El 18 de octubre se estrenará en Netflix la segunda temporada de la serie La casa de las flores con más drama y risas. «Estamos ansiosos por regresar. Lo pasamos muy bien por la libertad y locura que tiene la temporada. Es mucho más divertida y muy loca», explicó Darío Yazbek, quien da vida a Julián.
Para Manolo Caro, el creador de la serie, esta segunda entrega gira entorno a cómo la familia afronta el duelo y cómo se reacomoda cada personaje y entre ellos. De allí que la trama de La casa de las flores regresará potenciada en drama, romance y comedia. «Hay también nuevas historias y nuevas tramas, temas a los que quisimos darles visibilidad, criticar o dialogarlos», detalló el cineasta.
Caro tiene la certeza de que habrá una tercera entrega en 2020. El creador y el reparto están convencidos de que la recepción por parte del público será positiva.
«La esencia es muy clara: es una serie irreverente basada en la comedia pero con temas profundos y actuales», dijo Caro, con lo que dejó claro que esta entrega seguirá la línea humorística. Igualmente, se tocarán temas como la doble moral y la fuerza del núcleo familiar.
En el final de la primera temporada Paulina se embarca hacia Madrid, donde reside María José. Sin embargo, Paulina regresa a México cuando impugnan el testamento de su madre. La familia está colapsando: su padre Ernesto se unió a una secta; su hermana Elena vive una crisis de identidad como consecuencia de sus relaciones amorosas, y Julián encontró un peculiar trabajo que solo le traerá problemas.
Sin olvidar su venganza contra Diego, quien se fugó con el dinero de la familia, Paulina siente la responsabilidad de rescatar a los suyos y recuperar la floristería.