—¿Quién tiene el Corazón traicionado, su nueva novela de Televen?
—Luisa Ortega Díaz.
—¿La traición nacional?
—El embarque del Guaire. Aún sobran mojones.
—¿Traicionó la TV las necesidades informativas de la población?
—¡Claro!.. A juro.
—¿Se han autocensurado las telenovelas?
—De sobra.
—Y su obra teatral Bipolar, ¿se basa en quien traicionó las demandas de la población?
—El Chigüire lo sabe bien: ¡de cajón!
—¿Lo bipolar del régimen?
—Cristiano-comunista.
—¿De la MUD?
—Ni lo uno ni lo otro.
—¿Es bipolar el diálogo?
—No es bi-polar. Es bi-zarro.
—¿Supera la realidad nacional la ficción teatral?
—Por varias cuadras llaneras.
—¿Se ha autocensurado?
—Mi esposa me obliga.
—¿La trama de Conatel?
—No hay conflicto. Solo se ocupa de reprimir toda libertad expresiva.
—¿El drama del Parlamento?
—¿Cuál Parlamento.
—¿Una escenografía para la constituyente?
—El penal de Tocuyito.
—¿Censuraría al régimen?
—Luego de emigrar, por si acaso.
—¿Imagina una novela radiografiando a un gobierno?
—Mejor pregunta para Ibsen Martínez.
—¿Montaría una obra sobre el carnet de la patria o las CLAP?
—Montaría dos: la caja maldita y el carnet sin dientes.
—¿Qué disparan las armas en las telenovelas?
—Mentiras.
—¿Y la lengua de un mandatario?
—Más mentiras.
—¿Un escritor revolucionario?
—Darío Vivas cuando termine el próximo semestre del Plan Robinson.
—¿Qué es más censurable, el desnudo corporal o vestir a un niño de “comandante”?
—El desnudo de los niños comiendo basura gracias al comandante.
—¿Escribiría una telenovela sobre el discreto encanto de la boliburguesía?
—La boliburguesía no tiene encanto. Son tan pobres que tan solo tienen dólares.
—¿Otra con las cadenas presidenciales?
—Si bajas el volumen por completo, sabrás que cada cadena es una radionovela.
—¿Qué le quedó de Cipriano Castro tras personificarlo en la obra Compadres?
—El gusto por el cocuy de penca.
—¿Sigue siendo Venezuela una nación de compadres?
—Solo si Jessie Chacón y Tarek William bautizan sus hijos entre ellos. Desde tiempos bíblicos las mafias han existido y seguirá igual.
—¿Cuánto pietaje se llevaría el drama de las colas?
—¡Todo!
—¿Qué exclama cuando una cadena interrumpe su novela?
—¡Abuela, empezó El derecho de nacer!
—¿Qué es de la vida de Raúl Amundaray?
—Por ahí anda, feliz y contento. Es el único actor que se creyó tanto el personaje que aún lo lleva, desde hace más de 50 años… aún regala rosas.
—¿Votará en las elecciones presidenciales?
—Por el Guaro Falcón: me encantan los payasos.
—¿Un género para esta votación?
—Sainete posmoderno.
—¿Le clamaría al régimen ¡con mi TV no te metas!?
—Al próximo. Con este ya no hay nada que hacer.
—¿Un espacio para escribir libremente?
—El baño y con la luz apagada.
—¿Le han jalado las orejas en la TV?
—La TV no suele jalarle nada a nadie, sobre todo cercenada como ahora.
—¿Un personaje y personalidad a la vez?
—El gordo Escarrá, quien debió estudiar derecho en Radio Rochela.
—¿Un sector de utilería?
—El CNE.
—¿Otro ávido de apuntador?
—El TSJ.
—¿Son los directores artísticos otros dictadores?
—Solo los mediocres; o sea, demasiados.
—Hoy en Venezuela, ¿se actúa por amor al arte o al capitalismo?
—Apenas se actúa.
—¿Le pagan lo que realmente vale su trabajo?
—Ni de casualidad. Soy el actor más subpagado de la TV venezolana.
—¿Llevaría a las tablas el tema de la conciliación?
—Cuando escriba un melodrama onírico.
—¿Y sobre la emigración?
—Estoy pensando en escribirlo en España.
—Luego de aquel trago amargo como el robo de su carro, ¿le saben igual las mandarinas?
—Aprendí a vivir la vida gajo a gajo.
—¿Una TV para imitar?
—La española.
—¿Un drama para la oposición?
—¿Más?
—¿Un título para el soberano?
—Popule Meus, pero el de José Ángel Lamas con todo y procesión.
—¿Un desenlace para el proceso?
—El inevitable. Preferiblemente pronto.
—¿En cuál capítulo va esta tragicomedia?
—En el de siempre.
—¿Un prólogo?
—El perdón de Caldera.
—¿Habrá un nuevo elenco?
—Espero que Pepeto esté allí.
—¿El epílogo?
—Desplazados con flux.
—¿Qué pasaría en Venezuela si el régimen también interviniese los guiones teatrales?
—Los teatros serían como Pdvsa.