Jorge Glem Tiny Desk
Foto cortesía NPR

En las oficinas de la National Public Radio (NPR) de Estados Unidos, en Washington, el tiempo no sobra. Todo está cronometrado más cuando se trata de la grabación de las sesiones Tiny Desk Concerts. En apenas 15 minutos, los artistas invitados intentan hacer un recorrido rápido pero muy bien cuidado por las mejores canciones de un repertorio que, para muchos, se queda corto. Todo en un formato íntimo y acústico. Pero no fue el caso de Jorge Glem.

Hace dos semanas, el cuatrista cumanés y el acordeonista, pianista y compositor estadounidense Sam Reider estuvieron en la sede de NPR para grabar una sesión con los temas del álbum Brooklyn – Cumaná, un viaje de ida y vuelta entre la música tradicional venezolana y la estadounidense. Los 15 minutos no fueron suficientes. Y era tal la energía del lugar y la complicidad de los productores, así como de algunos venezolanos con banderas del país, que la participación del dúo en NPR Music, una de las plataformas musicales más grandes del mundo, se extendió tres minutos más. «Los productores accedieron porque les gustaba mucho la música y creo que ese es un punto muy bonito a favor de esta mezcla, pero sobre todo de la cultura de nuestros países, que productores tan importantes dijeran: ‘Esto es tan bonito que le vamos a regalar unos minutos más’. Para nosotros fue una sorpresa muy agradable que agradecemos mucho», afirma el cuatrista.

No es Glem el primer venezolano en participar en un Tiny Desk. En 2018 estuvo Betsayda Machado con la Parranda El Clavo. Por el formato del programa de radio All Songs Considered de NPR Music también han pasado artistas de la talla de Adele, Harry Styles, C. Tangana, Dua Lipa, Natalia Lafourcade, Carlos Vives, Miley Cyrus, entre muchos otros. «Creo que es una de las ventanas más importantes de la música en el mundo. Aunque puede ser más pop o mainstream, me gusta mucho porque se muestra de una forma muy honesta, con pocos instrumentos y de manera acústica. Tiny Desk como una de las grandes oportunidades que hay para mostrar nuestra música».

El formato Tiny Desk, idea que surgió hace 15 años, busca presentar un recital más cercano y auténtico de cada artista que le permita mostrar su trabajo desde un punto de vista diferente, explica Felix Contreras, coanfitrion del podcast Alt.Latino de NPR Music. La elección de los músicos busca un equilibrio que refleje varias culturas y países latinoamericanos entre la música contemporánea y la música folklórica. «He sido fanático de Jorge Glem desde hace un tiempo por su trabajo con el  grupo C4 Trío, y por sus actuaciones con la vocalista argentina Sofia Rei», añade Contreras, quien indica que la fusión de la música tradicional venezolana con las raíces musicales estadounidenses lo cautivó. Por esta razón quiso incluir Brooklyn – Cumaná en el emblemático formato por el que han pasado, en los últimos 15 años, más de 100 artistas latinos.

Para la elección de los temas, Glem y Reider se enfrentaron a un reto: no podían interpretar piezas de otros artistas a menos que fueran de dominio público; sin embargo, Brooklyn – Cumaná incluye, además de temas propios, algunos de otros compositores. Se decantaron por piezas como «Skeleton Rag», «Coroticos», «Malagueña cumanesa» y una mezcla entre «Sabana blanca», segunda parte de «Homer The Roamer»,  y «La fuga», parte de «Matapalo» del compositor cumanés José Julián Villafranca.

El Tiny Desk de Jorge Glem y Sam Reider se estrenará el lunes 6 de marzo. «Junto a Anamaria Sayre, la coanfitriona de Alt.Latino, estamos constantemente en la búsqueda de artistas. Hemos reservado bandas para el resto del año. Hasta el momento tenemos planes de presentar artistas de México, Estados Unidos, Colombia, Chile y, por supuesto, Venezuela», dice Contreras.

Jorge Glem Tiny Desk
Foto cortesía NPR

Para Glem llevar la música venezolana y, sobre todo el cuatro, a un espacio como el Tiny Desk fue, además de un gran honor, una experiencia bonita y enriquecedora. «Poder mostrar nuestra cultura y nuestra raíces es algo que me llena de mucha felicidad, pero también de mucha responsabilidad porque al hacerlo también hay que hacer sentir orgullosos a los venezolanos, no solo por el hecho de estar allí, sino también por cómo lo hicimos y por el respeto que tuvimos al hacerlo», dice.

Y agrega: “El alcance del Tiny Desk es enorme porque es una ventana que muestra a mucha gente en el mundo lo que está pasando con la música de hoy en día, tanto tradicional como de cualquier género. Es interesante ver que ahí han estado artistas como Sting, Adele o Bono. Es interesante ver la cantidad de músicos y de artistas renombrados que han pasado por allí, pero que al mismo tiempo han estado músicos que no son tan conocidos y por eso creo que es importante crear ese balance. Al final, la apuesta es hacia la buena música más que a la cantidad de views que pueda tener un Tiny Desk u otro”.

El cuatrista atribuye el alcance del álbum Brooklyn – Cumaná, que incluye 11 canciones, a la unión de la música tradicional venezolana y la estadounidense. “Creo que es vital esa mezcla de dos culturas, sobre todo porque también tiene que ver con lo que pasa en Estados Unidos y en muchos países con la migración. Es sacarle lo bonito a esta mezcla y tratar de enfocarse en las cosas buenas que tienen cada una de las culturas para aprender”.

Llevar el cuatro a un espacio como el Tiny Desk –asegura Glem– es una forma de retribuir el esfuerzo y trabajo de los maestros que contribuyeron en su formación musical. «Es un honor muy grande ser el representante, en cierta forma, de tantos maestros que lucharon toda la vida por estar en espacios como este y que quizá no lo lograron. Gracias a ellos nosotros tenemos esa responsabilidad y tuvimos su influencia para hacerlo. Me siento especialmente agradecido con Cheo Hurtado y la Siembra del cuatro, que han estado siempre muy pendientes de poner el cuatro lo más alto que se pueda en cualquier parte del mundo. Poder estar allí es representar a muchos amigos y colegas que han trabajado mucho para que esto suceda».

Para Jorge Glem, el Tiny Desk representa una oportunidad importante en su objetivo de llevar el cuatro a cada rincón del mundo. «Mi carrera se basa en poder llevar el cuatro lo más lejos que se pueda, que conozcan nuestro instrumento y poco a poco se vaya convirtiendo en un instrumento universal que lo pueda tocar muchísima gente y que se pueda hacer en cualquier género, como se está haciendo ahora pero a un nivel mucho más popular».

Jorge Glem Tiny Desk
Foto cortesía NPR

En el futuro, el cuatrista sueña con grabar un Tiny Desk solo o con C4 Trío, pues sería una gran oportunidad para contar parte de la historia de la música venezolana. «Sería súper lindo, creo que eso es algo que podría ocurrir en algún momento pero, primero hay que seguir trabajando por eso. Y con C4 Trío sería un sueño hacerlo porque es nuestra familia y nos encantaría poder estar en ese sitio tan emblemático haciendo la música de nuestra agrupación que ha trabajado también por esto durante tantos años. Es totalmente merecido».

Sobre cómo es percibida actualmente la música venezolana en el mundo, Glem considera que ha sido un largo camino en el que ha estado acompañado por muchos músicos que han contribuido en su difusión. «Creo que se percibe de una manera muy bonita porque la música venezolana es tan linda como interesante y difícil. Es un reto para muchos músicos en el mundo, no es tan fácil tocarla pero la idea es mostrarla y divertirse con ella. Ha sido súper chévere porque cada vez que hacen música venezolana descubren algo lindo, pero creo que lo más importante es hacerlo respetando las otras culturas, aprendiendo de ellas y mostrando la nuestra, y que eso cree las mejores mezclas posibles entre culturas y músicos», afirma.

La agenda de Jorge Glem está llena. «En las próximas semanas abriré junto a C4 Trío la gira de la agrupación Snarky Puppy; luego estaré de gira con Etienne Charles, un gran trompetista trinitario con el que estamos haciendo un proyecto interesante. Finalmente, es probable que este año haga una o dos veces el concierto para cuatro y orquesta de Gonzalo Grau, Odisea, dirigido por el maestro Gustavo Dudamel en dos escenarios del mundo», finaliza.


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