La actriz y cantante estadounidense Demi Lovato ya no quiere esconderse más. Los estándares de belleza, la presión social y la vida agitada de Hollywood le ocasionaron, desde hace varios años, una fuerte bulimia, drogadicción y alcoholismo.
A sus 27 años de edad, y retirada por un tiempo de las redes sociales, Lovato regresó con otra perspectiva. Ahora, se ama como es y espera ser un ejemplo de motivación para sus seguidores.
El pasado 5 de septiembre, la cantante publicó en su cuenta de Instagram una foto en traje de baño en la que se muestra sin retoques. «Este es mi peor miedo. Un foto mía, en bikini, sin editar. Y adivinen…¡es celulitis! Estoy tan cansada de avergonzarme por mi cuerpo, de editarlo para complacer los estándares de belleza de los demás, pero esa no era yo», escribió.
Lovato admitió, con pena, que las fotos que había publicado anteriormente habían sido retocadas. «En este capítulo de mi vida quiero ser auténtica. Así que aquí estoy, sin vergüenza, sin miedo y orgullosa de tener un cuerpo que ha luchado contra mucho y me seguirá sorprendiendo cuando dé a luz, algún día», aseveró en el texto.
Actualmente, la intérprete de «Sorry not Sorry» se prepara para participar en la cinta Eurovision, de Netflix. En su publicación, agregó que se siente muy bien por su regreso, sin pensar en dietas miserables, rutinas extenuantes de ejercicio y con la posibilidad de disfrutar una verdadera torta de cumpleaños. De esto último, reveló que antes le aterraba.
«Espero inspirar a alguien para que aprecie su cuerpo también», concluyó Lovato.
La publicación recibió cerca de 10 millones de «Me gusta» y casi 400.0000 comentarios. En su mayoría muestran apoyo a la cantante y halagos sobre su valentía y naturalidad.
Pero una foto no fue suficiente. Orgullosa de su nueva forma de pensar, la artista publicó esta semana nuevas fotos en trajes de baño. «Sin photoshop, por favor y gracias», fue el mensaje que dio.
Fue en el año 2010 cuando Demi Lovato entró por primera vez en un centro de rehabilitación. En el momento, su mánager dijo a la prensa que la cantante sufría problemas emocionales y físicos.
Su padre declaró, según reseña la revista People, que esperaba que su hija alguna vez se viera afectada por la presión de Hollywood, aunque realmente no deseaba que sucediera tan pronto. «Esa es una de las cosas que me preocupaban cuando firmó con Disney», confesó ese año.
En 2011, cuando tenía 19 años de edad, regresó a rehabilitación por desórdenes alimenticios. Desde entonces, ha combatido con problemas de drogadicción, alcoholismo y bulimia.
Una fuerte sobredosis la llevó, en 2018, a ser internada en una clínica. Al salir, publicó un comunicado en sus redes sociales. «Esta enfermedad no es algo que desaparece o se desvanece con el tiempo. Seguiré luchando», escribió.