Algoritmos que desembocan en colores, superposiciones de planos, experimentaciones con el color, imágenes producidas desde textiles, entre otros, son parte de las técnicas plásticas y temas que recorren la exposición Stock, en la galería GBG Arts.

Las piezas han sido producidas por artistas jóvenes y de larga trayectoria, y dialogan entre sí en una muestra que se inaugura el 3 de marzo y estará abierta hasta el 24 de abril.

Entre los creadores que presentan sus obras en Stock se encuentran invitados internacionales. Uno de ellos es el maestro chino Liu Bolin, conocido por su serie fotográfica Escondido en la ciudad, en la que se mimetizó rodeado de escenarios urbanos para rebelarse ante el sistema que impera en la sociedad. También hay piezas del prolífico artista peruano Jorge Cabieses, quien trabaja el soporte como punto de partida: lleva a cabo composiciones geométricas sobre imágenes provenientes de revistas o libros.

Los artistas venezolanos que presentan sus obras son Ben Abounassif, Vicente Antonorsi, Carlos Anzola, Isabel Basalo, Daniel Benaim, Ricardo Benaim, Paulo Castro, Alberto Cavalieri, Elizabeth Cemborain, Sigfredo Chacón, Marylee Coll, José Gabriel Fernández, José Luis García R., Consuelo Ginnari, Francisco Martínez, Carlos Medina, Jonidel Mendoza, Luis Millé, Rafael Rangel, Reymond Romero y Javier Vivas.

Los creadores forman parte de una selección de quienes son representados o exhiben en GBG Arts, que son más de 50. Los demás participarán con otras muestras o estudios en la programación.

Carlos Medina, uno de los artistas venezolanos más reconocidos internacionalmente, muestra dos de sus obras: Superficie blanca y cuadrada y Gotas 60 grados. La primera es de una serie que ha realizado sobre la superposición de planos muy sutiles con el uso de cuadrados y círculos que se funden en el fondo. “Esa combinación genera una forma en la que no sabes qué hay dentro ni afuera”, explicó. La otra es una edición pequeña de Fragmento de lluvia para Caracas, que está ubicada en la autopista Francisco Fajardo, a la altura del CCCT.

“Que en estos momentos, con la situación política y económica del país, sea posible hacer una exposición como Stock es maravilloso”, expresó Medina acerca de la exhibición.

Ricardo Benaim da a conocer dos obras en las que el color parece tomar vida y se torna dinámico e intenso. “Es una respuesta para un momento alegre y esperanzador. Ese es el concepto básico que manejo como ser humano y como hombre político”, indicó el artista, que espera dar a conocer pronto en Venezuela y España una exhibición que bautizó El arca de los sueños.

Un autor más joven y que trabaja con telas es Reymond Romero, quien se ha inspirado en el cinetismo del maestro Carlos Cruz-Diez para convertir las líneas verticales en colores planos, lo que genera una secuencia de colores que parece un espacio virtual volumétrico, pero que, en realidad, es solo visual. “Aunque en Venezuela todo es complicado, los artistas solemos tener un stock de materiales para tener reservas. Así evito que no pueda trabajar por falta de material”, señaló.

Isabel Basalo, por su parte, se estrena como artista en su primera muestra con un cuadro geométrico que pintó el año pasado. Con él trata de motivar y generar alegría en el espectador. “Pienso en la alegría porque es una de las formas en que se expresa el amor, que es la energía universal más bella que existe”, agrega la también diseñadora de interiores.

Continúa José Luis García R. con su serie de colores que surgen de algoritmos y patrones visuales. Esta vez presenta 2011-2017 Colofón, que produjo desde una anotación digital que contiene el mayor espectro posible de registro de colores que puede percibir el ser humano. “En las piezas hay una memoria encriptada, porque en cada una de ellas utilizo datos de la vida real, como patrones de un titular de periódico o una fotografía. Cualquier cosa que pueda transformar en datos alfanuméricos”, dijo.

Otros artistas que explicaron su trabajo fueron Paulo Castro, Luis Millé, Consuelo Ginnari, Daniel Benaim, Lubeshka Suárez y Francisco Martínez.

Benaim muestra un ensamblaje fotográfico en el que descompone los espacios para que sean atemporales y surrealistas. “Me interesa partir de la naturaleza y utilizar la geometría. La idea es descontextualizar el espacio y generar una historia distinta”.

Una fotografía de la serie Íconos presenta Suárez: es una imagen desenfocada de la torre principal del Banco Provincial, situada en Caracas. “Quise representar que en este ícono las personas pasan inadvertidas debido a la cotidianidad y el movimiento. Es como una metáfora del movimiento de las ciudades”. 

Millé presenta una pieza que trabajó para el espacio de GBG Arts. Es una combinación de las flexiometrías que trabaja con elementos tensados. “La idea es que la escultura se reinventa, se rehace y transforma a sí misma. Es una situación cambiante”.

Paulo Castro muestra una obra que forma parte de la técnica con la tela que siempre lo ha caracterizado: emplearla no solo como soporte, sino como elemento configurador de la estructura. “Todo se hace con telas”.

Ginnari trae una instalación en la que evoca el amor de madre con fotos circulares de un sofá rosado, un edificio antiguo y una imagen de su abuela, a quien ni ella ni su mamá conocieron, pues falleció muy joven.

Y Martínez mantiene su juego visual con las huellas dactilares, cuya forma simplifica, recorta y la convierte en un elemento tridimensional.


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