Su nuevo personaje, el Bolívar joven que interpreta en Bolívar, una lucha admirable, la nueva serie de Netflix, le ha permitido a José Ramón Barreto reconocer en sí mismo muchos aspectos que había ignorado.

Y no tiene dudas: la serie es un proyecto que le permitió subir un escalón hacia la internacionalización. Se ha dado cuenta, además, de que es el tipo de producciones en las que quiere participar: dramáticos intensos y profundos en los que se sienta cómodo como actor.

El actor de 27 años de edad está radicado en Ecuador. Allí protagonizará Sharon, una historia basada en la vida de Edith Rosario Bermeo, cantante ecuatoriana conocida como Sharon, la Hechicera. Emigró, como tantos otros actores, en busca de oportunidades. Pero espera regresar al país: “Quiero hacer buenas producciones, como Bolívar, pero en Venezuela”.

Personajes como el del Libertador, considera Barreto, son los que le permiten crecer como actor y hacer carrera. “Esta serie es crecimiento no solo profesional, sino personal. Me permitió encontrarme con tantas personas de diferentes países que, sin duda, me hicieron comprender muchas cosas de mí mismo. Me hizo reconocerme en muchos aspectos y eso me llena”, dice Barreto.

Hace un año Caracol TV, productora de Bolívar, una lucha admirable, lo contrató para dar vida al personaje del Libertador en su etapa joven. Es la producción más ambiciosa que la señal colombiana haya hecho hasta ahora: una serie de 60 capítulos, grabada en más de 30 ciudades colombianas y también en Madrid y Toledo. Los venezolanos Luis Gerónimo Abreu, como Bolívar adulto; Irene Esser, Rosmeri Marval, Nohely Arteaga y Abril Schreiber también participan en la producción.

“Luego de hacer mi última novela en Venezuela, Para verte mejor, recibí la información sobre un casting internacional en el que estaban buscando actores venezolanos para una serie de Netflix en Colombia. Metí los papeles y fui seleccionado para castear varios personajes. Jamás pensé que me fueran a seleccionar como Bolívar. Lo dudé por mis características físicas; aunque hice el casting, nunca lo vi posible”, relata.

Después del casting regresó a Caracas. Y se decidió a pelear por el personaje: grabó videos vestido como el Libertador con la intención de ser seleccionado entre los 400 actores del todo el mundo que participaron en el casting de la serie. “Tuve que montar a caballo y hacer varias cosas para demostrar que tenía interés en el personaje. Busqué un amigo que me diera clases de equitación en el Club Campestre Los Cortijos”, cuenta.

En diciembre recibió la llamada en la que le otorgaban el protagónico y en enero ya se encontraba en Colombia para iniciar el proceso de grabación. Para Barreto, interpretar al Libertador es un compromiso frente a la situación que padece el país. Una actuación que le dedica a su abuela quien, asegura, creía más en él que él mismo: “Ella es una inspiración para mí y cada cosa que hago es para que ella se sienta orgullosa”.

“Este personaje es un regalo de la vida por lo que significa Simón Bolívar y, sobre todo, en estos momentos en los que el país necesita libertad. Son personas que marcaron nuestra historia para bien o para mal. Este personaje lo han usado todos los partidos políticos, todos los colegios, muchos escritores; por ello es un reto interpretar un personaje con tanto significado. Es importante recordar que en la historia hubo hombres que salvaron a su nación”, explica.

El personaje de Simón Bolívar es interpretado por otros dos actores –Luis Gerónimo Abreu (adulto) y Maximiliano Gómez (niño)–. Barreto indica que interpretar a Bolívar joven le permitió descubrir los anhelos del Libertador de formar una familia y conseguir buena posición social.

“Lo interpreto desde que se casa con María Teresa Rodríguez del Toro hasta que sale de Jamaica en búsqueda de la Segunda República. Es un tránsito interesante en que se habla de un joven civil que sueña con familia, con casarse, con conseguir cierto estatus social, pero se convierte en un militar, un hombre de ideas, independentista que sueña con liberar un continente entero”, reflexiona.

Para conocer más sobre el personaje tuvo que realizar un trabajo de investigación que incluyó leer e interpretar las cartas escritas por el emancipador, además de revisar a autores como Herrera Luque, Elías Pino Iturrieta y Gabriel García Márquez. También consultó escritores franceses y británicos para comparar las versiones de distintas nacionalidades. “Me pareció importante conocer la versión de los europeos para saber qué pensaban sus enemigos sobre él”, subraya.

Esta producción le permitió a Barreto visitar más de 30 ciudades. Conoció muchos destinos y vivió la experiencia de trabajar en una gran producción, como siempre había soñado: “Fue muy enriquecedor adaptarse a nuevos ambientes y climas. Pasaba un mes en una ciudad y veinte días en otras, fue una experiencia incalculable. Hubo momentos en los que me sentía en la época porque todo era muy perfecto. Siempre quise trabajar en producciones que se hicieran de esa manera y con esa calidad en la plataforma que fuera. Saber que está en Netflix y que tu trabajo va a llegar a todo el mundo es realmente muy inspirador”.

La producción ha recibido críticas. Una de ellas, la de Nicolás Maduro: “¿Cuántas mentiras, deformaciones y basura pondrán en la miniserie de Bolívar?”. Barreto opina: “La crítica la hizo cuando la serie aún no había salido al aire, y criticar algo que no has visto es vacío. Yo estoy seguro de que la imagen de Bolívar no se distorsiona, más bien se enaltece su historia, lo que fue”.

El compromiso de Barreto como venezolano y profesional es mostrar a Simón Bolívar como una persona real que no fue sacada de un cuento para convertirlo en libertador, sino que fue un hombre que enfrentó las más difíciles situaciones para lograr sus objetivos de libertad.

Su intención, dice Barreto, no es complacer a nadie. “Me interesa que el personaje se sienta real, sincero y fresco. Que se sepa que fue una persona que existió y que se desarrolló. Que se vea que, a punta de sacrificio, dolor y gloria, logró que lo que se planteó hacer. No es un mito ni nació como libertador. Fue un hombre de carne y hueso, que sintió dolor y flaqueó, pero logró lo que se propuso”.

—¿Qué expectativas tiene sobre la reacción del público venezolano?

—Particularmente en estos momentos que no tenemos libertad, es importante vernos reflejados en una historia que se presenta a escala mundial y que es nuestra. Luego de 200 años comprendí muchas cosas que estamos pasando. Aún peleamos por independizarnos en pensamiento, obra y acción.


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