En Nocturneando
La Melodía Perfecta cerrando en la Plaza Bolívar el Nocturneando | Foto Ezequiel Carías @ezevisual

Sábado. Poco más de las 5:00 pm. En la Plaza Bolívar de Chacao está la tarima central de la sexta edición de Nocturneando en la que los músicos de Mi juguete es canción actúan frente a poco público. Los presentes, de todas las edades, miran constantemente al cielo nublado. Algunos llegan con sus perros de la caminata para mascotas: esperan por el show de obediencia canina que, según la programación, comenzaría a las 6:00 pm. Los niños juegan y bailan cuando caen las primeras gotas de lluvia. Inmediatamente todos se dispersan en busca de refugio. «Antes de que la lluvia nos termine de espantar», dice la artista de Mi Juguete es canción pero ya el público, incluyendo aquellos que acudieron al lugar con sus mascotas, se dispersó.

En el Instituto de Diseño de Caracas, en la Avenida Ávila, a los presentes parece no importarles la inminente lluvia. La imagen de un monstruo marino dibujado a bolígrafo, junto a otro lienzo donde los visitantes pueden dejar su firma con spray da la bienvenida. La gente se refugia bajo sus paraguas o ingresan al instituto donde una camioneta Pick Up Chevrolet del año 58 es la principal actividad: quien lo desee puede dejar su dibujo sobre la carrocería. En el sitio también hay una venta de camisas pero la mayoría aprovecha la exposición de algunos cuadros para tomarse fotos.

Los gamers se encuentran a pocos pasos de distancia en la calle Urdaneta, donde se ubica el antiguo mercado de Chacao. Una cabina fotográfica, stands para jugar Mortal Kombat, Justo Dance o puestos para comprar ropa, accesorios, llaveros y otros objetos con temáticas de reconocidos animes y hasta cómics venezolanos a 12 dólares son parte de la oferta. La venta no han sido buenas, tampoco malas, confiesa Johana Telerereche, coordinadora de uno de los puestos.

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Nocturneando. 9:00 pm | Foto Ezequiel Carías @ezevisual

Desde su stand, donde vende collares y accesorios para los fanáticos, Telerereche confiesa que teme un poco que la lluvia arruine el evento. «Aquí seguimos», asegura antes de seguir trabajando en su puesto donde se quedará hasta el final del evento. A pesar de que el cielo se oscurece cada vez más, en la calle desfilan algunos cosplayers que serán parte del desfile. Entre ellos una pareja vestida como Harley Quinn y el Joker. También circulan otros artistas que se van a presentar en interpretaciones de danza como Mariea Elena Sánchez, de 24 años.

«Dentro de poco vamos a hacer una presentación de danza contemporánea. Es la segunda vez que participó, el año pasado participé con Improdanzadas, mi compañía de danza improvisada. Ha sido increíble la experiencia«, cuenta emocionada. Detalla que el año pasado también le tocó bailar alrededor de las 6:00 pm y ese año también la lluvia fue una amenaza para el show. Cree que el evento no solo ha evolucionado, también hay más organización y variedad. «Me encanta porque uno se encuentra con sus colegas, me parece precioso».

Una fuerte melodía rockera anuncia a todo el que se acerque que ya llegó a la esquina del rock. Hay más de 30 personas interesadas en disfrutar de la propuesta musical del stand ubicado en una de las esquinas de la calle Cecilio Acosta, pero el tránsito vehicular les impide hacerlo. Con el toldo ubicado en la acera no hay espacio para estar, así que el público, en su mayoría mayores de 30 años, se aglomera en pequeños grupos con sus vasos de cerveza en la mano.

Solo en la noche se restringió el paso | Foto Ezequiel Carías @ezevisual

Entre ellos está la artista perfomatica y corista del grupo Star Swing Andrea Quiranos Rubio, de 52 años, quien también es poeta y productora. «Acabo de participar y fue buenísimo. Me impresionó ver que la gente coreó canciones nuestras», comenta después de la primera presentación de la banda en un evento como Nocturneando, pautada para las 4:30 pm.

Jóvenes disfrutando de la propuesta musical del evento | Foto Ezequiel Carías @ezevisual

En la siguiente cuadra se disfruta de una actividad para todo público: sobre el pavimento, el equipo de LPG de noche y Mandalas callejeras coordinan a todos los interesados para colorear una mandala gigante en una de las calles que sí tiene el tránsito vehicular restringido por la naturaleza de la actividad. Al frente de la calle donde niños, jóvenes y adultos pintan con tiza el diseño, hay una pancarta donde los visitantes pueden dejar su firma.

Gabriela Briceño, parte del equipo de LPG de noche y mandala callejero detalla que han participado varias veces en Nocturneando y, sobre todo, en actividades en Los Palos Grandes. «Esa es nuestra zona. Desde 2017 hacemos mandalas en el asfalto. La experiencia ha sido excelente. Esta actividad tiene mucha receptividad. Todo el mundo quiere pintar. El que no igual lo disfruta y se toma fotos», comenta antes de explicar que la lluvia sí les ha causado algunos problemas. «Pero no le prestamos atención. Aquí seguimos pintando».

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Artistas pintaron murales en Chacao | Foto Ezequiel Carías @ezevisual

Chacao le quedó pequeño a Anakena

El año pasado, en la quinta edición de Nocturneando, Anakena, agrupación conformada por Santiago de la Fuente, Carlos «Mara» González, Mikel Maury y Antonio Romero estrenó su mural en la calle Cecilia Acosta. El diseño, realizado por el artista conocido como Badsura, muestra la carita feliz y la carita triste de su álbum. Allí los jóvenes hacen una larga fila que se extiende por toda la cuadra para tomarse fotos con el grupo. Justo al cruzar la calle hay un stand con camisas de la la agrupación por 20 dólares. Los músicos permanecen en su encuentro con los fanáticos hasta las 8:00 pm, cuando llega el momento de prepararse para su presentación en vivo.

Andrés Mata durante su presentación | Foto Ezequiel Carías @ezevisual

En la tarima Cecilia Acosta, mientras tanto, le toca el turno al cantautor Andrés Mata. El músico sube ante el público emocionado. La pista de su canción «Hey, ¿qué pasó?» comienza a sonar con algunas fallas técnicas. Aunque uno de los músicos niega con la cabeza en señal de que no van a comenzar hasta que mejore el sonido, el constante ruido y feedback no disminuye. Se ven obligados a comenzar el show así frente a una pantalla que muestra imágenes del municipio acompañadas de la frase «No diré que estoy celebrando el aniversario de Cultura Chacao, pero habrá señales».

Son las 9:17 pm. La calle Cecilia Acosta, una de las pocas que estuvo cerrada desde temprano por la presencia de la tarima, está repleta de jóvenes que esperan ansiosos. «Si dicen Anakena me quedo», comenta uno de los presentes cuando anuncian que el grupo se demorará 10 minutos más en presentarse. La acera está concurrida, no hay donde sentarse, tampoco hay espacio para caminar libremente. Cuando finalmente Anakena comienza su presentación, poco se escucha en la zona más alejada del escenario. La música y las voces suenan amortiguadas y distantes. Solo se sabe qué canción están interpretando gracias a los fanáticos que corean la famosa letra de «Guayaba».

Se hizo difícil escuchar a la Anakena| Foto Ezequiel Carías @ezevisual

«No se escucha nada», comenta uno de los presentes más alejados al escenario. En la pantalla de la tarima, en vez de mostrar imágenes en vivo del show, se siguen mostrando imágenes de Chacao y sus actividades. Los que están más alejados ni ven ni escuchan a Anakena, una de las tantas presentaciones que se retrasó en Nocturneando. Las fallas de sonidos se mantuvieron en otras presentaciones.

Isis Díaz asistió al evento desde temprano, incluso antes de las 2:00 pm, para acompañar a su pareja a las pruebas de sonido de su presentación junto con Lema. La joven reveló que los músicos tardaron muchísimo en probar el sonido: hubo una falla eléctrica que afectó a varias calles del municipio. «Tuvimos que esperar a que trajeran una planta eléctrica, eso retrasó todo», cuenta.

La Melodía Perfecta, dúo convocado para el gran cierre del encuentro en una concurrida Plaza Bolívar a las 11:15 pm, también tuvo problemas de sonido. Los más alejados de la tarima central no pudieron escuchar la presentación de Gio y Gabo. Tampoco hubo imágenes en la pantalla de su presentación. Poco pudieron apreciar los que estaban más alejados de la plaza.

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La fiesta en Chacao se extendió más allá de la medianoche | Foto Ezequiel Carías @ezevisual

Las calles del caos

Solo cuando pasaron de las 8:00 pm la mayoría de las 10 calles donde se celebró Nocturneando restringieron el paso vehicular. Algo que no sucedió desde temprano y generó caos, colapso y riesgos innecesarios en calles como Páez o Sucre. En las aceras quedó poco espacio para que los emprendedores exhibieran sus productos tomando en cuenta que había carros estacionados. La oferta fue variada y bastante amplia. Hubo para todos los gustos: galletas, tequeños, dulces, marquesas, un puesto para hacer un examen de la vista, una cevichería y hasta cocadas. Los precios iban desde 1 dólar hasta los 10, 15 y 20 dólares. Sin embargo, resultaba engorroso para los presentes caminar por las aceras y comprar algo por los contantes carros intentando transitar.

En la calle Sucre el caos reinó. A las 7:00 pm aproximadamente, al lado del stand del bar restaurante La Guacamaya, se dispuso todo para que la banda Nomasté se presentara. La actuación se retrasó más de 20 minutos. En el sitio coincidieron los carros estacionados, público y gente transitando. A las jóvenes les tocó presentarse en un diminuto espacio donde los carros y las motos tocaban sus cornetas constantemente para que su público, acumulado en la calle a pesar de que no estaba restringido el paso vehicular, se retirara.

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El paso en la calle Sucre no estaba restringido para vehículos | Foto Ezequiel Carías @ezevisual

La banda estaba tan concentrada en su presentación y en las más de 40 personas intentando disfrutar del show que no notaron la unidad de Venemergencia atrapada en el tráfico de la calle colapsada. Con la sirena de la ambulancia intentando pasar, las cornetas de los vehículos y la gente cruzando de un lado a otro, Nomáste intentó darlo todo en Nocturneando. «No pudieron cerrar la calle, así que tengan cuidado con los carros, no los vayan a pisar», dice la vocalista de la banda, Kueylam Nieto. Luego tocaron «Impostor».

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Una ambulancia intentando abrirse paso entre la multitud  | Foto Ezequiel Carías @ezevisual

«Debieron cerrar la calle, eso debieron hacer», comenta una de las presentas mientras intenta cruzar sin que la atropellen. Lleva una cerveza en la mano como la mayoría. Tras terminar el tema, la banda se percata de la unidad de Venemergencia intentando pasar. Deciden, entonces, parar la presentacion. El público se aglomera lo más cerca que puede del stand donde está la agrupación. Algunos hacen de oficiales de tránsito ya que la mayoría de los agentes de protección civil y la policía municipal está distribuidos por otras calles del Nocturneando. En esa en específico no hay ninguno que ayude a aligerar el tráfico o que controle a los asistentes que bailan entre los carros intentando acelerar.

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La joven vocalista de Nomasté intenta ayudar a mantener el orden en la calle | Foto Ezequiel Carías @ezevisual

«Se trata de una zona residencial», comenta la oficial Caramanico al explicar por qué no cerraron todas las calles. «La gente que está transitando en las calles es de la zona», señala. También explica que no esperaban que viniera tanta gente al evento que, el año pasado, logró reunir hasta 10 mil personas.

Buena música y comida

Solo después de las 9:00 pm es que Nocturneando se convirtió en una mejor experiencia: hay tantas personas en las calles que quedó restringido por completo el paso vehicular. Tras horas de esquivar los vehículos, los presentes pudieron, después de las 9:00 pm, caminar libremente por las calles, disfrutar de las presentaciones o comer algo. En la Plaza El Indio 10 foodtruks ofrecieron una propuesta variada: Shaearma, Choripan, hamburguesas, helados o galletas fueron parte de la oferta. Allí es la única zona donde hay sillas para sentarse además de la Plaza Bolívar tan concurrida. De resto, los asistentes se sientan en las aceras. Tampoco hay baños públicos o puntos de hidratación gratuita, quien lo necesitaba tenía que entrar en alguno de los locales de la zona.

«Está muy chévere el ambiente, yo llegué como a las 9:00 pm porque a las 6:00 estaba lloviendo», comenta Gustavo Bracho. Nicolás Daza también destaca el buen ambiente que hay en el encuentro después de las 9:00. «Esta es mi primera y última cerveza porque el metro lo van a cerrar», comenta. Aunque los organizadores prometieron conversar con el sistema de transporte, muchos de los asistentes ignoraban si el horario se extendería o no.

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En algunas calles hubo que lidiar con el tráfico | Foto Ezequiel Carías @ezevisual

Sus opiniones sobre el ambiente que se respira en Nocturneando contrastan con las de Toneb Castro y Ana Mantilla quienes explicaron que, a pesar de que hay muchas propuestas interesantes, es complicado para los que no viven en la zona no perderse. Ambos señalaron que sería más sencillo llegar a las presentaciones que les interesa si hubiera más señalizaciones del evento.

La música es uno de los principales atractivos de Nocturneando. La presentación de la Orquesta Big Band o las actividades infantiles en el parque al lado de la pLaza Bolívar atrajeron buena cantidad de público. Igualmente, Tiempos de Broadway, Goe, Nany la que canta o Gran Radio Rivera convocaron a muchos fanáticos. Esta última agrupación, sin embargo, tenía un repertorio de 10 canciones pero por el retraso que hubo en la programación por fallas de sonido solo pudieron tocar 4. A la 1:12 AM, después de un breve show, la policía se acercó a la tarima para pedirles que se bajaran: no podía seguir sonando la música por el horario municipal.

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La policía ordenó bajar al grupo Gran Radio Rivera de la tarima porque ya se había cumplido del horario del evento | Foto Ezequiel Carías @ezevisual

Mientras en unas calles se bailó bachata, en otras sonó reguetón, vallenato y tecno. En algunas esquinas no pasaron desapercibidos algunos artistas que pintaron con sus latas de spray grandes murales. Las latas de cerveza que se acumulaban ante la ausencia de papeleras que, después, trabajadores de Fospuca recogieron. Las 200 actividades prometidas se realizaron, en su mayoría, a pesar de los inconvenientes.

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Algunas de las actividades para niños | Foto Ezequiel Carías @ezevisual

Al pasar la medianoche, Chacao se convirtió en una gran fiesta para todos los gustos con personas de todas las edades disfrutando en sus calles. Pero no por mucho: a la 1:10 am, aunque se siguen recorriendo las calles en Nocturneando, algunos se retiraron por las indicaciones de la policía. Otros, en cambio, fueron camino al after party en Modo Caracas para cerrar el evento que tardó en cumplir con lo prometido.


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