Carlos Mata
Foto Archivo

Fue el galán de las novelas de los 90 y millones de argentinas suspiraban por él. Hoy, casi 30 años después, Carlos Mata recordó su trayectoria en el programa Informados de todo y hasta se animó a cantar «Déjame intentar» en vivo.

Desde Miami, y con una barba canosa como consecuencia del coronavirus, el actor y cantante venezolano que se hizo famoso por novelas como Cristal, Señora y Déjate querer confesó su pasión por las costumbres y la música argentinas. «Cuando yo estudiaba arquitectura y hacia teatro musical, tenía un departamento muy grande que rentaba y le di albergue a dos hermanos argentinos. A los seis meses éramos once entre mendocinos, correntinos, porteños. Llegó un momento que tenía que pedir permiso para entrar a mi casa. Ahí conocí la música de Sui Generis, de Almendra, de los grandes del rock argentino. Cuando llegué al país, ya tomaba mate», comentó entre risas.

Graduado en arquitectura, Mata aseguró que se convirtió en actor por accidente. «Era extremadamente tímido. Un día, un compañero de facultad me pidió que lo acompañara a un casting para un musical de rock. Él hizo su prueba y yo estaba sentado al final del teatro. Cuando el director me vio, me dijo: ‘Eh tú, el de pelo largo. Baja’. Esas cosas que no las piensas y bajé. Me hizo cantar una canción, me pidió un ejercicio de improvisación (que fue desastroso) y quedé porque, según él, tenía talento», recordó.

Tras revelar que aceptó hacer televisión por una necesidad económica, el actor destacó que nunca le interesó ser galán ni protagonizar una novela. «Me negué durante muchos años a hacer televisión. Me llamaban y yo no quería. Aquello de hacer telenovelas se veía con mucha desconfianza. Yo era del palo del teatro y había mucho prejuicio. La primera vez que acepté hacer una novela fue en un canal del Estado. Lo hice porque iba a perder mi departamento. Yo vivía del teatro y estaba haciendo la tesis de la facultad», contó.

«Esto empezó a pegar muy fuerte y me llamaron de uno de los canales más importantes (Radio Caracas Televisión). Yo sentía que lo de galán no era lo mío, quería papeles más fuertes, un asesino o algo así. Me pesó ser galán desde el principio. Primero que esos tipos tenían un estereotipo demasiado marcado, no lloraban jamás. Realmente no me interesaba eso ni protagonizar hasta que me convencieron», agregó el protagonista de éxitos como Cristal y Señora junto a Jeannette Rodríguez.

Minutos después, la llamada de Catherine Fulop -su compañera en Déjate querer– lo sorprendió al aire y juntos recordaron cómo fue trabajar en aquella producción. «Es una compañera maravillosa. Una muy buena actriz, un ser humano muy bonito de una alegría natural que le sale del corazón. Es muy transparente como persona. Yo la propuse para una novela y funcionó muy bien. Yo la quiero mucho», recordó Mata después de años sin verse.

«Que bello que estás Carlos. Hacer la novela con él fue de las cosas más lindas que me han pasado. Llegar a un país nuevo y protagonizar con él fue lo más, la pasamos súper lindo. Todas las mujeres de Venezuela mueren por él», expresó la Fulop. «Y ella se robó el corazón de todos los argentinos. Está casada con un gran tipo y tiene una familia hermosa. Y su mamá es una dulzura», interrumpió el artista devolviéndole los elogios.

Oriundos de Venezuela, ambos aprovecharon para solidarizarse con su pueblo. «Es terrorífico lo que está pasando allí. Estados Unidos es un país que tiene muchas bendiciones, pero muchos defectos, entre ellos la ignorancia y arrogancia de pretender de que aquí no pasa nada. Eso nos ha llevado a ser el epicentro de la pandemia mundialmente. El gobierno ha sido bastante irresponsable, que solo mide la ganancia o el costo político ante una situación de crisis, no miden el dolor o el sufrimiento de la gente», comentó Mata. Y enseguida hizo referencia a la situación que su país viene padeciendo desde hace años. «En Venezuela no hay medicinas, no hay recursos, no tienen gasolina. El pueblo ha sido abandonado de la manera más miserable y genocida», agregó.

Por su parte, y muy de acuerdo con la postura de su compañero, Fulop opinó: «Es una locura lo que se está viviendo. Me llega de primera mano por mi familia. No pueden comprarse ni lo básico porque todo vale una millonada».


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