Fernando Carrillo

Tras más de una década fuera de Venezuela, Fernando Carrillo regresó a su país natal junto con su esposa Gaby, con quien el año pasado tuvo un bebé llamado Milo.

El actor venezolano, de 56 años de edad, quiso «desmentir» las opiniones negativas que se han dicho de Venezuela y quiso destacar su potencial y progreso. «Venezuela está HERMOSA y latiendo fuerte. Como nunca la había visto», dijo.

Carrillo también indicó que ve «inmensas oportunidades para invertir, para crecer y para ser feliz».

Fernando Carrillo

Sin embargo, una de sus declaraciones en las que asegura que en Venezuela no hay dictadura fue la que más polémica generó en redes sociales.

«Voy a buscar al Presidente Nicolás Maduro y a la Primera Dama Cilia Flores para ofrecerles mi apoyo y toda la inversión que esté a mi alcance y para decirle al mundo que VENEZUELA NO ES UNA DICTADURA como nos han querido pintar y promocionar. Sí hay comida, sí hay gasolina, sí hay medicinas y el BLOQUEO INHUMANO y CRIMINAL al único que lastima DURO es al HEROICO Y BRAVÍSIMO PUEBLO VENEZOLANO», escribió en una de sus publicaciones.

Fernando Carrillo

La respuesta de sus seguidores en redes sociales no tardó en aparecer. «Fer, qué desilusión». «Qué decepción mientras sus compatriotas mueren de hambre él respalda a Maduro». «¿Ya fuiste a los hospitales y colegios públicos para saber en que estado están?». «No mereces ser venezolano» fueron algunos de los comentarios.

El actor no se quedó callado y decidió responder a quienes lo criticaron por sus publicaciones. «Se enloquecen los haters con MI VERDAD y MI REALIDAD. Parece que nunca hubo niños trabajando en las calles de Venezuela y de todo el continente. Hay niños en todos los semáforos del continente, trabajando. Hay niños en Venezuela vendiendo periódicos desde que nací. VENEZUELA está en ASCENSO y existimos muchos ÁNGELES que apostamos por esta bella NACIÓN».

Fernando Carrillo está recorriendo el país y grabando videos para la segunda parte de Dos Carrillos y medio, una especie de reality familiar con el que quiere demostrar la supuesta mina de posibilidades que, según él, esconde Venezuela.


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