaca que la obra es como una montaña rusa en la que el público compartirá con la actriz. «Podrán identificarse con la forma que luchó por su profesión, cómo lo sigue haciendo y con su deseo de ser feliz. Le pide a Dios que le devuelva la vida cotidiana porque ahí, quizás, es donde está la felicidad”.

@Sasamendoz


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