Lasso
Foto Jesús Navas

Andrés Vicente Lazo Uslar regresó al lugar donde todo comenzó, el escenario en el que se presentó por primera vez como Lasso: el estadio de fútbol de la Universidad Simón Bolívar (USB). Allí, hace doce años, fue telonero de Miley Cyrus. Este sábado la tarima fue toda y solo para él. Fue el último show de su gira Lasso vs quedarse solo para siempre, con la que recorrió 13 ciudades del país. Un regreso que demostró, por si quedaban dudas, que Lasso es hoy un fenómeno de la música pop venezolana hecho a base de disciplina, carisma y talento.

Lasso se dedicó a buscar por última vez en el país al «amor de su vida». El escenario, convertido en el museo de la vida del cantante, mostraba un cuadro que, frente a los ojos de todos, fue robado. Un grupo de guardias de seguridad, reclutados por el propio artista en sus redes sociales, corrió entre el público hasta atrapar al supuesto responsable y llevarlo al escenario. Era Lasso.

Lasso
Foto Jesús Navas

«Yo no soy el ladrón, durante el concierto tienen que ayudarme a encontrar al verdadero ladrón y descubrir quién es Eva», dijo al subir a escena antes de cantar «Quédate con él» y sacarse el pasamontañas que le permitió correr entre sus fans sin ser descubierto. Sin mediar palabras, siguió con «Vamos a mi ritmo», «Clavos» y «Ladrones» antes de pedirle ayuda al público para encontrar a Eva, que –aseguró– sólo podían ser tres personas: Azul, Carolina y Julia. Durante el show, las presentó una por una y explicó lo que representaban para él: su mejor amiga, un amor imposible y quien le rompió el corazón, respectivamente.

El concepto de está gira nació de un temor que, como muchos, el cantante caraqueño tiene: quedarse solo. De allí, la idea de hablar con estas personas de su pasado para saber si alguna de ellas es el amor de su vida. «Para mí lo más importante de la vida no es el qué sino quién. Con quién estás y con quién compartes», explicó en la rueda de prensa para promocionar el tour hace un mes.

Lasso
Foto Jesús Navas

En el concierto –el más grande en la carrera del cantante, con poco más de 75% de las entradas vendidas– hubo todo tipo de fanáticos. Padres con sus hijos pequeños, parejas y fans enamoradas. Algunos viajaron desde otras ciudades para verlo de nuevo y otros para celebrar su cumpleaños, como una chica en el público a quien el cantante le cantó el «Cumpleaños feliz». Incluso, una fan tuvo la suerte de subir al escenario para un juego con el cantante.

Entre historias, confesiones y chistes, Lasso se paseó entre canciones de su toda su discografía. Desde «No pares de bailar» hasta «Ojos marrones». «Hay veces que piensas que vas a pasar toda la vida con una persona y, por alguna razón, la vida hace todo lo posible para separarlos. Eso fue lo que pasó con Carolina. A veces, cuando estoy solo, me imagino todas las cosas que le gustaban a ella. Su película favorita y su música preferida», dijo sobre el personaje antes de continuar con el show.

El show de Lasso compite con los mejores shows de artistas internacionales. El venezolano se pasea, desliza y recorre el escenario como todo un rockstar. Y lo es. Baila, canta y demuestra, en cada solo, lo prodigioso que es con la guitarra. Es muy agradecido con el público. Fue un espectáculo muy cuidado en el que algunos fanáticos que quejaron por temas de visibilidad.

En el concierto hubo espacio para todo. Reír, gritar, saltar y bailar. Una fiesta para disfrutar de tu artista favorito. Similar a aquella época de shows de boybands, como los Jonas Brothers, a quienes el venezolano le abrió un concierto en México el año pasado. Hubo afiches, brazaletes y bandas con el nombre de Lasso. En esta gira, lo más representativo han sido las pancartas que hacen sus fanáticos. Todas con mensajes alusivos a sus canciones. Han sido tan llamativas que el cantante se tomó unos minutos del show para leer desde el escenario las que varios alzaron. «Busco a alguien que no pueda vivir sin mis ojos marrones» o «Lasso, no hay un millón como tú. Eres diferente», decían algunas.

Lasso
Foto Jesús Navas

Aunque el cantante se paseó por canciones románticas como «Hasta ese día», en las que las parejas en el público tuvieron su momento de protagonismo en la Kiss Cam, o temas más divertidos como «Diferente», la atmósfera del concierto mantuvo la misma energía de inicio a fin; sin embargo, el clímax de la noche llegó con las últimas canciones, las más esperadas: «Ojos marrones» y «Un millón como tú», con la que cerró y la que hace un par de años cambió el rumbo de su carrera. «Quiero que se vayan roncos porque hoy no está cantando un artista internacional, está cantando un artista venezolano, carajo», gritó emocionado.

El setlist lo completaron «Julia», «Subtítulos», «Kamikaze», «Ibuprofeno», «Souvenir», «Odio que no te odio» y la tan esperada «Eva». En total, fueron 26 canciones con las que Lasso le regaló a sus fanáticos una noche inolvidable de mucha música, historias, pero sobre todo alegría.

«Para mí es un honor y un placer presentarles a Eva (…) Eva es cada uno de ustedes, Caracas», dijo agradecido Andrés Vicente al público que lo ayudó a convertirse en Lasso.


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