salas simón
Foto Archivo

Los cines venezolanos, poco a poco, van recuperando audiencias. En 2023, más de 7 millones de espectadores acudieron a las salas de los distintos complejos en el país, de los cuales más de 200 mil vieron al menos una de las películas venezolanas que se estrenaron el año pasado.

En total, 7.782.557 espectadores acudieron a las salas venezolanas, lo que representa un aumento de 31,50% respecto a las 5.918.330 personas que fueron al cine en 2022, de acuerdo con cifras de la Asociación de la Industria del Cine (Asoinci).

La película más vista de 2023 fue Super Mario Bros: la película, que llevó a las salas 1.241.210 espectadores y recaudó 3.276.018 dólares. Al filme de Nintendo le siguen Barbie, con 698.388 espectadores y 1.901.337 dólares; Elementos, con 380.897 espectadores y 892.832 dólares; Fast X, con  315.477 espectadores y 859.435 dólares; y Spider-Man: a través del spider verso, con 247.847 espectadores y 618.686 dólares.

De las 22 películas venezolanas que llagaron a las salas el año pasado, la más vista fue Simón, que aún sigue en cartelera. El filme dirigido por Diego Vicentini ha llevado, desde su estreno el 7 de septiembre hasta el 31 de diciembre de 2023, 117.329 espectadores a las salas y ha recaudado 324.447 dólares, lo que lo convierte en una de las películas venezolanas más taquillera desde 2018, después de Papita 2da base, de Luis Carlos Hueck, que vendió 1.059.578 boletos; y de El peor hombre del mundo, de Edgar Rocca, con 124.865 tickets vendidos.

Al filme protagonizado por Christian McGaffney le siguen La chica del alquiler, con 26.775 espectadores y 65977 dólares; Despedida de solteras, con 17.713 espectadores y 44.793 dólares; Mi abuela está loca de remate, con 6.227 espectadores y 15.042 dólares; y Vuelve a la vida (aún en cartelera), con 5.747 espectadores y 14.931 dólares hasta el 31 de diciembre.

El año pasado, el total de recaudación de taquilla fue de 18.308.700 dólares, 4.181.294 dólares más que en 2022, cuando el acumulado fue de 14.127.406 dólares. Un incremento significativo en comparación con los 4.698.105 dólares que se recaudaron en 2021, año el que los cines retomaron sus actividades tras la pandemia.

En enero de 2021 las salas de cine volvieron a operar después de la pausa obligada por la emergencia sanitaria alrededor del mundo. En ese momento, el sector vendió 2.027.659 boletos, lo que representa 16,9% de las ventas de 2019, último año de referencia, cuando se vendieron 12 millones de boletos.

Esto significa que en 2019 se vendían un millón de tickets al mes y 250.000 a la semana; sin embargo, la situación era mucho mejor en 2015. Ese año el público compró 30 millones de boletos: 2.750.000 al mes y 700.000 por semana.

El regreso en la industria cinematográfica no fue fácil. Al principio, los complejos tuvieron que trabajar con aforo limitado, entre 40% y 50% de su capacidad, y bajo el método de flexibilización 7+7 impuesto por Nicolás Maduro durante la pandemia.

A estas limitaciones se sumó la crisis económica y las deficiencias en los servicios básicos en el país, lo que ha hecho que muchas personas prioricen sus necesidades, dejando al ocio y esparcimiento como última opción.


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