El artista Oswaldo Vigas nació en la ciudad de Valencia, estado Carabobo, en 1923. Este año se conmemora el centenario de su nacimiento. Y para celebrar la obra de quien fue un importante pintor y muralista del siglo XX, el Boca Raton Museum of Art (Florida, Estados Unidos) ofrecerá hasta el 21 de mayo una retrospectiva. Esta es la primera de varias exposiciones alrededor del mundo en honor del pintor.
La exposición, titulada Paintings Between Latin America, Africa, and Europe (pinturas entre América Latina, África y Europa), ofrece al espectador una mirada a 17 obras de Vigas. Estas son representativas de su estancia en París, en la década de 1950, y en Venezuela desde 1969 hasta 1976.
La revista Maxim indicó que esta serie de presentaciones es coordinada por Lorenzo Vigas, hijo del artista, con el apoyo de la Fundación Oswaldo Vigas. El también cineasta apuntó para el medio norteamericano que su padre nunca estuvo interesado en dar a conocer su trabajo y «mantuvo una poca y distante relación con las galerías en general».
Una obra inspirada en el camino entre continentes
El título de la exposición hace referencia a una entrevista -en la década de 1960- en la que Vigas -figura clave del modernismo en América Latina- se refirió al color de sus semiabstracciones. Estas honraban el simbolismo de América.
«La intención de mis pinturas es alcanzarlas, interpretarlas y traducirlas a las nuevas advertencias», dijo el artista carabobeño en la entrevista, recordó Maxim. «Mis pinturas están a medio camino entre América, África y Europa».
Esta es la primera muestra de una serie de exhibiciones y eventos -a modo de tributo- que se llevará a cabo este año en ciudades del mundo.
Seguidamente, en octubre, el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México presentará una muestra dedicada al artista venezolano y su relación con los principales exponentes del movimiento modernista latinoamericano (Rufino Tamayo, Wifredo Lam, Frida Kahlo y Joaquín Torres-García). La curaduría está en manos de Carlos Palacios y mostrará la relación artística entre el venezolano y sus colegas de América.
La Fundación Oswaldo Vigas presentó el primer catálogo razonado de un artista venezolano. El texto reúne ocho décadas de trabajo: desde sus trazos constructivistas o formalistas a la geometría lírica. Para terminar el catálogo razonado, el equipo de la fundación demoró 16 años, y no sería demasiado tiempo, pues catalogaron las 4.000 obras del artista.
La obra de Oswaldo Vigas
El pintor y muralista abordó la identidad del venezolano vista desde su propia experiencia como hombre mestizo desde el Cubismo. Pero también su obra se refirió a la mujer. Sobre ello, la investigadora y crítica de arte Susana Benko escribió en 2014 en ArtNexus (tras el fallecimiento de Vigas): «Para él la figura femenina es una presencia mítica y es una imagen telúrica que habla de la tierra, del sentido de pertenencia a esta tierra. Y es lo que hace que su pintura tenga ese sentir plenamente americanista».
Vigas, quien además estudió Medicina en la Universidad de Los Andes y en la Universidad Central de Venezuela, trabajó en París junto con Pablo Picasso en la década de 1950. También fue muy cercano a artistas como Max Ernst, Fernand Léger, Alexander Calder y Wilfredo Lam. En esos años sintetizó el Cubismo, Surrealismo, Constructivismo y los movimientos Neofigurativos. El resultado de ello fueron grandes murales, cerámicas y tapices.
Vigas tuvo más de 100 exposiciones individuales y colectivas en países como Francia, Estados Unidos, Brasil, Colombia, Venezuela, Italia, Suiza, Marruecos, Polonia, España, Perú, Panamá y Japón. Importantes instituciones y coleccionistas privados tienen piezas del artista.
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Fue galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1952 por la obra Gran Bruja; Doctor Honoris Causa por la Universidad de Los Andes (1999) y la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho. En 2008 y 2014 fue premiado por la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA). Y en 2004 recibió el Latin Union Award en Estados Unidos.
En la actualidad, reseñó Maxim, la mayor parte de la obra del muralista está bajo resguardo de la Fundación Oswaldo Vigas y disponible para préstamos a museos de todo el mundo.