Britney Spears
Foto Archivo

Britney Spears estuvo muy activa en las redes sociales durante las últimas semanas: tiene 25,8 millones de seguidores en su cuenta de Instagram que están atentos a sus publicaciones. Las recientes fotos de la cantante llamaron la atención de sus fanáticos, quienes interpretaron que les estaba enviando un mensaje encubierto.

Al recorrer la galería de la Princesa del pop las imágenes no parecen tener un doble sentido: se trata principalmente de selfies y bailes. Sin embargo, destaca uno de sus últimas publicaciones, donde se mostró completamente «tatuada» con dibujos temporales hechos de henna.

La publicación superó los 719.000 likes y mientras algunos elogiaban su figura, otros advirtieron que parte del fondo donde posó la intérprete de «Toxic» es de color amarillo. Este detalle fue uno de los argumentos de los fanáticos para comenzar un pedido de libertad para la cantante, que a sus 38 años todavía no puede manejar sus finanzas debido a los problemas psiquiátricos que enfrenta hace más de una década.

Bajo la consigna #FreeBritney, los fanáticos se reunieron en Twitter para explicar sus motivos para creer que la artista está pidiendo ayuda a través de sus publicaciones: según aseguran, le habían pedido en un Live de Instagram que usara algo amarillo en caso de necesitar ayuda, y como en otro de los videos también posó en una pared de ese color, sintieron que reafirmaba el «mensaje subliminal».

Esa coincidencia enloqueció a los fanáticos y muchos analizaron con detenimiento las publicaciones de Spears. Otro fanático relacionó la frase «Tengo secretos en mis ojos» en otra publicación, y que adornó su pelo con flores, con el texto de la novela The God of Small Things, de Arundhati Roy, en el que la protagonista desea desesperadamente escapar de un padre controlador.

Todas estas teorías tienen su base en la situación actual de la artista: su padre, Jamie Spears, es quien tiene la tutela legal de su hija, que a pesar de tener 38 años de edad, para la justicia aún requiere de un guía que maneje sus finanzas.

Todo empeoró en 2007, cuando la estrella estaba en una espiral de depresión, alcohol y estupefacientes tras divorciarse de Kevin Federline. Estuvo en un centro de desintoxicación mientras y un juez le entregó a su exesposo la custodia de los dos hijos que tienen en común. Pasaron 13 años y no pudo recuperar la tutela de sus hijos, pero puede seguir manteniendo contacto y visitas programadas.

La mamá de Britney, Lynne O’Field Portell, solicitó la tutela de su hija en las últimas audiencias y los seguidores de la artista redoblaron la apuesta: «Que nos explique cómo alguien con una salud mental frágil puede lanzar cuatro discos, tener una residencia de cuatro años en Las Vegas o ser jurado en X Factor«, fue uno de los argumentos comunes de los fanáticos.

Más allá de las señales que interpretan sus fanáticos, los famosos se basan en los aspectos legales para apoyarla: Miley Cyrus, Paris Hilton y Cher se sumaron a la campaña virtual #FreeBritney para que en agosto, cuando se reactive el juicio que revisará el caso de Spears, le devuelvan cierta independencia en cuanto a su dinero, ya que todo lo maneja su padre.

Sin embargo, el portal de noticias TMZ, asegura que consultó distintas fuentes y afirmaron que la cantante no está en una situación de rehén, tal como dicen sus fans, sino todo lo contrario: «Está pasando un mal momento. Su me­dicación dejó de funcionar y sus médicos no logran encontrar la combinación que le permita mejorar».


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