Oricia Domínguez
Foto Cortesía

Perseverancia. Esa es la palabra que mejor define la historia de Oricia Domínguez Dos Santos, Miss Portugal 2021. Nacida en Macuto en 1994, hija de una modista de origen portugués y un avicultor español, su infancia transcurrió en un pequeño asentamiento campesino en Cataure, en la parroquia Carayaca de La Guaira, donde creció rodeada de naturaleza. Desde pequeña, dice, fue una persona determinada, capaz de solucionar los problemas que se le presentaban y con mucha pasión por la moda.

Venezolana, portuguesa y española, en 2018 participó en el Miss Venezuela con la banda de Miss Táchira, concurso donde, a pesar de no ser la favorita, fue la segunda finalista. Graduada con honores en Enfermería en la Universidad Central de Venezuela, con una maestría en Estilismo y Medios Audiovisuales impartida por Conde Nast y la Universidad Carlos III, en España, la también estilista y personal shopper representará a Portugal en el Miss Universo 2021, certamen que se celebrará en Israel en diciembre.

“En el Miss Universo daré dos mensajes: el primero es el de la perseverancia. A veces nos limitamos a hacer cosas por miedo a lo que dirán los demás, o tenemos miedo de seguir intentándolo. Pero la vida consiste en eso, en fallar, aprender y volver a intentar. Ese mensaje lo transmite mi historia. Y el segundo mensaje será el del empoderamiento femenino a través de la imagen. Soy estilista, personal shopper y esa es una de las cosas que quiero potenciar durante el certamen”, comenta.

Oricia Domínguez
La venezolana creció rodeada de naturaleza en un asentamiento campesino | Foto Cortesía

Todas las mujeres, asegura, en algún momento de sus vidas sienten inseguridades. Por ello, dice, es importante reconocerlas para sacarle provecho a los puntos fuertes. “A través de la imagen se puede lograr. Quiero que las mujeres tengan más éxito en sus vidas. Porque si logras que las mujeres se sientan más seguras, darán cada paso firme para lograr lo que se propongan. Las mujeres somos indetenibles y no hay nada imposible para nosotras”, afirma.

Belleza e inteligencia

Oricia Domínguez Dos Santos estudió en Carayaca hasta noveno grado y luego tuvo que continuar en Catia La Mar por su interés en el área de ciencias. Se graduó con honores (dónde se graduó), obtuvo el mejor promedio de la promoción y logró ingresar en la UCV, una de sus más grandes metas. A la par, inició su carrera en el mundo del modelaje.

“La moda siempre estuvo muy cercana a mí porque mi madre era modista y yo era su modelo. Yo diseñaba vestidos para que ella me los patronara”, relata. Tenía 15 años de edad cuando comenzó a trabajar con la agencia Garbo & Class, en Caracas. Viajaba de La Guaira a la capital cada vez que tenía clases.

Para ese entonces el modelaje era un trabajo extra: quería centrarse en los estudios y crecer intelectualmente. Por eso,  a los 17 años de edad le dijo a sus padres que se mudaría a Caracas para continuar con sus estudios.

En sus estudios de pregrado mantuvo su vocación de servir a los demás. Obtuvo todas las menciones posibles tanto como estudiante como en su tesis de grado. Fue dirigente estudiantil, dirigió proyectos de servicio comunitario en el área de la salud, especialmente en el sector de donación de sangre, que la hizo ganadora de una beca para estudiar inglés en Boston. Además, participó en Lidera, un programa de formación de liderazgo en el que consiguió el promedio más alto.

Estaba por graduarse en la UCV, donde obtuvo la mención summa cum laude, cuando murió su madre, un hecho que marcó su vida. Hija única, se hizo cargo de su padre, ya bastante mayor, quien falleció en 2018. En ese momento de su vida se enfocó en su crecimiento personal formándose en coaching organizacional y programación neurolingüística.

Apareció entonces el Miss Venezuela.

Aprovechar las oportunidades

Oricia Domínguez siempre vio al Miss Venezuela y al Miss Universo en un horizonte lejano, al que le parecía muy difícil llegar. “Participar en un certamen así siempre lo vi como algo inalcanzable que no estaba en mis objetivos de vida porque siempre estuve más enfocada en mi carrera universitaria. Pero en 2018 se me presentó la oportunidad de participar en el Miss Venezuela. Me postulé de manera online y  el destino lo tenía en mi vida porque quedé”, comenta.

Era la primera vez que participaba en un certamen de belleza. “Fui la segunda finalista, para mí un logro bastante grande. Fue lo que me hizo, en parte, cambiar mi carrera hacia el mundo de la moda”.

Trabajó un año con la Organización Miss Venezuela. “Estuve en campañas, detrás de cámaras y pensé ‘me gusta la moda, la disfruto, puedo trabajar en esto’. Apliqué para el Máster en España una vez terminé mi contrato con el concurso y me encantó. A partir de entonces empecé a meterme en el mundo del estilismo”, relata. Gracias a la maestría trabajó para GQ, Vogue y Vanity Fair, así como en publicaciones no tan conocidas.

Oricia Domínguez
El Miss Venezuela le enseñó que podía trabajar de su pasión: la moda | Foto Cortesía

Al terminar la maestría y en medio de la pandemia, apareció la segunda oportunidad de participar en un concurso de belleza nacional, en este caso Miss World Spain 2020. Representó a la provincia de Guadalajara, donde obtuvo un puesto de finalista en el módulo de proyecto social, que no fue suficiente para obtener una posición entre las finalistas del certamen.

No se olvidó de su carrera universitaria y de su pasión por la enfermería. En Europa solicitaron enfermeras voluntarias durante la pandemia, una iniciativa en la que quiso participar, pero no pudo porque su título universitario no está homologado todavía. “No puedo ejercer, por eso mudé un poco mi carrera a mi hobby que es la moda. Enfermería es una carrera que al país que vayas tienes que homologar, eso tarda aproximadamente dos años. Pero a mí me encanta mi carrera y la ejerzo todos los días en mi vida. Enfermería es la carrera de la vida porque hay muchas cosas de tu salud, de la salud de tu entorno, que se pueden prevenir y curar. Todo lo que te enseña te ayuda muchísimo día a día”, afirma.

Y agrega: “Lo que era mi carrera se convirtió en un apoyo para mi vida diaria. La vida tiene sus etapas, por eso considero que la planificación familiar y los proyectos de vida son importantes. Si tú planificas tus metas y los momentos en los que te prepararás para cada objetivo, puedes hacerlo y lo vas a hacer con éxito”.

España, Portugal y Venezuela

La historia de la familia de Oricia Domínguez es la misma que la de cientos de portugueses y españoles que viajaron a Venezuela en el pasado en busca de un futuro mejor. “Mi papá viajó primero. En ese momento España no estaba bien y su familia pasaba por una situación bastante precaria. Venezuela en ese momento era el sueño americano, estaba en una muy buena posición económica, era un país que estaba surgiendo”.

Años después, sus papás se conocieron en Venezuela. Su familia materna emigró a Venezuela porque su tío mayor fue soldado en Portugal y murió en la Guerra de Angola. “En ese momento, el servicio militar allá era obligatorio, así que para evitar que mi tío menor tuviera que cumplirlo, la familia decidió ir a Venezuela”.

Tiene tres nacionalidades: española, portuguesa y venezolana. En Portugal vive con familiares, tías y primos maternos, mientras que en España y en París tiene familiares paternos. “Mi familia está un poco regada por el mundo”.

Oricia Domínguez
Siente mucha afinidad con la cultura portugesa, aunque es una mezcla de las tres | Foto Cortesía

En su casa la cultura portuguesa siempre estuvo muy presente, al igual que la gastronomía española. “Siempre comíamos bolo do caco (torta), bacalao, empanada gallega o pulpo. Ambas culturas siempre estuvieron en mi vida”, comenta.

Estudió en un entorno donde había también muchos hijos de portugueses y españoles. “Creo que soy una mezcla de todos estos mundos de los cuales he tomado lo mejor.  Tanto Venezuela, como España, como Portugal, son parte de mí. Me identifico con las tres. Las etapas más importantes de mi vida las he vivido en cada uno de esos países. Pero si nos vamos por afinidad, el folklore portugués me encanta. En el Miss Portuguesa realicé una danza tradicional de la isla de Madeira”, cuenta.

A diferencia de muchos migrantes venezolanos que sufren la xenofobia, la experiencia de Oricia Domínguez ha sido distinta. “El mundo es redondo y hay épocas en las que un lado del mundo está bien y el otro mal, pero eso puede cambiar. Fue lo que pasó cuando muchos portugueses migraron a Venezuela y ahora que muchos venezolanos están emigrando, esto hace que esa receptividad exista. Los portugueses nos reciben muy bien”.

Como Miss Portugal 2021 ha recibido muchísimos comentarios positivos. “Un comentario que me dio mucha risa es que tengo más pasaportes que James Bond. Pero en general ha sido una receptividad muy buena, tengo el apoyo de los venezolanos, de los portugueses y de los españoles”, comenta.

Actualmente, Oricia Domínguez trabaja como estilista de moda y personal shopper en imagen personal. También hace traducciones y asesora a mujeres para que se empoderen a través de la imagen.

De Portugal recomienda sus ferias y fiestas tradicionales del país. “Siempre hacen bailes y en el último invitan a las personas a participar. Yo siempre soy la primera en unirme”.

Sin embargo, a pesar de la bonita experiencia que ha sido encontrarse con sus orígenes, no olvida esa sensación agridulce que le dejó despedirse de Venezuela. “Cuando emigras solo te puedes llevar dos maletas, tres maletas, a veces solo una. La vida no te cabe en ellas. Eso es lo más difíciles que puede vivir cualquier persona que emigre”.


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