comedia
El actor estadounidense Johnny Depp durante la rueda de prensa de presentación de la película "Crock of gold: A few rounds with Shane MacGowan", que compite en la sección oficial de la 68 edición del Festival de Cine de San Sebastián. EFE/Juan Herrero

Johnny Depp revolucionó este domingo el Festival de San Sebastián, donde lo recibieron como la estrella que es y habló del presidente de Estados Unidos, Donald Trump: «Lo veo hablar y me hace reír, es maravilloso, es buena comedia, gran comedia, una comedia de terror».

Depp hizo estas declaraciones en una rueda de prensa al ser preguntado por su implicación en la política de Estados Unidos, para acabar asegurando que no le interesan demasiado las cuestiones políticas, especialmente las relativas a su país. «Fuck off polítics», dijo literalmente el actor.

«La gente ahora tiene pánico, se les está alimentando con el miedo», señaló el actor. También aseguró que le gustaría quitarle el miedo a la gente y sacarles del peligro en el que están.

Desestimó que sea Trump la persona que vaya a lograrlo. «Supongo que es capaz de ir al cuarto de baño él solo. Pero no pienso en esas cosas demasiado. Tiene que tener un sentido del humor increíble», agregó.

Sobre la crisis por el coronavirus reconoció que se está viviendo un momento muy extraño, algo obvio para todo el mundo.

«Leer todo lo que puedas en las noticias para formarte una opinión propia de lo que está ocurriendo con el covid-19 es imposible. No hay una manera de saber hacia dónde va. Ya va siendo hora de que se organice la situación a nivel global», consideró.

El actor viajó a San Sebastián para presentar el documental «Crock of gold», dirigido por Julien Temple, sobre el líder de The Pogues Shane MacGowan y que él produce.

Su presencia era una de las más esperadas en la edición de este año del certamen español, marcado por la pandemia y por la escasa asistencia de estrellas de Hollywood.

Por eso y pese a que la rueda de prensa se retrasó 45 minutos, Depp fue recibido con gritos y aplausos.

Depp llegó al hotel María Cristina de San Sebastián -donde se hospedan los invitados más importantes del festival- sin la clásica imagen de los «fans» pidiendo autógrafos, debido a las medidas de seguridad impuestas por el coronavirus, aunque sí posó para los fotógrafos, con gorra y una mascarilla que se quitó.

También acudió a la rueda de prensa con mascarilla y gafas de sol, bajo las que apenas se le reconocía. Pero tras la primera pregunta se cambió las gafas de sol por unas graduadas, que permitieron ver su rostro.


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