Foto Tampa Bay News

El pasado viernes, la actriz estadounidense Felicity Huffman, conocida por su papel en Desperate Housewives, salió de la cárcel. Allí cumplió 11 días de una condena de 14 por participar en una red de sobornos millonarios para facilitar el ingreso de su hija en la universidad.

Pero ahora, tras haber pisado prisión, el medio estadounidense Page Six revela que Huffman desea redimirse e implicarse con las reclusas de la cárcel de Dublin, ubicada en el norte del estado de California. En esa institución, la actriz ingresó el pasado 15 de octubre. Pudo percatarse de las «duras condiciones» en que se encuentran las mujeres que permanecen ahí y quiere brindar apoyo a las víctimas de tráfico sexual.

Según señala el mismo portal, Huffman cree que estas reclusas están abandonadas y no cuentan con ningún apoyo ni dentro de la institución, ni cuando salen. Ello provocó que se le rompiera el corazón.

 

Vía a la libertad

Incluso Page Six se dio a la tarea de buscar al personal encargado de la Oficina Federal de Prisiones. Ellos señalaron: «Aunque la filosofía de la oficina es que la preparación para la libertad comienza desde el primer día de encarcelamiento, en realidad se intensifica durante los 18 meses previos a obtener la libertad».

También detalla que entre las actividades en las que se centra esta preparación están la redacción de currículos y la búsqueda y retención de empleo. Antes de alcanzar la libertad por completo, algunos presos pasan a centros de rehabilitación. La intención es ayudarlos a adaptarse a la vida en comunidad y a encontrar un trabajo.

Además de su estancia tras las rejas, la actriz tendrá que pagar una multa de 30.000 dólares y realizar 250 horas de servicios comunitarios. A esto se sumará un año de libertad supervisada, tiempo que precisamente quiere dedicar a estas mujeres.

Huffman, de 56 años de edad y nominada al Oscar en 2006, fue la primera condenada por su papel en una millonaria red de sobornos universitarios por parte de familias adineradas. El caso se destapó el pasado marzo por el Departamento de Justicia y afectó a 51 personas.


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