Sin bajar la guardia y siendo extremadamente cautelosa ha estado la ex Miss Universo Dayanara Torres, quien desde un principio ha tomado muy en serio los meses de confinamiento causado por la pandemia del coronavirus.

Sus salidas se han limitado a las citas médicas de seguimiento, luego de en marzo de 2019 fuera diagnosticada con cáncer de piel tipo melanoma para el que recibió tratamiento por aproximadamente un año y la mantiene con su sistema inmunológico comprometido.

Como medida de prevención, la beldad boricua asegura que todo lo ordenan para que les llegue a la casa, todo lo limpian y lo desinfectan. Al mismo tiempo, estos pasados meses les han resultado muy valiosos al lado de sus vástagos Cristian y Ryan, con quienes ha aprovechado para divertirse y hacer diversas tareas en su hogar localizado en Los Ángeles, California, donde reside desde el 2005.

“Estamos tanto tiempo en la casa, aprendiendo mucho y leyendo más. Hice un huerto con los nenes, que ya les están saliendo tomates. También tengo parsley, recao, basil y mentas, que al chiquito le encanta el té de menta. Los nenes me están ayudando a pulir mesas, que eran de colores oscuros y les estamos dando un tono más clarito y gastado. Estamos tanto tiempo aquí encerrados y esto va para largo, que quiero que la casa me encante y me fascine”, indica la actriz y modelo a la vez que revela que este tiempo ha sido bien retante, principalmente para el menor de sus hijos, Ryan, ambos frutos de su matrimonio con el cantante Marc Anthony.

“Desde el principio esto lo tomé muy en serio. Con mis hijos y con el chiquito es el que se me ha hecho más difícil. Imagínate un nene de 16 años que tiene que estar aquí encerrado para cuidar a su mamá, quisiera ver a sus amigos, pero no puedo arriesgarme, no podemos arriesgarnos. Ha sido fuerte la batalla, un poco cuesta arriba, pero ha entendido y es necesario”, cuenta Torres.

No obstante, tener en casa de regreso a su primogénito luego de haber iniciado estudios en Nueva York, cuya partida le provocó mucha tristeza, indica que ha sido motivo de agradecimiento. “Es lo único que le agradezco a la pandemia”, resalta la ganadora de la edición de 2017 del programa televisivo Mira Quién Baila, quien está en remisión de cáncer y solo va a la clínica cada tres meses a realizarse los exámenes de rigor.

“Me siento tranquila, estoy bien. En cuestiones de los chequeos ya me he hecho dos, que han salido negativos y para nosotros es una fiesta. A esperar los próximos, espero en Dios y en las oraciones de gente que se ha unido, que todo siga bien, que yo siga saludable y que salga todo siempre negativo”, comunica a la vez que acepta que el año 2019 fue uno doloroso en diversos aspectos. “He pasado un año súper fuerte, el 2019 no fue bueno, pero estoy aquí. Estoy viva y no puedo estar que más agradecida. Si pasé un año bastante doloroso, emocionalmente cansada y mi cuerpo, pero sigo adelante, estoy aquí, me levanto y disfrutando de mi familia y de estos momentos que tenemos”.

“Quise publicar algo que tuviera valor, que en estos momentos es real, que sí tengo unas libras de más como le ha pasado a todo el mundo, porque no se puede ir a los gimnasios o si se hacen ejercicios desde la casa, pero no es lo mismo. Me he gozado a mi familia y a mis niños, he comido, he disfrutado y luzco mi pelo rizo para darle un descanso. Estoy feliz, ¡estoy viva!”, manifiesta.

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