La feria española de arte contemporáneo ARCO 2023 incrementa notablemente la participación internacional, con 140 galerías, de las que 29% son latinoamericanas, entre ellas la venezolana Carmen Araujo Arte, superadas las limitaciones de años anteriores debidas a la pandemia.
ARCO, que se celebrará en Madrid del 22 al 26 de febrero, contará con dos programas comisariados: Opening, que agrupará a las galerías más jóvenes, y Nunca lo mismo. Arte Latinoamericano, con propuestas de 11 galerías de países como Perú, Argentina, Guatemala, Brasil y México.
Este año la feria mira al sur con el lema El Mediterráneo: un mar redondo, y la asistencia de una veintena de galerías, desde Croacia a Egipto y desde Israel a Francia.
Participarán en ARCO 211 galerías entre españolas y extranjeras -31 más que en 2022- y más de 400 coleccionistas y 200 profesionales confirmados procedentes de 40 países, todo un récord.
La mayoría del aumento de galerías corresponde a las internacionales, que representan 66% del total.
«La sensación es muy positiva», resumió este miércoles Maribel López, directora de la feria, que se celebrará en el recinto ferial de Madrid (Ifema). Tanto es así que la organización confía en recuperar este año los 90.000 visitantes que alcanzó en prepandemia.
Simultáneamente habrá un sinfín de exposiciones y proyectos que llenarán la capital de España de arte contemporáneo.
Vuelven galerías que hace años no estaban en la feria, como Capitain Petzel, Contemporary Fine Arts, David Zwirner, Mendes Wood DM o Timothy Taylor, y se suman a las que repiten año tras año como Perrotin, Chantal Crousel, Giorgio Persano, Lelong Krinzinger o Thaddaeus Ropac.
Los Proyectos de Artistas, un espacio que en los últimos dos años estaba dedicado a obras de mujeres, esta vez ya no tendrá ese requisito, pese a las críticas que la feria ha sufrido en los últimos tiempos por la falta de representación suficiente de artistas femeninas.
«La presencia de mujeres es algo que cada vez está más incorporado en las galerías, sobre todo en las jóvenes -argumentó López- (…); queda camino por recorrer, pero se ha acortado».