El legado de Aretha Franklin sigue vivo a un año de su muerte con la publicación póstuma de un concierto de 1972 y la aparición de unos manuscritos en su casa que podrían ser el testamento.
Franklin falleció el 16 de agosto de 2018, a los 76 años de edad, rodeada por sus seres queridos luego de varios días en cuidados paliativos por un cáncer de páncreas.
La pérdida de la cantante paralizó a Estados Unidos y a gran parte del mundo que se detuvo para rendir homenaje a la intérprete de temas como «Respect», «Think» y «(You Make Me Feel Like) A Natural Woman».
Figuras de la política y del arte dedicaron palabras de admiración a «la reina del soul» quien sigue siendo una referencia ineludible en la música, así como un emblema de las reivindicaciones feministas y raciales.
La unión de la sociedad estadounidense mostró el imborrable legado que Franklin dejó. Fue recordada por Paul McCartney, Diana Ross, Elton John, Barbra Streisand, Christina Aguilera o Carole King.
Testamento de Aretha
A pesar de dejar una carrera de prestigio, la diva olvidó firmar un testamento. La situación ha dado dolores de cabeza a sus familiares, incapaces de ponerse de acuerdo para gestionar la enorme herencia material, musical e intelectual.
Todo cambió hace tres meses cuando descubrieron dos testamentos escritos a mano por Franklin. Aparecieron uno bajo el sofá de su casa y el otro, en un armario.
Ahora un experto forense debe examinar los manuscritos llenos de tachones y no muy bien conservados.
De esta forma se podrá determinar cómo se gestionarán la mayor parte de sus finanzas y los derechos de unas canciones que tendrán un futuro dueño.
El asunto es complejo. En el presunto testamento, escrito en 2014, Franklin nombró a su hijo menor, Kecalf, como el albacea de la herencia.
Parece que al principio designó a otro hijo, Teddy, para estar a cargo, pero su nombre, escrito en la misma línea está tachado y seguido de Sabrina Owens, también tachada.
El experto forense tendrá que aclarar si fue modificado posteriormente para poner fin a una disputa familiar a la que la gran diva de la música negra permanece ajena.
Los homenajes tras su muerte se alargaron durante varios días en Detroit, donde las personas llegaron de diferentes zonas de Estados Unidos.
Sus seguidores pasaron horas en la calle, bajo tormentas y el calor sofocante del verano, para decir adiós a la cantante en una capilla ardiente situada en el Museo de Historia Afroamericana.
Homenaje
Esta semana la ciudad ha organizado varios actos en su honor y se esperan asistencias multitudinarias.
Para aquellos que no pueden acercarse a la localidad estadounidense, podrán ver un documental inédito de la artista, Amazing Grace.
La cinta, que se mantuvo oculta hasta ahora, consiste en un concierto filmado cuando Franklin se encerró en 1972 durante dos días en una iglesia de Los Ángeles (California).
El motivo era para grabar en directo uno de sus álbumes más celebres, titulado también Amazing Grace, un nombre que hace más de cuatro décadas ya anticipaba que el legado de la «reina del soul» sería impresionante.