ABBA
ABBA. Foto: Fredrik PERSSON / TT News Agency / AFP

Fueron 10 años intensos los del grupo ABBA. La banda sueca integrada por Agnetha FältskogBjörn UlvaeusBenny Andersson y Anni-Frid «Frida» Lyngstad nació en 1972 y se disolvió en 1982, a pesar de que sus canciones siguieron sonando por muchos años; incluso se escuchan hoy, cuando las noticias de su regreso, con un espectáculo holográfico y dos nuevos temas, convocaron a sus fans.

Durante esos 11 años de actividad grabaron 8 discos, pero si se tiene en cuenta que su actividad discográfica de registros de estudio comenzó en 1973 y culminó en 1981, la cuenta da un promedio de casi un disco por año, ritmo al que estaban acostumbrados los artistas exitosos en la década del setenta. El álbum que menos copias vendió fue el primero: un millón de discos. En general, los siguientes registraron ventas entre los siete y ocho millones de copias. El más vendido fue Arrival, su cuarta producción, que superó los 10 millones de ejemplares. Ring Ring (1973), Waterloo (1974), ABBA (1975), Arrival (1976), The Album (1977), Voulez-Vous (1979), Super Trouper (1980) y The Visitors (1981). Este es el orden cronológico, pero también se pueden armar listas según el gusto de cada oyente o por la calidad de cada disco. Este podría ser el caso de esta lista que no premia canciones sueltas sino jerarquiza a cada álbum como un todo. Es decir: en este caso, los más “hiteros” no serían los mejores.

8) Ring Ring (1973)

El título del primer disco de ABBA está inspirado en una canción que el dúo de compositores Björn Ulvaeus y Benny Andersson escribieron para el el Melodifestivalen de 1973. Más que un el primer disco de un proyecto, Ring Ring fue la consecuencia de un nuevo rumbo. Björn y Benny trabajaban como dúo desde finales de la década anterior, incluso habían escrito la banda de sonido de una película. Este disco de 1973, cuando decidieron grabar con sus novias, Agnetha y Frida (y cuando el grupo todavía llevaba los nombres de los cuatro, ni siquiera se llamaba ABBA), fue una síntesis de esa vuelta de tuerca que le quisieron dar a su actividad artística. Excepto el primer tema, que tuvo una versión en sueco, las canciones fueron publicadas en inglés. Son doce pistas que tienen canciones de riff machacosos (como “Ring Ring”), canciones de medio tempo (”Another Town, Another Train”) o baladas (”Dessillusion”). Incluso piezas que evocan el gospel, como “People Need Love”. También hay títulos que están en sintonía con las canciones de los musicales (”Me and Bobby and Bobby’s Brother”). Este primer disco es también la primera muestra de un grupo que apuntó, desde este inicio, a una canción internacional, nutrida del pop de su época. De ahí la notoria influencia tanto inglesa como norteamericana en las composiciones. En parte, releva el hippismo sesentista con la paz como consigna y el amor, aunque a veces en un sentido más religioso. Hay algo medular en este álbum (esas letras directas, simples, ATP) que se mantuvo a lo largo de toda la carrera de ABBA, aunque en esta instancia era algo apenas incipiente, un poco “verde”, en comparación con el desarrollo que el grupo obtuvo tiempo después. “She’s my kind of girl, she makes me feel fine (Ella es mi clase de chica, me hace sentir bien)”. Comentarios de ese estilo abundan en el álbum. A los doce temas originales algunas ediciones sumaron otros tres, que cuentan con “Santa Rosa” y la versión en sueco de “Ring ring”.

7) The Album (1977)

Podría ser considerado un disco de transición. Es el más corto. Es el que retoma tres temas que habían sido compuestos inicialmente como un minimusical para ser interpretado en los shows de la gira Arrival: “Thank You For The Music”, “I Wonder (Departure)”, “I’m A Marionette”. Son los tres que ayudaron a completar la lista de nueve pistas. Como en aquella época mucho de lo que ABBA tocaba se convertía en oro, la inspiración de Björn, Benny y su colaborador Sig Anderson volvía a dar nuevos hits. Desde el “Thank You For The Music” hasta “Chance On me”. Más allá de ese aporte de grandes éxitos, The Album no es una producción con mayores matices ni canciones que se destaquen.

6) The Visitors (1981)

Es la última placa de la banda, que seguía funcionando sobre el escenario pero ya había formalizado dos divorcios: el de Agnetha y Björn, primero (1978); el de Benny y Frida, en 1981 (aunque ya estaban separados desde 1980). The Visitors es, en parte, un disco diferente del resto de los que había grabado ABBA. Los compositores recurrieron a otro tipo de armonías, arreglos y sonoridades inauguradas en ese inicio de los ochenta. Aparecen segundas lecturas de algunos temas. “Slipping Through My Fingers” está inspirado en Linda, la hija de Björn y Agnetha. “When All Is Said And Done”, según reconoció Benny muchos años después, lo escribió inspirado en el divorcio de Björn y Agnetha. Como curiosidad, las ediciones para el mercado hispanohablante incluyeron estos temas en castellano, con esta traducción: “No hay a quien culpar (”When All Is Said And Done”)” y “Se me está escapando (Slipping Through My Fingers)”.

5) Super Trouper (1980)

Vuelta de página y de década. Ya era 1980 cuando lanzaron este trabajo, la disco music que le había dando buenos éxitos iba quedando atrás y el cuarteto buscaba otros horizontes, o reformulaba lo que venía haciendo. A estas alturas, a pesar de que tomaba de aquí y de allá e internacionalizaba muchos estilos, ABBA tenía un sello personal que seguía madurando en las canciones de Björn y Benny y en las voces de Agnetha y Frida. La canción “Super Trouper” es la primera muestra de un cuarteto que hay madurado la producción de sus canciones, aunque las piezas que reunieron para esta producción no hicieran de Super Trouper uno de sus mejores discos. Por supuesto que hay al menos un hit (“The Winner Takes It All”), baladas, temas de medio tempo o que hayan sido construido como una pieza de musicales y algún toque rockero. También hay canciones que, como sucedió con la creación de otras bandas, fueron una transición o eslabón entre la música de los setenta y el pop que llegaría en los ochenta (por caso, “On and On and On”).

4) Arrival (1976)

La frase “Pista con bola de espejos” tiene varios sinónimos, uno de ellos es “Dancing Queen” el mayor éxito del grupo ABBA. Era 1977 y la disco music era la estrella de la industria de la música. Lo curioso es que “Dancing Queen” no tiene todos los atributos de los temas disco: ni la clave característica ni el tempo. Pero la atmósfera que crear revalida su condición disco. Fue el gran hit de la banda porque llegó al primer puesto del Hot 100 de Billboard. Sin embargo, no fue elegida como primer corte de difusión por la compañía discográfica del grupo. Ese lugar lo ocupó “Fernando”, menos exitoso, aunque bastante popular, por eso, aunque no estaba en la lista original de canciones, las ediciones en algunos países la agregaron.

Arrival es el cuarto disco de ABBA. Se publicó en 1975 y podría ser considerado como el LP que catapultó a la banda. Aunque como producto completo no es de lo más sobresaliente dentro de la discografía de los suecos, además de “Dancing Queen” aportó otros hits, como “Money, Money, Money”Arrival fue el disco de estudio más vendido en la historia de ABBA y el que reforzó el perfil bailable del grupo, con otros temas como “That’s Me” . Tampoco falta el rock clásico al que los compositores apelaron en discos anteriores (esta vez fue con “Tiger”) y una rareza, como “Arrival”, de toques célticos.

3) Voulez-Vous (1979)

ABBA terminaba la década del setenta con su álbum más largo y, quizá, más ambicioso. Diez canciones (en posteriores ediciones terminaron siendo trece) que llevaron más de un año de grabación. Voulez-Vous fue, también una especie de corolario para aquellos años de música disco. El tema que da título al LP es, quizá, la muestra más clara. Aunque hay otros, con toques más soul, como “As Good As New”, que también están enmarcados dentro de ese universo. Incluso, el toque discotequero termina de redondearse con los bonus, que incluyeron el mundialmente famoso “Gimme! Gimme! Gimme! (A Man After Midnight)” (primero salió como single y no está en la versión original de este disco de 1979). El plus de la canción “Voulez-Vous” es, justamente, que reúne todos los elementos con los que había que dotar a la disco music.

Brazo en alto al estilo Travolta como quien desde una cancha hace un recorrido de 180 grados sobre la hinchada de la platea, pero, en este caso, en la pista de baile. Clap, colchón de cuerdas, sección de brasses y riff de teclados. Eran años en los que las canciones “se iban” en fade out. Pegado a ese hitazo, dentro del disco sonó “I Have a Dream” que no fue la versión cantada del famoso discurso de Martin Luther King, pero resultó una canción de la sociedad Benny Andersson-Björn Ulvaeus que apelaba a la esperanza. El marketing sonoro de la dupla compositiva fue brillante, casi desde el comienzo de la carrera del grupo. Benny y Björn siempre empujaron los horizontes del grupo con música. Así como “I Have a Dream” tiene el pulso de la danza griega sirtaki, la canción “Chiquitita” (solo con esa palabra en castellano porque el resto del tema es en inglés, y el comienzo con una guitarra española) es todo un guiño al mercado hispanohablante. De hecho, tiempo después hubo de este tema versiones totalmente en castellano. Claro que, como en la mayoría de los discos de ABBA, hay ciertas constantes: no pueden faltar una balada, temas de medio tempo y un par rockeros. Y este disco también los tiene.

2) Waterloo (1974)

Titular un disco con uno de los temas “fuertes” del repertorio grabado es una táctica tan vieja como el LP (long play, significa, si es necesaria la aclaración para aquellos a los que la era del vinilo les quedó muy atrás). Incluso, abrir con la canción en cuestión también era una manera de demostrar contundencia. “Waterloo” es una canción pegadiza y lleva, probablemente, uno de los primeros estribillos bien pegadizos que comenzaron a marcar la carrera de ABBA. Esta segunda entrega es más elaborada que el primer disco de la agrupación. Se nota especialmente en algunos trabajos vocales de Agnetha y Frida. Hay algo del rock inglés alla Elton John se cuela en algunas pistas entremezclado con el sonido estadounidense californiano o el de solistas del estilo de Billie Joel (La canción de King Kong podría ser uno de esos ejemplos). Definitivamente, es más variado y “rockero”.

“Watch Out” es probablemente el tema que empuje el vúmetro hacia arriba, aunque, en comparación con lo que vendría después en la carrera del cuarteto, puede hoy sonar como lo menos ABBA de toda esta discografía. También aparecen lentos como “Gonna Sing You My Love Song”, con una extraña acentuación que funciona muy bien y que lleva al frente el sello distintivo de ABBA, las voces de Frida y Agnetha sonando juntas. Hay más rarezas en el disco, una es “Susy-Hang-Arraund” que habla de discriminación y bullying cuando estos términos no eran socialmente habituales para hablar de niñez. Y en cuanto a la proyección de la banda, quizás el detalle más llamativo de todo el disco son las dos palabras en castellano que por primera vez utiliza el grupo, en un tema: “Hasta mañana”. Mientras que en el primer álbum la composición recae mayoritariamente en Björn Ulvaeus, Benny Andersson, en Waterloo aparece con más frecuencia uno de sus más cercanos colaboradores, Sig Anderson.

1) ABBA (1975)

El disco de 1975 que simplemente llevó el nombre de la banda fue un salto en el nivel de producción. Suena diferente de los anteriores aunque no alcanza el mismo nivel hi-fi de los últimos. Quizá la ingeniería de sonido haya tenido bastante que ver en esto. Pero hay un correlato con otras aristas de la banda. Si el look hippie chic de los comienzos haría una metamorfosis hacia el outfit de la música disco, la tapa de ABBA es un paso intermedio, la sofisticación que los cuatro muestran sentados en un auto de lujo con chofer (no llega a ser una limusina) y con copas de champán en las manos. Ellas visten elegantes, de faldas cortas, ellos de etiqueta. Más sofisticados, en resumen, como su disco ABBA.

La estrella del disco es “Mamma Mia”. Algunos tracks adoptan un giro hacia teclados del prog rock (y algunas construcciones, como la de «Intermezzo No. 1»). “Hey Hey Helen“ y “Man in The Middle” tienen la sonoridad del riff wonderiano “Superstition”. “Tropical Loveland” va hacia el reggae. Aparece un saxo en la paleta sonora de ABBA, con rasgos souleros. “I Do, I Do, I Do, I Do, I Do, » es un flashback a la década del cincuenta. “Rock me”, con el sello inconfundible de Björn y Benny, además de ser un hit de ABBA podría ser parte del soundtrack de un musical o un tema del repertorio de Queen. También suena “I’ve Been Waiting For You” una canción típicamente ABBA.

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