Hitos del cine venezolano

Durante cuatro años, el periodista e investigador Gil Molina se propuso verificar, destacar y preservar los grandes logros del cine nacional en el libro Hitos del cine venezolano. Muchos olvidados o desconocidos. Quería contar la historia de la cinematografía del país de una manera atractiva, diferente. Eligió el que considera el elemento más representativo de una película: el póster.

El póster era un buen elemento que le permitía hacer un recorrido, sin distinciones, por los 127 años de historia del cine venezolano. Desde que se proyectó la primera película en 1897 hasta la actualidad. «Desde la creación del papel se utilizaba el póster para invitar a diferentes cosas y eso es lo que ha hecho el cine. A pesar de la digitalización o de las plataformas de streaming, el póster no ha desaparecido. Sigue siendo un elemento importante de muestra de la primera cara de las películas», dice Molina.

No usó las versiones originales de los pósters. Muchos no existían o no eran visualmente atractivos, sobre todo los más antiguos. Quería hacer una reinterpretación de los carteles para ofrecer una nueva visión de las historias. Para lograrlo, le planteó la idea al diseñador Ricardo Báez, quien estaba a cargo del diseño del libro.

Hitos del cine venezolano
Foto cortesía

«El cartel siempre ha sido un elemento muy importante dentro de la película para promocionarla. Cuando estaba definiendo cómo contar la historia, primero pensé en hacerlo sobre las películas de ficción, pero luego dije ‘¿por qué las demás no?’. Buscaba algo que pudiera encajar en los 127 años que tenemos de historia y una de las maneras era, sin duda, a través del póster», agrega el también productor cinematográfico.

Lo más complejo fue el proceso de investigación. No había mucha información disponible sobre las películas más antiguas. Instituciones como el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) o la Cinemateca Nacional, que apoyaron la investigación del proyecto, solo tenían registros desde mediados del siglo pasado. De allí que Gil Molina se dio la tarea de investigar y recopilar información en la Hemeroteca Nacional para dar con los primeros hitos del cine nacional.

«Quise trabajar en verificar mucha información en hemerotecas y sentarme a investigar mucho de esa historia del cine venezolano, de nuestros 127 años de historia. Para lograrlo me interné en la Hemeroteca Nacional verificando, periódico por periódico, la historia que iba apareciendo y, adicionalmente, iba haciendo una lista de películas que en primer momento veía y que se fue ampliando con lo que ya tiene el CNAC. He podido realizar una gran tarea y labor de reunir en este proyecto, inédito en su género, tanto en Venezuela como en Latinoamérica, todas las películas venezolanas y contar la historia del cine venezolano por hitos», asegura Molina.

Hitos del cine venezolano
Foto Ariany Brizuela

Poco a poco, fue sumando títulos hasta completar la lista con los hitos que Molina consideraba como los más importantes del cine venezolano. En total, 87 películas hasta el momento, las cuales  fueron seleccionadas por ser pioneras en su género, formato o reconocimientos importantes.

Además de contar la historia del cine nacional a través de la reinterpretación de los carteles de las películas más representativas, el libro también incluye datos curiosos e inéditos del cine venezolano.

El proyecto no solo fue concebido como una propuesta editorial, sino también expositiva. Las planchas de impresión de cada uno de los carteles que dan forma a la investigación, junto con un par de ejemplares del libro Hitos del cine venezolano, estarán expuestos en Espacio Mercantil, en Altamira, hasta el 31 de julio.

Hitos del cine venezolano
Foto cortesía

«La idea del proyecto no surge sólo como una forma de rescatar y preservar la memoria histórica del cine venezolano, sino también de la necesidad de explorar la identidad venezolana a través de la cinematografía. Este proyecto no lo hago por mi cercanía con el cine venezolano, que siempre me interesó, sino por la plataforma cultural que creé en 2003, Proyecto Identidad, que es con la que desarrollo proyectos relacionados con nuestra cultura e idiosincrasia. De allí surgió un primer proyecto que se llama Identidad Venezuela en 1000 rostros. Desde entonces, tengo claro que quiero hacer varios proyectos en diferentes áreas, siempre editoriales y expositivos. En este caso, era un proyecto cultural sobre cómo relacionarnos con el cine porque para nosotros, y para cualquier sociedad, el cine es lo más representativo de la cultura», explica.

En sus más de cien años de historia, el cine venezolano ha tenido momentos buenos y otros más complejos. Molina destaca el período entre 2005 y 2015 como uno de los más prolíferos para la cinematografía venezolana porque es en el que hubo mayores reconocimientos.

«Ha sido la época más importante del cine venezolano porque es la época en la que más premios ganamos, en la que participamos en más festivales, más películas hicimos y que más coproducciones tuvimos. Curiosamente, aunque fue una época de mucha crisis, también hubo grandes logros como tener la película (venezolana) más taquillera con Papita, maní, tostón (2013) logramos un primer premio internacional clase A con Hermano (2010) de Marcel Rasquin, que fue el Premio San Jorge, que está dentro de los 15 festivales más importantes. Luego ganamos otro premio clase A con Pelo Malo (2013), Mariana Rondón, en San Sebastián y el tercero, y más importante, fue el León de Oro de Venecia con Desde allá (2015), de Lorenzo Vigas. Además de eso, logramos también un Goya (con Azul y no tan rosa -2012- de Miguel Ferrari), logramos estar en el Shortlist de los Oscar con Libertador en 2014. Se lograron muchísimas cosas en esa década y se hicieron muchas producciones y hay que reconocer la labor de todos en eso», destaca Molina.

Hitos del cine venezolano
Foto Ariany Brizuela

Aunque reconoce que actualmente el cine nacional enfrenta una profunda crisis debido a la falta de financiamiento y a la diáspora de cineastas, el periodista e investigador desea que la cinematografía venezolana vuelva a ser igual de próspera que hace algunos años.  «Siempre pueden hacerse mejor las cosas. Ojalá y la cinematografía venezolana en unos años no muy lejanos vuelva a ser tan grande como antes, con muchas producciones y premios. Sería lindo. Predecir que va a pasar pronto, no lo sé. Que ha sido bueno, sin duda lo ha sido. Por ejemplo, si mañana ganamos un Oscar o llegamos a estar nominados sería una gran celebración. Creo que siempre habrá una generación de relevo que hará cosas nuevas y eso siempre será bueno para el cine venezolano», dice.

Sobre qué se considera cine venezolano, el que se hace en el país o el hecho por cineastas venezolanos desde el exterior, opina que es aquel que se hace bajo los reglamentos de los organismos competentes. «Si tienes una película completamente filmada en Estados Unidos, con 70% de capital extranjero y no cumple con todos los valores necesarios para que sea venezolana, no se puede considerar así. Hay casos de películas hechas por venezolanos pero las películas no son venezolanas, por ejemplo el caso de Claudia Pinto que ganó el Goya al Mejor Documental (con Mientras seas tú), pero no es venezolana, es un documental hecho por una venezolana. Es un caso contrario al de, por ejemplo, La balandra Isabel llegó esta tarde, que es una película venezolana, pero su director es argentino, pues en aquella época, 1950, el reglamento de cine era otro», explica.

A Gil Molina le gustaría que la exposición Hitos del cine venezolano se convierta en una muestra itinerante que pueda llegar a otras ciudades de Venezuela y a otros países de la región, así como también a colegios y universidades. «A mí el cine me despertó de niño una imagen que vi en un lugar de películas y eso me gustó, quién quita que haya una nueva generación que, no solo porque vea esto, siga descubriendo cosas del cine. El cine como la historia siempre renace. Las películas van, vienen, vuelven, buenas, malas, pero renacen. Siempre tendremos una película de nuestra historia».

Hitos del cine venezolano
Espacio Mercantil, Altamira
Lunes a viernes, de 9:00 am a 4:00 pm
Entrada libre


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!