Páez amor
Fotos EFE

La ansiedad del público se adueñó del estadio a la espera de su ídolo. Los aplausos fueron la manera de convocarlo, ante la tardanza, lo llamaron, finalmente, las luces se apagaron y el cantautor argentino, Fito Paez, se hizo presente en escena.

Páez inició este martes en Buenos Aires El amor 30 años después del amor tour, que, con recitales en Argentina, Estados Unidos, Venezuela, España, Uruguay y Chile, homenajeará el 30° aniversario del disco más vendido y emblemático del rosarino.

Con la cantante Fabiana Cantilo a su lado y un público enardecido, Páez salió al escenario al ritmo de «El amor después del amor», algo que los espectadores agradecieron mediante una gran ovación y coros, dejando en claro que este sería el comienzo de uno de los espectáculos más esperados.

«Se cumplen 30 años ya. Después de grabar tres discos en un año, uno más será divertido, entonces sencillamente, lo anunciamos y se armó un quilombo bárbaro», expresó Páez para el asombro los miles de fanáticos que se acercaron hasta el estadio Movistar Arena de Buenos Aires.

 

El amor después del amor, grabado por primera vez en 1992, es el disco que lo marcó a fuego como músico y puso en el mapa al rock argentino.

Con 1.100.000 de copias físicas vendidas en 2012 fue el álbum más vendido en la historia de la música popular del país suramericano y que, aun hoy, no ha podido ser superado.

«De alguna forma me hacen pensar también, aparte de hacerme sentir todo el tiempo, no sé que significará esto pero seguramente algo lindo que pasó en nuestras vidas y hemos olvidado», agregó el cantautor para exaltar a la «ciudad de pobres corazones».

Aunque las sillas que cubrían el estadio para cada persona estaban repletas, no tenían uso, ya que los argentinos llevan fuego en las venas. Un espacio reducido no alcanza, no puede contener los saltos, el baile, los cantos y la pasión que generan los mejores artistas de esta era.

Fito Páez y el milagro del amor

La nueva versión de este disco por los 30 años es una realidad inapelable ante lo rápido que pasa el tiempo para Páez.

«Todas las sensaciones ligadas a ese álbum fueron y son muy hermosas. Se me ocurrió regrabarlo entero de vuelta, versionarlo, poner los mismos elementos en diferentes lugares y llamar a otros invitados», había anunciado el artista a mediados de este año.

La lista de invitados de aquella época, según el propio Páez, era un milagro: Mercedes Sosa, Charly García, Luis Alberto Spinetta, Andrés Calamaro y Gustavo Cerati, entre otros músicos de prestigio que participaron en ese álbum.

De vuelta en el escenario, el compositor hizo vibrar el estadio con «Tumbas de la gloria», un homenaje a su familia directa, que mucho tuvo que ver con la vida del artista.

Su abuela y su tía abuela criaron a Fito tras la muerte prematura de su madre cuando él apenas tenía ocho meses de edad, ambas murieron asesinadas en la casa donde el músico aprendió a componer.

Este contexto conocido por el público fue devuelto a Fito Páez en forma de canción, coreando cada estrofa como si fuera la última.

Los shows de Páez continuarán desde hoy, casi en simultáneo por dos semanas, con todas las localidades ya agotadas; sin embargo, debido a la marea de fanáticos se anunció una fecha más que dará el cierre a este festival del rock clásico argentino que se celebrará el 8 de noviembre próximo.

En total, al menos 90 mil personas podrán encandilarse con la música de uno de los rosarinos más queridos de Argentina.


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