Lori Loughlin, su esposo, Massimo Giannulli, y otros padres acusados de pagar sobornos para que sus hijos ingresen a la universidad no están preparadas para ir a juicio antes del próximo año, dijeron sus abogados.
Los fiscales federales en Boston han dicho que el primer juicio de los padres adinerados que continúan batallando los cargos comenzaría en octubre y que Loughlin y Giannulli estarían en el primer grupo.
Pero dada la cantidad de pruebas, las mociones previas al juicio y la «complejidad general» del caso, es imposible ir a juicio en octubre. Así lo manifestó el abogado Sean Berkowitz, quien representa a Loughlin y Giannulli, en una respuesta presentada el miércoles. El primer juicio no debería comenzar antes de febrero del 2021, señaló Berkowitz.
El juez decidirá
Los fiscales han proporcionado a la defensa más de 1,9 millones de documentos, con más de 3,2 millones de páginas y más de 300 horas de audio y video.
Lori Loughlin y Giannulli irán a juicio por pagar 500.000 dólares para que admitieran a sus dos hijas a la Universidad del Sur de California como parte del equipo de remo, aun cuando ninguna practica este deporte. Las autoridades dicen que el pago se hizo a través de una organización benéfica falsa operada por el asesor de admisiones a universidades Rick Singer, quien se ha declarado culpable de orquestar el ardid.
Los abogados de Loughlin argumentaron que la pareja creyó que estaba haciendo donaciones legítimas y han acusado a los fiscales de esconder evidencia que apoyaría sus alegatos de inocencia.
Otros padres están acusados de pagarle a alguien más para que haga trampa en las pruebas de admisión de sus hijos. O de hacer pagos similares para que sean reclutados por las escuelas como deportistas.
Una audiencia sobre el caso está programada para el 27 de febrero.