Infección
La cinta se proyectó sin ningún impedimento en la plaza Alfredo Sadel | Foto Crysly Egaña

El estreno de Infección en Venezuela, previsto para el 29 de noviembre del año pasado, no fue posible porque el CNAC le negó el certificado de obra nacional a los productores. La opción que le presentó la institución al director Flavio Pedota fue estrenarla como película extranjera. Pero él se negó: “(Hacerlo) significa renunciar a mis principios fundamentales de libertad como artista y realizador”. Aun así el filme logró estrenarse en el país, en Caracas y Mérida, sin ningún impedimento como parte de la celebración del Día Nacional del Cine.

A las 5:00 pm del martes comenzaron a llegar los espectadores a la plaza Alfredo Sadel, el punto dispuesto en la capital para presentar la cinta de suspenso. Bernardo Rotundo, presidente de Gran Cine, y José Ernesto Martínez, de Avepca, dieron la bienvenida a las 300 personas. “Bienvenidos todos. Esto es como los viejos autocine. Hay que esperar que oscurezca para que la película se pueda ver bien”, dijeron.

Las 200 sillas colocadas en la plaza no fueron suficientes para la cantidad de gente que asistió. Al menos 80 de los asistentes vieron Infección sentados en el suelo o de pie.

“Estamos aquí porque somos estudiantes de cine en la Escuela de Artes de la UCV. Nos interesa el tema porque esta película ha sido censurada y es un acontecimiento venir a verla”, expresó Juan, de 22 años de edad, al sentarse junto a sus tres amigos. Su compañera Enza Zambrano, de 26 años, añadió: “También me llama la atención el nivel de producción que tiene la película. Que se haya hecho en Venezuela, en esta situación, en medio de la crisis”.

Refresco, cotufas, mandarinas y dulces funcionaban como snacks para acompañar la velada, a la que asistió también Josué Saavedra, director de Atraco de altura (2019), una adaptación en formato cortometraje de un cuento del libro Laberintos peligrosos del escritor Otrova Gomas que formó parte de la programación en la plaza Alfredo Sadel.

“Por favor, vean el cine venezolano. Estamos cumpliendo 123 años de cinematografía en el país. Quisiera que la gente en Venezuela creyera más en nuestro cine, que digan que es bueno. Necesitamos que el público vea el cine para poder seguir haciéndolo”, indicó Saavedra.

Y con razón.  12 millones de personas asistieron a las salas de cine en 2019, un panorama que se muestra a la baja. En 2017 el número de espectadores fue de 21.226.361 y al año siguiente bajó a 14.021.046, según datos de la Asociación de la Industria del Cine.

Tampoco la producción nacional permite abarcar la oferta. En 2019 se proyectaron 12 películas: La noche de las dos lunas, Blindado, La corte malandra, Amnesia, Infieles, Yo, mi ex y sus secuestradores, Interferencia, Jazmines en Lídice, Primavera en Petare, Milagro de Navidad en Petare, Juan y Violeta. No todas llegan a las salas comerciales, como es el caso de Infección.

Antes de que se proyectara la esperada película, en la plaza Alfredo Sadel se mostró un micro sobre la visión de los cineastas, productores, actores y guionistas venezolanos sobre el cine nacional que finalizaba con la consigna “Cine por la democracia”. Le siguió el tráiler de Voy por ti (2019), de Carmen La Roche. Esta película tuvo Mención Especial en la 15ª edición del Festival del Cine Venezolano y se estrenará el 21 de febrero.

Caracas no fue la ciudad donde Infección se proyectó por primera vez en el país. Su estreno oficial en Venezuela fue un día antes en Mérida, donde abrió la semana de celebración en el estado andino. A las 02:00 pm del lunes se proyectó a casa llena en la Sala Spinetti Dini del Centro Cultural Tulio Febres Cordero, con aforo para 410 personas. Sin embargo, hubo gente que se sentó en el piso. Contaron con la participación de Magdiel González, actor del filme.

El intérprete merideño, que tenía cuatros años sin venir a Venezuela, explicó que su visita coincidió con la proyección de la película. “Me emocionó muchísimo. También me sorprendí porque al empezar la sala estaba llena un lunes en la tarde en horario laboral. Si hubiese sido en un horario nocturno no sé si hubiésemos metido a más gente.  El público quedó muy agradecido porque denuncia lo que estamos viviendo. Es un acto de resistencia proyectarla, a pesar de la censura”.

En Caracas su proyección comenzó a las 7:30 pm. Los cientos de personas vieron la cinta que muestra el viaje de Adam desde Mérida hasta Aragua para buscar a su hijo en un país sumido en el caos por el brote de un virus que convierte a las personas en zombies. Mientras tanto, el Estado oculta la epidemia en alocuciones y no brinda información al respecto.

“Me parece un acto de irreverencia ver una película censurada en una plaza pública. Eso es un acto de resistencia ante el totalitarismo en el cual estamos viviendo. Me pareció una excelente película. Las simbologías y los mensajes subliminales que había en algunas de las escenas. Un poco ambiguo el final, pero de resto es una excelente película. Me da un poco de tristeza que otros no la puedan ver como las personas que vinimos a la plaza Alfredo Sadel”, dijo Mariandreina Montilla, estudiante de Sociología de la UCV de 24 años de edad.

Dos horas y media duró la película. Cada vez que se mostraba una alegoría como una gran valla con el mensaje “Hecho en revolución” en medio de una zona destruida, el público se reía. Al finalizar recibió muchos aplausos.

“Luego de verla, entendimos el porqué de la censura. Me parece que es una estupidez del gobierno porque ellos mismos están proyectando la película. Ellos saben que son una Infección definitivamente”, opinó Carolina, de 52 años de edad, quien vio la película con su hija, de 18 años.


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