Unorthodox Netflix
Foto Archivo

La miniserie de Netflix Unorthodox se ha convertido en otro de los títulos que durante este periodo de cuarentena está teniendo un éxito inesperado. Es la primera producción de la plataforma que se grabó en lengua yidis, el idioma judeoalemán de las comunidades judías asquenazíes. La ficción está inspirada libremente en la autiobiografía de la autora Deborah Feldman, Unorthodox: The Scandalous Rejection of My Hasidic Roots, lo que implica que gran parte de lo que se narra en la ficción está basado en hechos reales.

Para aquellos que aún no conozcan la miniserie, Unorthodox relata en sus cuatro episodios la vida de Esther Shapiro (Shira Haas). Esta adolescente de 17 años pertenece a una comunidad de judíos ortodoxos jasídicos de Brooklyn, Nueva York. Luego de casarse en un matrimonio concertado con Yanky (Amit Rahav), un joven de 19 años, Esther verá cómo su vida cambia radicalmente, al raparle la cabeza y quedar supeditada a cualquier decisión de su marido.

Es al quedarse embarazada cuando Esther tiene el valor de retomar el contacto con su madre, que vive en Berlín. La joven consigue huir a la capital alemana para comenzar una nueva vida. Sin embargo, su todavía marido decide seguirla hasta el país centro-europeo para intentar traerla de vuelta.

Al estar inspirada libremente en la autobiografía de Feldman, la serie se toma muchas licencias respecto a su fuente. De hecho su protagonista se llama Esther Shapiro, en lugar de llamarse como la autora.

Una historia de liberación femenina

Respecto a la opresiva vida de la comunidad jasídica, Unorthodox en Netflix sí narra una realidad que sufren muchas mujeres judías ortodoxas. Por ejemplo, que les rapen el pelo, obligándoles a utilizar pelucas o velos, al igual que no se les permite leer libros o ver la televisión si no tienen el consentimiento de su esposo.

Sin embargo, la historia de Unorthodox en Netflix difiere bastante de la vida de Feldman, aunque tiene puntos en común. Ambas desarrollan pasión por las artes, Esther por la música, mientras que Feldman fue por la literatura. «Como leía libros en inglés ya sabían que era una niña mala», declaró la escritora a The Guardian.

Tanto Esther como Feldman vivieron matrimonios arreglados a la edad de 17 años con un «joven erudito del Talmud con rizos dorados». La diferencia es que Esther decide huir a Alemania cuando queda embarazada, mientras que Feldman ya se había convertido en madre cuando tomó la decisión de marcharse a Berlín.

De hecho, Feldman comenzó su proceso de liberación en Estados Unidos, al matricularse en la Universidad Sarah Lawrence. Allí hizo amigos y se «obsesionó» por conocer todo lo que su comunidad consideraba «pecaminoso».

“Me alejé de mi matrimonio y de mi religión para siempre en la víspera de mi cumpleaños 23. Me fui nada más que con mi hijo y con algunas bolsas llenas de ropa», explicó Feldman a Metro.

La mujer en las comunidades jasídicas

Fue el querer darle una educación diferente a su hijo y brindarle la oportunidad que a ella le fue negada lo que hizo que decidiera huir a Alemania, lugar donde reside actualmente. «Cambié de número de teléfono, de dirección, no le dije a nadie adónde había ido. Para las personas cuya sangre es la misma que la mía, es muy probable que les haya perdido para siempre», comentó al mismo medio.

Eso sí, tanto la serie como la autobiografía ponen de manifiesto cómo para una mujer es doblemente complicado salir estas comunidades religiosas tan opresivas.

«Es más fácil para los varones encontrar los medios para independizarse y escapar de las sociedades jasídicas. Las mujeres estamos más atadas, en ese sentido, dependemos financiera y emocionalmente de los hombres. Rara vez se enfrentan a la oportunidad de

 

 

xplorar el mundo exterior», denunció la autora.


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