Hana Kobayashi se despide, pero no de los escenarios. Dice adiós a un pasado en el que siempre estuvo para los demás; en el que acompañó varios proyectos, incluso formativos, una de sus facetas poco conocidas.

No quiere decir tampoco que se negará ahora a las colaboraciones. Pero habrá mayor conciencia e ímpetu en impulsar una carrera como solista y compositora.

Fue a los 14 años de edad, en el Colegio Madre Emilia de La Victoria, estado Aragua cuando comenzó a escribir canciones. Eran tradicionales los festivales marianos de canto, pero las encargadas de seleccionar los temas de su sección no acertaban. “No había un esfuerzo por diferenciarse, simplemente plagiaban”, recuerda. Fue entonces cuando Hana Kobayashi tomó la decisión de componer los temas que le permitieran ganar. Y así lo hizo. Todo cambió para el colegio. Y para ella.

“Hablamos de una Hana que comenzó componiendo música religiosa, que estuvo en dos reality de televisión, que ha hecho salsa con Pibo Márquez y jazz con Pablo Gil y Gerry Weil, así como rock con Caramelos de Cianuro, ska en el último disco de Desorden Público y pop con el dúo Sanluis. Que también ha hecho teatro musical y body percussion”, señala la cantante, quien hoy ofrecerá un concierto en el Centro Cultural BOD, donde además de versionar canciones, también cantará temas de su autoría.

—¿Hoy interpretará temas inéditos?

—Estrenaré una canción que pensé nunca vería la luz. Habrá temas de mi autoría que he cantado en otras partes, por eso siempre es válida la oportunidad para volver a ellos, especialmente cuando no tengo disco. También habrá composiciones de Michael Jackson, The Beatles y un experimento que hice hace varios años con un tema de Amy Winehouse y James Brown. Habrá también un estándar de jazz, un género con el que me identifico mucho.

—¿Sobre qué escribe en estos momentos?

—Es curioso. Cuando revisé la lista de canciones que interpretaré, me di cuenta de que muchas son de amor, así que soy una romántica aunque a veces cueste aceptarlo. Yo creo en el amor en todas sus manifestaciones, empezando por el amor propio. Pienso que el amor está muy subestimado. Al contrario de ese temor de ser cursi o romántico, el amor es lo que nos salva y nos hace sentir vivos. Me gusta ver a la gente enamorada, a dos personas felices, un grupo de personas que se disfruta; ver el amor de una madre a un hijo, de una persona hacia su mascota, que se siente orgullosa de sí misma o de haber superado un momento difícil. Me gustan esas historias porque también las he vivido. He tenido que lidiar con mi depresión y las de otros, el pan nuestro de cada día en un país como el nuestro, en una sociedad profundamente deprimida. Es necesario cantarle al amor y recordarle a la gente que es importante aceptarlo.

—¿Qué viene después de hoy?

—No lo sé. Hay una cosa que digo desde que hice Henry The Horse. La gente insiste en saber qué va a pasar y no se pregunta qué está pasando. Ya yo no vivo así. Solo sé que habrá un concierto hoy. Es la forma de cerrar un ciclo y comenzar el año 23 de mi carrera con perspectivas de muchas cosas que prefiero reservarme porque no todas están atadas al arte. La gente le teme mucho a los finales, pero mis procesos son más orientales. Los funerales pueden ser una celebración de todo lo construido.

Hana Kobayashi en concierto

Centro Cultural BOD

Hoy, 5:00 pm

Entrada: 186.000 bolívares


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