La periodista y escritora venezolana Ibéyise Pacheco vuelve a jugar con la ficción y la realidad en una novela que disecciona a dos hermanos metidos en la cúpula del poder en Venezuela y ha sido pirateada a los pocos días de convertirse en un best-seller en Amazon.
Los personajes protagonistas de Los hermanos siniestros son Jaime y Betty Ramírez, pero basta con ver la portada del libro diseñada por otra venezolana exiliada en Estados Unidos, la caricaturista Rayma Suprani, para apreciar su parecido físico con Jorge y Delcy Rodríguez.
Él es el actual ministro del Poder Popular para la Comunicación y la Información y ella la vicepresidenta de Venezuela.
Pacheco dice que escogió contar esta historia desde la ficción porque si lo hubiera hecho como un gran reportaje de investigación, su rigor profesional la obligaría a buscar la reacción de los aludidos en la novela y a trasladarse a Venezuela, algo a todas luces imposible.
A la periodista y escritora la alegría de ver que a las 24 horas de publicada en Amazon la novela ya tenía la etiqueta de best-seller en español, se le tornó en sorpresa y frustración cuando este viernes supo que alguien pirateó Los hermanos siniestros y la reprodujo en pdf.
“Hoy la está leyendo todo el que quiere”, dice Pacheco, quien no descarta la posibilidad de que detrás haya una “mano negra” en Venezuela que quiere que más personas conozcan a los Ramírez.
Los hermanos son voraces, tienen enemigos dentro del poder, subraya “La Pacheco”, como la conocían en su país por sus punzantes programas de televisión y radio.
El libro habla de la ambición y codicia de los Ramírez y de cómo fueron metiéndose por las rendijas del poder hasta llegar a donde están, así como de las intrigas, conspiraciones y traiciones que se tejen alrededor de los que mandan.
Los Ramírez empezaron su escalada con Hugo Chávez y siguieron con Nicolás Maduro. “Tienen mucha ascendencia en el actual matrimonio presidencial”, señala la autora de Los hermanos siniestros.
Cuando se le pregunta sí sería posible que alguno de ellos llegase a ser presidente de Venezuela después de Maduro, responde: “Sí, sin dudar”. Y subraya que tiene más bazas él que ella, que es solo el “plan B”.
El psiquiatra Ramírez, hijo de un guerrillero detenido por el secuestro de un empresario y muerto por torturas, tiene vínculos con sectores de la oposición que “todavía impulsan el diálogo y están dispuestos a ir a unas elecciones parlamentarias sin modificar el CNE”.
La novela cuenta del papel de Jaime Ramírez como rector del CNE durante el referendo revocatorio de Chávez y en la implantación de las máquinas de votar electrónicas de la empresa Smartmatic, con sede en Boca Ratón, Florida, entre otras historias electorales.
También de su relación con el sexo y las mujeres, incluida su primera esposa, que fue su paciente y le introdujo en el mundo de los intelectuales y los artistas, y hasta con alguna dirigente opositora.
Jaime y Betty son simbióticos, están unidos para el objetivo de conquistar el poder, dice. Ella es la que pelea, grita e insulta y le sirve de “escudo a él”, señala Pacheco.
En su anterior novela, Las muñecas de la corona (2017), la periodista y escritora se sumergió en el mundo de los concursos de belleza para contar, también con elementos de ficción y realidad, la corrupción en la Venezuela chavista, que también se palpa en Los hermanos siniestros.
Hugo Chávez y Nicolás Maduro mantienen en ambas obras su nombre original.
Aunque con nombres cambiados, los personajes centrales de Los hermanos siniestros son fácilmente reconocibles para un lector medianamente conocedor de la actualidad venezolana.
En general hay pocos personajes totalmente de ficción.
Incluso Mildred, una vecina de Jaime Ramírez que se entromete para conocer de su vida y que, por vía de su difunto esposo, forma parte, al igual que él, de un grupo de personas importantes que se reúne en secreto para recabar información sobre los planes del gobierno y la marcha del país, existió, dice Pacheco.
La periodista afirma que hay cosas impactantes en la realidad que no incluyó en la novela porque no se quiso “entrampar en el territorio de lo escabroso”.
La sinopsis de Los hermanos siniestros dice: “Es el rostro dantesco de torturadores, dictadores, violadores, pillos y canallas que operan desde el confort del horror como parte de un ecosistema nunca imaginado en ese país. Es un thriller inspirado en hechos reales”.