Espinoza
Contraposición T, 1970. Plaka sobre madera y hierro. 120.7 x 124.5 x 56.5 cm | Cortesía de la Colección Ella Fontanals-Cisneros

Eugenio Espinoza es un artista conceptual, nacido en Venezuela en 1950, que actualmente vive y trabaja en Gainesville, Florida, Estados Unidos. Estudió en la Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas y en el Instituto de Diseño Newmann-Ince de 1966 a 1974. Ya por aquellos años comenzó a trabajar con el sistema de cuadrículas negras sobre sus lienzos blancos, así como con objetos encontrados, fotografía, y otros recursos que iría incluyendo paulatinamente en las siguientes décadas.

El contexto en el que el joven Eugenio de finales de los años 1960 comenzó a desarrollar su carrera estuvo muy marcado por el extraordinario auge de la abstracción geométrica en Venezuela en aquella época, y en particular por la influencia directa de Gego, quien fue su maestra. Para Gego el molde geométrico sería una barrera, y su obra delicada y poética lo demuestra. Pero para Eugenio la geometría sería además una continua fuente de la cual beber, incluso para negarla o superarla. Él ha sido decididamente un artista conceptual desde la raíz, y el lenguaje geométrico le ha ofrecido una plataforma constante de diálogo y subversión, aunque el vínculo con lo social, lo político y lo histórico es parte esencial de su obra, y ello le ha impedido emprender una búsqueda radical de las esencias del arte en una suerte de «sensibilidad pura», ya que siempre hallamos en su obra un anclaje sutil e inteligente en la realidad.

Tomemos como ejemplo su obra Contraposición T, de 1970, ilustrada aquí. Se trata de una pieza de pared, que difícilmente podríamos clasificar en pintura o escultura. Digamos entonces que es un objeto transformable, tridimensional que tiene en su raíz la forma geométrica, pero que acoge como componentes suyos al espacio, al movimiento y a la participación del espectador en su movilización. La pieza se compone de una serie de paneles verticales, el último de la izquierda se puede flexionar gracias a un sistema de bisagras, de modo tal que queda perpendicular. Se debe instalar en una esquina, pues la pieza requiere de esa contraposición de planos, y de esa manera dialoga orgánicamente con el espacio. Además, sobresalen hacia el frente tres estructuras negras de metal, componentes rectangulares móviles, que pueden rotarse hacia la izquierda o la derecha, creando múltiples configuraciones formales y juegos tridimensionales en dependencia de la posición de todos sus elementos movibles. Esta obra puede considerarse de sus inicios, puesto que en 1972 hubo un importante punto de inflexión en su carrera: ese año expuso en el Museo de Bellas Artes de Caracas una serie de lienzos blancos doblados y cortados en diferentes ángulos y variaciones, colaboró con Claudio Perna en una serie de acciones plásticas donde el viento actuaba sobre sus telas cuadriculadas en El Médano, y además exhibió su obra Impenetrable en el Ateneo de Caracas.

El Impenetrable, exigía una participación contemplativa, de observación desde diferentes ángulos, de la obra instalada horizontalmente dentro de una sala, a la cual los espectadores no podían acceder, pues la propia pieza bloqueaba la entrada. Por los años en que los famosos Penetrables de Jesús Soto y otras obras de Carlos Cruz-Diez o del brasileño Hélio Oiticica atraían al público a penetrar las piezas, recorrerlas, tocarlas e interactuar con ellas; el Impenetrable de Eugenio venía a ser una pieza programática, una declaración de principios como artista que prefería polemizar y romper esquemas, a la vez que Impenetrable fue interpretada como una metáfora de la situación política en Venezuela.

Más adelante se trasladó a New York, y en el periodo de 1977 a 1981 estudió en tres diferentes centros neoyorquinos: Pratt Institute, New York University y School of Visual Arts. Su carrera continuó en ascenso a lo largo de la siguiente década, y en 1985 representó a Venezuela en la Bienal de Sao Paulo. Un recorrido por su obra revela otras influencias notables. En términos de lenguajes, además del concretismo, se le relaciona con el Arte Povera y el Minimalismo, mientras que en cuestiones de medio artístico se ha movido fluidamente por la pintura, escultura, instalación, performance, manipulación de formatos pre-elaborados como fotografías o postales…

En la actualidad, la obra de Eugenio Espinoza puede hallarse en relevantes colecciones privadas y de museos internacionalmente, y en particular en los Estados Unidos, donde ha sido además exhibido y publicado en proyectos encomiables. Sobre él y otros artistas conceptuales latinoamericanos le invito a conocer más, a través de mi canal de YouTube y mi website.


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