Dirección Opuesta
Dirigida por Alejandro Bellame, y protagonizada por Claudia Rojas, Christian González y Erick Palacios, se estrenará este sábado el Cinequest Film Festival de San José, California | Foto Cortesía

“Esta va a ser tu próxima película”, le dijo Elsy Goméz a su esposo, el director Alejandro Bellame, al ponerle sobre su mesa de noche un ejemplar de Blue Label/Etiqueta Azul (2010), la primera novela de Eduardo Sánchez Rugeles.

Y no se equivocó.

10 años después de que se publicara la novela que ganó la única edición del Premio Iberoamericano de Novela Arturo Uslar Pietri se estrenará Dirección Opuesta, adaptación cinematográfica del libro en el Cinesquest Film Festival de San José, California.

La novela Blue Label/Etiqueta Azul narra la historia de Eugenia Blanc. De hecho, Eugenia es quien cuenta su propia historia: es un texto que tiene la oralidad juvenil como forma narrativa. Desea irse del país en el que se siente ajena; no se reconoce entre los demás. Para lograrlo, emprende un viaje hacia Altamira de Cáceres (estado Barinas) para buscar los documentos con los que podrá optar a la ciudadanía francesa, acompañada de Luis Tévez y Vadier Hernández.

“La primera lectura fue muy rápida y agradable. Cuando la terminé me dije que tenía que hablar con el autor porque me pareció una historia pertinente”, dice Bellame desde Italia.

La película se concibió en 2011, cuando contactó al escritor por redes sociales. No comenzaron a trabajar de inmediato. Sánchez tenía una “idea romántica” en la que sus estudiantes interesados en cine realizarían la película, pero no se materializó. Tiempo después iniciaron la escritura del guion a cuatro manos.

“Recuerdo la primera muestra del guion que le pasé a Alejandro (Bellame). Le dije ‘déjame hacer el ejercicio de volcar la novela en formato guion y luego te lo paso y tú lo intervienes’. Tenía como 300 páginas y a Alejandro por poco le da un infarto (…) No tenía idea noticia del guion como género. Yo lo que hacía era novela y Alejandro fue un maestro bastante didáctico en ese sentido. Desde que comenzamos a trabajar en Dirección Opuesta en 2012, quizás hasta la fecha, ya tengo una experiencia de escritura de cinco o seis largometrajes. Gran parte de la formación que he adquirido como guionista fue ese primer enfrentamiento al género con Blue Label/Etiqueta Azul”, cuenta Sánchez Rugeles desde España.

Pero no por eso renuncia a la ficción literaria: “Yo soy un novelista de pura cepa. Mi medio natural es la novela, es lo que más me gusta hacer, pero me siento muy cómodo haciendo guiones. Es divertido. Me encanta pensar las historias desde otro lugar, verlas con la estructura del guion. Puedo compartir esas dos aficiones sin que choquen, pero si tengo que elegir entre uno y otro me quedo con la novela”.

Dirección Opuesta

Bellame también explora un nuevo terreno. Dirección Opuesta es su primera adaptación. Sus largometrajes anteriores, El tinte de la fama (2008) y El rumor de las piedras (2011), son historias originales. “Una adaptación es más difícil. Es llevar una historia de un formato al otro. El cine se vale de un tipo de herramientas que la literatura no tiene y, a su vez, la literatura se vale de herramientas que el cine no puede exponer. A veces era él, a veces era yo quien quería conservar cosas exactas de la novela. A veces era él que me decía ‘no, eso no va’. Yo me sorprendía muchísimo por las renuncias que él era capaz de hacer a la obra original. Como dice una regla: para hacer la adaptación de un libro tienes que leerlo y luego botarlo”.

Lo que se verá en pantalla tiene la esencia del libro. Hay ligeros cambios: Eugenia será italiana, una decisión que se tomó al conseguir la coproducción con Italia, necesaria para poder aplicar al fondo Ibermedia. Por otra parte, Luis Tévez no será un compañero de clases de Eugenia: trabajará en una biblioteca en la que acuden los estudiantes. Incluso, ya no será fan de Bob Dylan, sino de Cayo Troconis (Sentimiento Muerto/ Dermis Tatú) cuya canción “Dirección Opuesta” da título al filme, además es un tema inédito de la banda conformada también por Héctor Castillo y Sebastián Araujo, quien además hizo la música que aparecerá en los créditos. Los derechos por las canciones del Nobel de Literatura estadounidense resultaron muy costosos para la producción, por lo que decidieron darle “un toque indie con ritmo local, pero al mismo tiempo universal”, indica Sánchez Rugeles.

El casting está conformado por Claudia Rojas como Eugenia Biancci, Christian González es Luis Tévez, Erick Palacios da vida a Vadier, Edmary Fuentes interpreta a Titina y Diana Volpe se pone en la piel de Nora. Este último personaje es original de la adaptación y contribuirá a explorar un poco más la etapa adulta de Eugenia, que no se desarrolla tanto en el texto.

Eugenia Biannci “ha estado rodeada de un ambiente completamente disfuncional y ha tenido que resistir esas adversidades”, cuenta Claudia Rojas, de 25 años de edad, quien comenzó como cantante y ahora lleva una larga trayectoria sobre las tablas. Su más reciente actuación fue en la adaptación teatral de Jan Vidal de Casas Muertas, donde interpretó a la joven Carmen Rosa. “Emocionalmente, ella decidió bloquear ciertas cosas, generar indiferencias para que no se la trague el mundo”, añade la actriz de Eugenia.

Rojas entró como protagonista de Dirección Opuesta luego de que María Gabriela de Faría saliera del proyecto para formar parte del elenco de la serie Deadly Class. Estaba en Margarita cuando recibió la llamada del director. Al llegar a Caracas inició el rodaje. “No tuvo tiempo para preparará el personaje. Pero cuando miren la película, verán el maravilloso trabajo que hizo”, señala Bellame.

“Es una muestra de que cuando las cosas son para uno, lo son”, dice Rojas, pues desde que leyó el libro a los 18 años se sintió identificada con Eugenia. “Esto soy yo. Yo tengo que hacer esto”, se dijo en ese momento.

No es la primera vez que trabaja en la gran pantalla. Yo, mi ex y sus secuestradores (2017) de Javiera Fombona. Al igual que Rojas, Christian González, quien le da vida al cómplice de Eugenia, Luis Tévez, también tiene experiencia en cine. Formó parte del elenco de la segunda película de Alejandro Bellame en 2011.

 

Desde Chile, cuenta que sintió una conexión con Luis Tevez cuando leyó el libro. “Puede que por su personalidad. Es una persona que ha tenido ciertas experiencias en el pasado que emocionalmente no ha sabido sobrellevarlas en su presente. A nivel superficial lo pintan como el galán, el guapo, el superficial, pero por dentro hay algo que lo está comiendo”.

Agrega: “se muestra muy simpático, una persona muy dada, pero por dentro está llevando muchas emociones fuertes y creo que las pocas personas que realmente lo conocen saben lo que le está pasando. Es una persona sumamente reservada. No es muy comunicativa con lo que realmente siente. Eso a nivel de actuación fue lo que más me atrapó. Como se muestra con el resto de las personas o como lo miran y lo que realmente es”.

En el viaje los acompaña Vadier Hernández, interpretado por Erick Palacios, de 26 años, quien incursiona por primera vez en el cine. Antes había trabajado como extra, pero su desarrollo actoral siempre lo ha hecho sobre las tablas. La última obra que realizó fue Las sillas, en el IV Festival de Jóvenes Directores.

“Es el personaje que más llegó a mí. Es el bohemio, el que no sigue las reglas, hace lo primero que piensa. Si quiere bailar reguetón en medio de una plaza, lo hace. No le importa lo que la gente piensa, es un personaje sobresaliente. Es una persona 100% sin filtro, pero que daría todo por las personas que quiere. Es una persona muy profunda en sentimientos. Si te quiere, te quiere y si no le caes, te lo va a decir de frente. No le puedes caer bien, pero puede tripear contigo. No piensa las cosas dos veces, no la sobreanaliza”.

Continúa: “Otra cosa es que es gracioso, a pesar de que no intenta serlo. Eso fue un reto porque al principio llevé el personaje un poco hacía mí. Intentaba ser gracioso y eso estaba mal. Él es gracioso por naturaleza, él no dice las cosas para que alguien se ría, es así. Me costó eso. Es muy ocurrente, sin filtro”.

Una de sus preocupaciones era poder explorar la amistad entre los tres personajes. Y la química se dio. El rodaje formalmente comenzó en enero de 2018 (las escenas que hicieron con de Faría fueron regrabadas).

Para mediados de ese año ya habían culminado las grabaciones en Venezuela, que incluyen escenas en el páramo de Mérida, Altamira de Cáceres, Barinitas, Calderas, Boconoito, Acarigua y Caracas. En diciembre finalizaron las escenas en Roma. Desde entonces, no se había tenido noticias de la producción de Dirección Opuesta hasta que anunciaron el estreno.

“Si la película tardó tanto en levantarse fue porque era –es- una película muy costosa. Levantar esos fondos tomó tiempo, así como la planificación y la preproducción.  Pero ese tiempo nos permitió hacer continuas relecturas del material y tratar de mejorarlo”, indica Sánchez Rugeles.

En Venezuela contaron con la coproducción de Elrumor producciones, Soda Producciones, Capitolio y Tres Cinematografía. Incluso tuvieron un apoyo inicial del CNAC que, señala el director, “se pulverizó porque la película tomó tiempo en realizarse, el aporte del CNAC no se mueve, es ese y ya no se incrementa. Fue importante como capital semilla, pero realmente en el grueso del presupuesto de la película no representa algo realmente importante”.  En Italia participó Mediterranea Productions.

Se desconoce cuándo llegará a Venezuela. Sin embargo, Bellame explica que dependerá de qué tan largo sea el recorrido por festivales. “Hemos postulado a varios. Unos dijeron que sí, otros que no.  Pero aún no se puede decir porque ellos no han hecho la difusión de su selección”, dice. Aunque ya tienen un distribuidor en el país: Cines Unidos.

Dirección Opuesta no es la única adaptación que se realizará de un libro Eduardo Sánchez Rugeles. Jezabel (2013) estará a cargo de Hernán Jabes y se encuentra en proceso de postproducción. El escritor también participó en la adaptación de Liubliana (2012), que escribió a cuatro manos con Héctor Palma, pero enfatiza que “le falta recorrido. Es una película costosa, hay que levantar fondos, apenas hace unos meses terminamos una primera versión de guion y es uno de los proyectos que está sobre la mesa”.


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