Héctor Molina
Foto Jose Blanco

Hace cuatro años el merideño Héctor Molina, cuatrista de C4 Trío, se fue del país con la esperanza de que algún día regresaría a Venezuela a hacer lo que más le gusta: música. Aunque migrar no fue fácil y despedirse de su familia fue uno de los momentos más difíciles, el también compositor viajó a Miami respaldado por su amplia trayectoria artística. Al principio no estaba convencido de su decisión, pero, con el paso del tiempo, descubrió una ciudad que le abrió las puertas y le dio oportunidades. No se arrepiente de haber dejado su país, pero mantiene la esperanza con la que se fue: volver a reconectar con Venezuela. Finalmente, tras cuatro años de cambios y desafíos, Héctor Molina regresa a los escenarios venezolanos con su gira Ida y vuelta, este viernes 29 de octubre, en el Centro Cultural BOD.

A Molina le resulta emocionante y a la vez un poco nostálgico estar en el país, donde además de tener su primera gira como solista, dará clases magistrales y grabará la tercera temporada de su podcast, Hablemos del cuatro. “Me genera mucha emoción seguir conectado con Venezuela, venir, tocar, dar conciertos, clases, grabar nuevos episodios. Es muy emocionante”, comenta.

Llega al país con una visión renovada pues trabajar como músico profesional en Miami cambió su perspectiva. En Estados Unidos obtuvo la residencia por Habilidades Especiales gracias a su carrera y su trayectoria como integrante de las agrupaciones Pepperland, Los Sinvergüenzas y C4 Trío, con las que conquistó  premios nacionales e internacionales como el Grammy Latino. Molina considera que le va bien en el exterior, pero, aún así, estar lejos le hizo darse cuenta del fuerte movimiento cultural que hay en Caracas. Por eso su necesidad de volver: es necesario, a su juicio, mantener y rescatar la cultura que había en la capital.  .

“Extrañaba ciertas cosas que pasan en Venezuela culturalmente, pero no me arrepiento de haberme ido. Cuando uno tiene hijos te cambia mucho la perspectiva y la dinámica de vida, sientes que debes tener más cosas en control y eso me lo permite estar en otro país en este momento. No me arrepiento, pero también siento que todavía hay cosas que puedo seguir haciendo aquí y teniendo conexión con Venezuela”, comenta.

Héctor Molina
El cuatrista deseaba volver al país | Foto Housman Photo

Su vida es una Ida y vuelta

Aunque lo que lo trajo al país fue un acuerdo firmado con la Fundación Bigott para grabar la tercera temporada del podcast, Molina decidió aprovechar esta oportunidad. “Me dije a mí mismo: No puedo ir a Venezuela sin dar conciertos y sin visitar a mi familia”, relata el músico.

La visita solo durará dos semanas a las cuales Héctor Molina les sacará el máximo provecho. Tendrá tres conciertos: el 28 de octubre en Maracay, el 29 en Caracas y el 5 de noviembre en el Teatro César Rengifo de Mérida. El concierto central será el que se realizará en la capital, a las 7:00 pm, donde lo acompañarán destacados músicos como Luis Julio Toro, Manuel Rangel, Jorge Torres, Edwin Arellano y la cantante Hana Kobayashi.

“Interpretaré parte del disco Giros, algunas de mis composiciones y algunos temas que toqué con Los Sinvergüenzas, un proyecto donde exploté mi faceta como compositor. También voy a estrenar música nueva que he hecho en este tiempo y que viene para un próximo disco que ya estoy trabajando, Cuatro solista. El concierto tendrá de todo un poco, desde temas viejos a otros nuevos que compuse hace un par de semanas y que voy a estrenar”, explica.

Su emoción por estar en casa se mezcla con los nervios por su primera gira como solista. “Siempre he estado inmerso en agrupaciones, es la primera vez que hago una gira con mi nombre. Estoy trabajando eso también, mi disco nuevo es parte de mi búsqueda por mostrar mi trabajo como solista, algo que nunca he hecho y siento que ya llegó el momento de hacer. Me da un poco de nervios”, confiesa.

Héctor Molina
Foto Jose Blanco

Sin embargo, espera poder disfrutar de la experiencia y luego regresar a Miami, donde ya tiene una vida estable en familia. Comenta: “En estos momentos las circunstancias no me permiten regresar a vivir en Venezuela. Tengo una vida asentada en Estados Unidos. Por eso hablo de una ida y vuelta, me fui pero volví”.

Además de los conciertos, Molina dará impartirá clases magistrales en Tovar, Mérida, el 3 de noviembre; el 4 en el núcleo de Mérida del sistema de orquestas y el 9 en el Centro de Acción Social por la Música. “Quiero estar en contacto con los jóvenes, los cuatristas nuevos. Cualquier músico que crea que yo pueda aportarle algo, puede venir a las clases”, señala.

Hablemos del cuatro

La gira, los conciertos, las clases magistrales y el esperado reencuentro con el público venezolano no serían posibles para Héctor Molina sin su podcast Hablemos del cuatro. El proyecto surgió en las semanas de la pandemia. “Cuando todos nos pusimos más creativos”, cuenta.

Tiene un grupo de WhatsApp con otros cuatristas, una vía por la que mantienen contacto. “Un día, unas amigas zulianas empezaron a hablar de unos cuatristas maracuchos que yo no conocía. Me quedé impresionado. No conocía a ninguno. Y cuando los escuché, me di cuenta de que tocan increíble. Así que a partir de eso comencé  a indagar y noté que los cuatristas, dependiendo de la región, tienen referentes distintos”, relata.

El descubrimiento lo llevó a querer conocer más y, de un momento a otro, ya se le había ocurrido la idea: conversar con amigos cuatristas para conocer cuáles son sus referentes y sus influencias musicales. “Comencé a hacerlo como círculos de conversaciones y a montarlos en mi canal de YouTube. El proyecto ha ido creciendo de tal manera que hasta me sorprende a mí mismo”, confiesa.

Al principio solo publicaba en YouTube las videollamadas que tenía con sus invitados vía Zoom. Pero el interés de la audiencia comenzó a crecer y, con él, la popularidad de las conversaciones. El proyecto ha ido mejorando incluso en términos de producción. Ahora, el podcast cuenta con dos temporadas de 24 episodios y un capítulo especial que Molina grabó para un festival de venezolanos en Canadá.  “Me di cuenta de que las conversaciones presenciales son mejores, por supuesto, por eso estoy en Venezuela, para hacer la entrevista cara a cara. El proyecto me tiene feliz”.

Y agrega: “En el país grabaré 10 episodios, todavía me falta mucha gente con la que hablar, las personas me escriben dando sugerencias. Me siento muy contento, ha sido muy bien recibido el programa, que es simplemente una conversación, no es nada muy planificado. Para esta tercera temporada voy a hablar con cuatristas de diferentes generaciones, desde músicos más consagrados a jóvenes”.

Héctor Molina
Foto Nina Rodrigues

El podcast le ha permitido a Héctor Molina conocer un sinfín de datos maravillosos, referentes y lo infinito que puede ser el mundo del cuatro. “Hay demasiadas formas de tocar el cuatro, demasiados intérpretes,  muchas visiones distintas dependiendo de la región y la época. Me he visto envuelto en un mundo fascinante que ha calado muy bien en el público. Hay mucha gente interesada, gente que como yo está descubriendo todo esto”, afirma.

A su juicio, lo que está pasando con el cuatro en el país es un increíble. Ha descubierto niños interpretando muy bien el instrumento y le gustaría que la gente los conociera. “Quisiera que se supiera lo que sucede en el mundo del cuatro en Venezuela a pesar de las circunstancias. El cuatro se sigue desarrollando. Conversaré con algunos luthiers también. Cuatristas de diferentes tendencias y regiones. Será un poco de todo”, comenta.

Considera que actualmente hay tres jóvenes a los que no hay que perder de vista: el dúo que conforma el proyecto Suena Cuatro, Isidro Landaeta y Carlos Suárez, y César Cedeño. “Ellos tres son parte de la nueva generación del cuatro venezolano, son muy jóvenes, están haciendo cosas increíbles y son referencias obligatorias actualmente”, asevera.

C4 Trío de aniversario

A pesar de tener tantos proyectos en puerta y una agenda ocupada, Héctor Molina no se olvida de sus orígenes y la agrupación C4 Trío tampoco. En 2006 fundó junto con los cuatristas Jorge Glem y Edward Ramírez la agrupación con la que grabó ese año un disco homónimo. Tras varios proyectos, el grupo se alzó finalmente con el Latin Grammy 2014 como Mejor Ingeniería de Grabación para un Álbum por De repente (2013) junto a Rafael “Pollo” Brito. Este año, C4 Trío celebrará su 15 aniversario con el propósito de recordar sus orígenes.

Por ello, el 19 noviembre se presentará un libro anecdótico sobre la historia del grupo, escrito por el periodista Gerardo Guarache. Ese mismo día, además, saldrá un EP con tres temas del nuevo disco de C4 Trío: Back to four.

“El disco es completamente instrumental, algo que nunca habíamos hecho. Este disco es especial porque además se hace bajo el sello discográfico estadounidense Ground Down. Es como abrir las puertas del mundo norteamericano y presentar el cuatro en Estados Unidos”, señala.

Aunque la agrupación ha contribuido a que el cuatro se internacionalice y ha dado a conocer la música venezolana en el exterior, a su juicio todavía queda mucho por hacer. “Creo que el éxito de C4 Trío es una consecuencia de lo que hicieron grandes cuatristas antes que nosotros. Ellos abrieron las puertas en su momento: Fredy Reina, Hernán  Gamboa o Cheo Hurtado. Todos ellos son músicos que hicieron carrera internacional y movieron el cuatro en el mundo”, explica.

Además de este disco, Héctor Molina también se prepara para presentar muy pronto un nuevo disco como parte del proyecto Nexus Dúo que tiene con su esposa, la flautista Yaritzy Cabrera. El proyecto también ha contribuido a llevar la música venezolana y latinoamericana a otro tipo de escenarios internacionales. “Ha sido un proyecto maravilloso. Trabajar con ella ayuda a compenetrar más la relación y se siente muy bonito, es muy satisfactorio trabajar juntos”, comenta Molina.

“Nosotros seguimos abriendo puertas y ventanas para que el cuatro se siga conociendo, las circunstancias también han cambiado muchísimo. Hay muchos venezolanos fuera del país y eso también ayuda a que podamos expandir más la música”, agrega.

C4 Trío tiene varios planes con su nuevo disco entre los que contempla una gira por Estados Unidos el año que viene y varios conciertos en Venezuela a finales de año. Aunque las fechas todavía no están concretadas, el deseo es regresar a tocar juntos en el país, esa es una experiencia que anhelan. “Hacer proyectos como Back to four ayudará a que otro público conozca el cuatro. Siento que estamos en un momento de expansión. Es un buen momento para internacionalizar el cuatro”, concluye.


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