La mañana de este sábado 4 de noviembre falleció a los 89 años de edad el humorista Pedro Alberto Martínez Conde, conocido como Perucho Conde.
La noticia la dio a conocer uno de sus familiares, quien explicó que el comediante, que residía en el estado Aragua, se encontraba desde hace varios días hospitalizado debido a su delicado estado de salud.
El también actor y cantante, que tuvo relevancia en la televisión venezolana durante las décadas de los años 70 y 80, recibió durante sus últimas horas de vida las oraciones, fuerza y el amor de su familia.
El humorista arrancó su carrera en el célebre programa Radio Rochela, de RCTV, y la continuó en Venevisión. Participó en famosos programas televisivos como El programa sin nombre, Chisparates y Perucho y Veneranda.
Perucho Conde, que nació en el barrio de San Agustín del Norte, de la parroquia de San Agustín de Caracas, inició su carrera a los 30 años de edad y tuvo su último desempeño como comediante en la pantalla chica en la década de los 90.
Acusaciones
Sin embargo, en los últimos años su carrera se vio empañada por acusaciones de abuso sexual. En mayo de 2021, la actriz Grecia Augusta Rodríguez, hija del fallecido primer actor venezolano Gustavo Rodríguez, afirmó que fue agredida sexualmente por el humorista.
Indicó que la agresión la sufrió cuando tenía 6 años de edad en un baño de hombres en el canal Venevisión. «El gran actor cómico, que era muy amigo de mi familia, es el actor Perucho Conde. Él fue mi primer agresor», dijo en esa oportunidad.
A través de un comunicado, publicado por su hijo Fabricio Conde, el comediante negó estas acusaciones. «Niego en todas y cada una de sus partes el contenido de dicho testimonio y doy gracias a Dios por la tranquilidad mental y espiritual que me ha hecho saberme ajeno a dichos señalamientos», dijo en su momento, al afirmar que sufrió un «linchamiento sistemático, sin prueba alguna», tras las acusaciones.
«A partir de un testimonio cuya motivación desconozco, se desató la más despiadada avalancha de insultos y calificativos hacia mi persona. Honestamente en el ocaso de mi vida no me importa tanto como las consecuencias que eso pueda tener sobre el resto de mi familia», señaló.