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Después de ocho años en Vampire Diaries, Ian Somerhalder vuelve con V-Wars a la pequeña pantalla con más colmillos y sangre. Esta vez, asegura, en un show más adulto que refleja la vital importancia del papel que juegan los científicos, los auténticos superhéroes de la actualidad.

«Los científicos son nuestros superhéroes. Esa es la razón por la que quería interpretar a este hombre, una persona normal pero increíble», explica en una entrevista con Efe Somerhalder, que se mete en la piel del doctor Luther Swann. Esta nueva serie llega a la plataforma digital Netflix el 5 de diciembre.

Y es que V-Wars plantea una compleja realidad en la que el cambio climático, y el consecuente deshielo de la Antártida, desemboca en una plaga que convierte a los hombres en vampiros, y que amenaza con acabar con la humanidad.

«Vampire Diaries era ciencia ficción, fantasía, muy sexy, muy divertida. V-Wars sucede en la actualidad, y cuenta problemas reales que afectan al mundo ahora», aclara el actor estadounidense ante el evidente parecido entre las dos producciones.

Una historia no tan lejana

Aunque el argumento del nuevo show, basado en los cómics V-Wars de Jonathan Maberry, pueda parecer pura fantasía, para Somerhalder no queda tan lejos de la realidad.

«El descontrolado deterioro glacial, el derretir del permahielo, significa que la biomasa, las bacterias, los virus, los patógenos, van a quedar expuestos después de haber permanecido bajo el hielo miles de años», dice.

«Una vez todo eso esté expuesto, como ya está sucediendo, supondrá una preocupación importante para los científicos. Hablamos de patógenos con los que no nos hemos tenido que enfrentar desde que vivíamos en cuevas, o quizá nunca», agrega.

«Podría empezar una pandemia que haga que la peste bubónica parezca una fiesta de varicela. No tenemos idea de lo que va a aparecer», sentencia.

En concreto, el intérprete, que saltó a la fama con un papel en la serie de éxito Lost, es ese científico superhéroe que intenta salvar a la humanidad cuando la misteriosa enfermedad empieza a extenderse a la velocidad de la luz. Además, le enfrenta a quien hasta entonces había sido su mejor amigo, Michael Fayne (Adrian Holmes).

Ian Somerhalder no solo es el actor protagonista. También es productor ejecutivo y director de uno de los 10 episodios de V-Wars. Allí expone y subraya muchos de los problemas de la sociedad actual.

«Fronteras, racismo, medicina, miedos, política, la política del miedo. Todas estas cosas con las que lidiamos en nuestros hogares, globalmente, están sucediendo en esta historia», explica.

Un reto

El actor admite que este show ha supuesto una responsabilidad extraordinaria. No se limita a la interpretación y al rodaje de los episodios, llevado a cabo de junio a octubre de 2018, sino que se extiende a un elaborado proceso de postproducción que se ha alargado casi un año.

«Queríamos trabajar con esmero para hacer que estas criaturas dieran todo el miedo posible, que fueran todo lo reales posibles», dice Ian Somerhalder sobre los vampiros creados para el programa.

11 meses de postproducción le tomó a Netflix esta serie, un periodo extremadamente largo para 10 entregas. V-Wars se trató de una verdadera carga de trabajo.

«Cada uno de los días de nuestras vidas del último año nos lo hemos pasado confeccionando el show. Cada fotograma ha sido ideado durante horas, días, semanas y meses para estas escenas específicas. Ahí es donde está el verdadero trabajo», agrega.

«Ha sido un viaje increíble, así que ahora hacer entrevistas sobre ello son como vacaciones para mí», concluye.


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