Foto EFE

La literatura «es un acto de resistencia» en un mundo en el que la pandemia por el covid-19 obligó a las personas a vivir aisladas, afirmó este viernes la narradora portuguesa Lídia Jorge, quien fue reconocida con el Premio Feria Internacional del Libro de Literatura en Lenguas Romances 2020.

«En este momento la literatura me parece que es un acto de resistencia sumamente indispensable. Si yo tenía dudas de que el futuro iría a rescatar de nuevo a la literatura como la disciplina fundamental para todas las artes, hoy que esta pandemia ha llegado, no tengo dudas», dijo la escritora en una videoconferencia de prensa tras conocer el fallo.

El jurado del premio Fil escogió a Lídia Jorge (Boliqueime, Portugal, 1946) por su «carrera literaria marcada por la originalidad y sutileza de su estilo, la independencia de criterio y una inmensa humanidad», anunció este viernes la portavoz del jurado, Anna Caballé.

El Premio FIL de Literatura se entrega cada año durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México), el mayor evento literario en español. Se lo han otorgado a escritores como el mexicano David Huerta, la uruguaya Ida Vitale o el venezolano Rafael Cadenas.

Literatura contra el coronavirus

La también poeta y dramaturga afirmó que los escritores son como «una especie de secta alrededor del mundo, aunque no muy numerosa» porque creen firmemente en los libros, que en esta contingencia mundial son «necesarios» para todos.

Desde su residencia en Portugal, la galardonada consideró que este es el mejor momento para la literatura. Aunque muchas librerías y editoriales están en peligro de cerrar, hay esfuerzos para fomentar la lectura entre la gente que aún se encuentra resguardada en su casa.

«Hay un esfuerzo enorme para que la gente comprenda que la lectura es el ejercicio más profundo, aquel que te promete crear una sensibilidad rica, que es contra (la idea) el abatimiento de las diferencias entre nosotros que la cultura digital te mete. Es un movimiento para que los libros en papel y digitales se ayuden mutuamente para que la gente lea», indicó.

La autora de A costa dos murmurios (1988) vivió el confinamiento por la pandemia del covid-19 entre la escritura y la muerte de su madre en abril pasado, a causa de esa enfermedad.

Reveló que desde entonces ha escrito ocho textos. Pero lo que verdaderamente le tiene ocupada es la creación de uno que prometió a su madre que llamará Misericordia, en la que pretende desarrollar una metáfora «acerca de lo que ocurre en el mundo en este momento».

«El hombre es el hospedero de covid, no lo vemos, no sabemos cómo se comporta, tiene millares de letras su genoma, pero no lo conocemos, es insidioso. La naturaleza es una cuestión de hambre y lo que estamos viendo ahora es una cuestión de hambre en que lo invisible, come», expresó.

Desde el inicio de su carrera literaria, Lídia Jorge, de 74 años de edad, ha sido considerada como una de las mejores autoras contemporáneas de Portugal tras la aparición de sus primeras novelas O Dia dos Prodígios (1980) y O Cais das Merendas (1982).

Desde entonces, su producción literaria la ha llevado a ser una persistente candidata al Premio Nobel de Literatura.

Si la pandemia lo permite

La narradora se convierte en la escritora número 30 en recibir el mayor galardón de esta feria, que se le entregará personalmente durante la inauguración el 28 de noviembre próximo «si la pandemia lo permite», acotó.

Este galardón no es desconocido para la autora, quien ha visitado la FIL en alguna ocasión y asegura que Juan Rulfo, entre otros, la ayudó a entender a México y su literatura.

«Cuando pienso en México pienso en los muralistas. Pero hay cuatro escritores que han ayudado a comprender un poco México y la literatura. Juan Rulfo que daba antes el patronato este premio, ha sido muy importante en mi vida», manifestó Jorge.

Contó que la primera lectura en español fue Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, pero el descubrimiento de Pedro Páramo le abrió un mundo distinto.

«Ha sido absolutamente fundamental en mi vida, yo vivía bajo la influencia de la literatura francesa, inglesa y rusa, pero no encontraba en los años 70 el eco literario que fuera el instrumento para mi experiencia, y ha sido con los americanos de esa época que yo descubrí que era libre para hablar de la historia rural de mi país y que no era una locura», expresó.

El galardón, con una dotación económica de 150.000 dólares, será entregado el 28 de noviembre en la inauguración de la 34ª edición de la FIL de Guadalajara, la feria literaria más importante del mundo en español y que este año tendrá al emirato de Sharjah (Emiratos Árabes Unidos) como invitado de honor.


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