En silla de ruedas. Encorvada. De hablar pausado.

Así aparece en escena la versión que Julie Restifo creó de Sofía Ímber para la adaptación teatral de La señora Ímber, libro que hace tres años escribió el periodista Diego Arroyo Gil y que este fin de semana llega al Centro Cultural Chacao en una adaptación de Javier Vidal, con la participación de Leo Aldana.

Es un texto que recoge el ímpetu, las pasiones y obsesiones de una mujer avanzada a su tiempo que escribió parte de la historia cultural y periodística del país.

Cuenta Javier Vidal que al terminar de leer el libro supo que se trataba de una obra fácilmente adaptable al teatro porque ya era prácticamente un monólogo. Menos de dos semanas le tomó trabajar el texto de Arroyo Gil para llevarlo a escena. “Cuando Samuel Hurtado, el productor, propuso llevarla a teatro, accedí de inmediato”, dice. Sin embargo, el escritor tuvo dudas con respecto al libreto, pues él conoció una versión diferente de Ímber, añade. “Trabajé con ella cuando me gradué en la universidad. Desarrollamos una relación de amistad maternal. Y le prometí a Diego que la Sofía que yo pondría en escena sería una fiel a la suya”.

Creadora del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, directora de las páginas culturales de El Universal, aguda entrevistadora en televisión; mujer de tenaz personalidad y controversiales amoríos. Sin embargo, la obra pretende mostrar, en tan solo 70 minutos, la personalidad oculta y la angustia existencial que la llevaron a desplazarse y proyectarse en todo lo que hizo. “El trabajo más importante de Sofía fue el que hizo sobre ella misma”, dice Restifo.

“¿Me escuchan?, ¿me entienden? ¿Ven el sufrimiento detrás de lo que la gente llama éxito?”, declara Ímber durante su crisis existencial.

A través de los ojos de Restifo, Ímber es una mujer libre e infinita, una “pequeña gigante” con ideas avant garde y habilidades sociales increíbles, pero con un lado controlador y perfeccionista. “Encarnarla fue difícil. Lo primero que pensé cuando me ofrecieron el papel fue: ‘No puedo’. Interpretarla, con toda su complejidad, me mantuvo insomne. Además, las palabras de Diego son poéticas y memorizarlas no fue fácil, mucho menos hablar con su voz tan peculiar. Sentí mucha presión”.

Restifo, ovacionada este jueves durante el estreno de la obra, refiere que desde hace meses se siente completamente en su personaje. “Es una obsesión que me desvela en la madrugada pensando: ‘¿Qué falta? ¡Sofía, por favor, déjame tranquila!’. Ella se convirtió en mi objeto del deseo y en mi necesidad”.

Es un personaje que la marcará para siempre, asegura. “Alguien muy cercano me dijo que merecía un personaje como este por mi trayectoria. Es decir, ya tengo 40 años actuando y agradezco que me haya tocado a mí encarnar a esta mujer extraordinaria. El viaje es sangre, sudor y lágrimas, pero, así como hizo Sofía, debes luchar contra todos los obstáculos”, comenta Restifo.

Ímber no frecuentaba el cine ni el teatro porque no le gustaba estar sentada mucho tiempo. Pero el matrimonio Vidal-Restifo coincide en que esta obra habría sido del agrado de esa mujer a la que llamaron “la Intransigente”. “Yo creo que sí habría visto la obra porque era una persona muy egocéntrica”, dice el director. Restifo añade: “Diego dice que Sofía nos hubiese atormentado durante el proceso, habría llamado todos los días para pedirnos que no dijéramos esto y aquello. Pero, al final, creo que sí le hubiese gustado”.

Para el director, Ímber se merece esta interpretación. “Existe un monólogo sobre un ser abyecto, el doctor Edmundo Chirinos; entonces, es más que obvio llevar a escena a un ser, una personalidad tan positiva como fue la de Sofía para Venezuela. Hay que seguir luchando por el país, y aunque ella detestaba el teatro, yo tengo que continuar haciéndolo”, concluye Vidal.

La señora Ímber

Centro Cultural Chacao

Del 24 al 26 de mayo

Viernes 6:00 pm, sábado 5:00 pm, domingo 11:00 am y 4:00 pm

Entrada: a partir de 9.280 bolívares


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